La decisión George W. Bush de lanzar una guerra preventiva contra Irak fue motivo de muchas protestas de parte de gobiernos alrededor del mundo.
Como se esperaba, las reprimendas más fuertes vinieron de miembros del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas que forzaron a Estados Unidos, Bretaña, y España a retirar una resolución para la aprobación de la ONU por una guerra contra Irak. La resolución fue retirada cuando era obvio que, a pesar de las amenazas de recriminación y ofertas de recompensa, ninguno de varios países – Méjico, Chile, Guinea, Camerún, Angola y Pakistán – la respaldaría, dejando al Consejo dividido 11 a cuatro contra la resolución.
En lo que se puede llamar una coalición antiguerra, países alrededor del mundo han criticado a EEUU por arrogantemente tomar ventaja de ser “el único superpoder del mundo.”
Francia, Alemania, y Rusia – los países que más lucharon para las inspecciones de armas – acusaron a EEUU de lanzar una guerra innecesaria e ilegítima.
Francia, que fue culpada públicamente por EEUU y Bretaña por la derrota de la resolución, criticó la guerra en una declaración diciendo, “Esta es una seria decisión porque el desarme de Irak estaba tomando lugar y las inspecciones han demostrado que es una manera creíble de desarmar a un país. Irak no representa una amenaza inmediata que justificaría una guerra inmediata.” El presidente francés Jacques Chirac dijo que España, EEUU y Bretaña estaban usando la fuerza “a pesar de la voluntad, claramente expresada, de la comunidad internacional.”
El canciller alemán Gerhard Schroeder estaba de acuerdo que no había razón para romper con el proceso de desarme. “Mi pregunta es esta, ¿el nivel de amenaza del dictador iraquí justifica el lanzar una guerra que seguramente traerá miles de muertes a hombres, mujeres y niños inocentes? Mi respuesta es y ha sido ¡No!”
Schroeder dijo que él está “profundamente conmovido” que la mayoría abrumadora del pueblo alemán y los pueblos del mundo comparten su sentimientos.
En un discurso al parlamento antes del ultimátum de Bush el lunes, el presidente ruso Vladimir Putin advirtió que la guerra “sería un error con ... serias consecuencias para la desestabilización de la situación internacional.”
Kofi Annan, secretario general de la ONU dijo que “es un día triste para todos” mientras un portavoz del Vaticano dijo que los que decidieron que todos los medios pacíficos están agotados asumen una grave responsabilidad que tienen que justifica antes Dios y la historia.
Canadá se unió a la coalición antiguerra cuando el primer ministro Jean Chretien anunció ante el parlamento que su gobierno no participaría en acciones militares sin el apoyo del Consejo de Seguridad. Encuestas recientes enseñan que una mayoría de canadienses se oponen a una guerra sin una segunda resolución.
Ambos el primer ministro británico Tony Blair tuvo que luchar contra un reto en el parlamento esta semana. Aunque ganó la batalla política, el voto demuestra que Blair sigue perdiendo apoyo entre los legisladores de su partido. Blair es considerado por muchos militantes de su Partido Laborista como un alcahuete de Bush.
El 18 de marzo el departamento de Estado hizo pública una lista de 30 países que pertenece a la coalición contra Irak. Además de España, Bretaña, y EEUU, están varios que antes formaban parte de la Unión Soviética como Latvia y Azerbaiyán y otros países de Europa oriental como Eslovaquia. Pero hasta en esos países los gobiernos están actuando contra la oposición de una opinión pública abrumadora.
El secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, le dijo a periodistas que 15 otros países estaban respaldando la guerra pero que no querían ser nombrados públicamente. España dijo que no iba enviar tropas a Irak, mientras que Australia se puso de acuerdo y mandar tropas pero limitando su contingente a no más de dos mil.
Una encuesta de más de cinco mil personas en nueve países hecha por el Centro de Investigaciones Pew durante la semana de 10 al 17 de marzo demuestra que el número de gente con un punto de vista favorable de EEUU ha caído en los últimos seis meses.
De acuerdo a la encuesta en Portugal hay un 65 por ciento en contra de una guerra con Irak. El primer ministro de ese país fue el anfitrión de la reunión del 16 de marzo entre Bush y los jefes de gobiernos de España y Bretaña.
En Bretaña 86 por ciento se oponen mientras que solo 21 por ciento lo apoya en Bulgaria. En Estonia solo 30 por ciento de la población apoyan al uso de fuerza militar. Solo en Rumanía se encuentra un apoyo de doble en favor de la guerra.
Gideon Rose de Consejo de Relaciones Extranjera dijo que el tema para muchos en el mundo no es solo la cuestión del desarme de Irak, sino de como EEUU está usando su poder.
Mundo critica guerra contra Irak