BALTIMORE — La alcaldesa Sheila Dixon de Baltimore, Maryland está demandando al banco Wells Fargo por buscar dirigirse a los afronorteamericanos con préstamos hipotecarios de alto riesgo. Esta iniciativa histórica subraya las prácticas prestamistas discriminatorias que violan las leyes federales a través del país.
A unos pocos días después de que de Dixon presentara la demanda el 9 de enero, el municipio de Cleveland, Ohio presentó su demanda en contra de 21 bancos, incluyendo a Wells Fargo, acusándolos de “discriminación hipotecaria al revés” donde compradores de casas afronorteamericanos y latinoamericanos fueron presionados a sacar préstamos hipotecarios que no pueden pagar. Muchos bancos en el pasado fueron culpable de discriminación ilegal al no dar préstamos en barrios minoritarios.
A Cleveland lo han llamado el epicentro de las ejecuciones hipotecarias con 17 mil casas cerradas por la crisis. El municipio espera 8.000 ejecuciones hipotecarias en el 2008.
Frank Jackson, alcalde de Cleveland, acusó a los bancos de atraer gente con hipotecas que no podían pagar a sabiendas. Él dijo que los préstamos ofrecidos eran muy atractivo y los bancos “se nutrían de la miseria y el sufrimiento de gente”.
El reverendo Jesse Jackson, presidente de la organización RainbowPUSH, llamó por una masiva marcha el 22 de enero en contra el departamento de Viviendas y Desarrollo Urbano para forzar al presidente Bush dirigirse a la crisis hipotecaria en su mensaje sobre el Estado de la Unión esa misma noche.
“Tenemos que tomar acción de masa para resultados de masa”, Jackson dijo en una rueda de prensa en Washington el 15 de enero.
La práctica usura ha motivado una ola de ejecuciones hipotecarias en la que se desploma el mercado de vivienda y empuja al país a una recesión económica. La Conferencia Estadounidense de Alcaldes publicó un informe el pasado noviembre en el que postula pronostica que 1,4 millones de viviendas, con un estimado valor de $6,6 mil millones, serán embargadas por los bancos en el 2008.
Los dueños de casas perderán $1,2 billones en valor, los diez peores estados perderán en conjunto $6,6 mil millones en contribuciones, advirtió el reporte.
Desde el 2000, más de 33 mil casas en Baltimore tuvieron hipotecas ejecutadas. Wells Fargo, el segundo prestamista más grande en la ciudad, hizo 1.285 préstamos cada año desde el 2004 por un total de $600 millones. Dos tercios de las ejecuciones en Baltimore fueron en sectores que son por lo menos 60 por ciento afronorteamericanos.
Rose Taylor, una activista en el área de viviendas en Baltimore que perdió su casa, le dijo a Nuestro Mundo, “Esta crisis es devastadora para la gente de clase trabajadora. Juntamos mucho dinero para comprar una casa”. Señalando que tener el albergue “es un derecho humano fundamental”, Taylor dijo, “Necesitamos una moratoria de ejecuciones hipotecarias”.
El presidente Bush asignó al sector bancario para que formule su plan para bregar con la crisis. Se ayudará solo a los dueños que estén al día con el pago de sus hipotecas. Los que están atrasados no recibirán ningún amparo.
Hablando con residentes del estado de Nevada que han perdido sus casas, el precandidato demócrata a al presidencia, el senador Barack Obama, criticó a los prestamistas hipotecarios de gastar $185 millones cabildeando al Congreso el año pasado para bloquear un proyecto de ley que frena los préstamos hipotecarios excesivos. “Y consiguieron por lo que pagaron”, dijo Obama. “Personalmente, creo que es un escándalo. Podríamos parar esto si la Casa Blanca y el Congreso estuvieran más atento y escuchaban a la gente envueltos” con el problema.
Nevada, que tienen sus elecciones partidarias presidenciales para el 19 de enero, tiene una tasa de ejecuciones hipotecarias cuatro veces el nivel nacional.
Matthew Lee, un abogado por los intereses del público, le dijo a Nuestro Mundo, “El hecho de que ciudades como Baltimore y Cleveland están tomando acción legal en contra de los préstamos excesivos muestra que el gobierno federal está dormido”. (Lee es autor del libro sobre hipotecas excesivas “Predatory Bender: A Story of Subprime Finance”.)
El Banco de la Reserva Federal y otras agencias federales “por años saben de estas prácticas y nada hicieron. Cuadras completas de nuestras ciudades están vacías y abandonadas por culpa de estas prácticas”, dijo Lee.
La Wells Fargo está expandiendo su negocio de préstamos excesivos a otros lugares. En Puerto Rico compró Island Finance, un banco hipotecario basado en San Juan y está haciendo préstamos en Aruba, las Islas Vírgenes estadounidenses, y Panamá.
Wells Fargo violó las leyes federales que requieren a los bancos a reducir la tasa de interés hipotecario para personal militar. Un soldado presentó una querella en la Oficina del Controlador de Divisas, diciendo que poco antes de ser enviado a Irak en enero del 2003, él le había informado a Wells Fargo que el interés de sus préstamos debía ser reducido seis por ciento. “Para mitad de julio cuando regresé a mi hogar del Golfo Pérsico, supe de mi esposa que Wells Fargo nunca redujo nuestro interés a seis por ciento como lo requiere la ley”, él escribió.
Wells Fargo tiene un historial antipopular. El Sindicato de Obreros Siderúrgicos Unidos hizo piquetes en contra del banco por financiar la campaña antiobrera de una compañía siderúrgica que trataba de sacar la unión laboral de su fábrica en Colorado – una lucha que ganaron los obreros.
Actualmente, Wells Fargo está donando $250.000 para financiar a la Convención Republicana en Minneapolis este año.
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