Necesitamos puentes, no bombas

Steve Share, editor del Minneapolis Labor Review, estaba en su oficina la tarde del agosto 1 cuando oyó las sirenas de vehículos en camino al derrumbamiento de un puente. Agarró su cámara y salió.

Lo que lo impresionó más fue la valentía de gente arriesgando sus vidas para salvar a otros.

Hasta la hora de cierre, cinco han muerto y por lo menos a ocho no los han encontrado. Hay 100 heridos.

“Cualquiera podía estar en ese puente”, dijo Share. “Mi cartero acababa de cruzar el puente no hace quince minutos antes del colapso. Todas aquí en las Ciudades Gemelas sienten el impacto de esta tragedia”.

El presidente Bush visitó el área ofreciendo sus pésames a los que perdieron familiares, notó Share, “pero entonces empezó a quejarse de que los demócratas quieren ir más allá de los límites que él puso para el presupuesto federal. Él dice que significaría un aumento de impuestos”.

“Es irónico que estamos botando todo un tesoro en Irak y tenemos puentes que se están cayendo”, dijo Share.

Dick Anfang, presidente de Oficios de Construcción de la AFL-CIO de Minnesota, dijo, “Nosotros tenemos oficiales electos que dicen que están frustrados con el gobernador Tim Pawlenty por vetar proyectos para mejorar nuestras carreteras y puentes”.

“Nosotros dijimos que algo como esto pasaría. Mi reacción inmediata es que esto podía pasar en cualquier estado en la nación a cualquier hora. Ni el federal ni los locales le dan la prioridad que necesita a la infraestructura”.

Anfang comparó la caída a la destrucción del huracán Katrina. Él dijo que los oficiales locales habían pedido sin éxito ninguno que fortalecen los diques para proteger a Nuevo Orléans.

Ya casi pasado tres años el gobierno de Bush todavía se niega otorgar los miles de millones prometidos para reconstruir la ciudad. Los diques fueron reconstruidos, pero no lo suficiente para bregar con otra tormenta como Katrina.

Solo unos días antes de la caída del puente, Bill Marcuson, presidente de la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles, escribió, “El estado desmenuzado de nuestra infraestructura plantea una verdadera amenaza a la seguridad del público y a la economía de la nación. Financiar las reparaciones urgentemente necesarias tiene que ser una prioridad para los líderes de nuestra nación”.

Pacifistas hacen una vigila cada miércoles en uno de los puentes. El fin de semana después del derrumbe muchos se reunieron con ellos cerca del puente con letreros diciendo, “Construyamos puentes, no bombas”.

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