Los resultados de un examen nacional de estudiantes de cuarto año pone en duda la eficaz de muy alabada ley Ningún Niño Se Quede Atrás. La Evaluación Nacional del Progreso Educativo para el 2005, último año que se hizo el estudio, mostró que el nivel de lectura entre los estudiantes se ha mantenido igual desde el 2002. Los resultados son más bajo que los del 1992, el primer año en que se hizo el examen. Los estudiantes también toman exámenes de matemática, pero no se pueden comparar porque los del 2005 eran diferentes a los anteriores.
La ley de reforma educativa del presidente George W. Bush, Ningún Niño Se Quede Atrás, entró en vigencia en el 2001.
El informe del departamento de Educación federal indica que solo 35 por ciento de los estudiantes de cuarto año de escuela secundaria pueden pasar un examen federal de lectura al nivel de competente y solo 23 por ciento en matemática. En el 1992, primer año en que se dio el examen en lectura 40 por ciento sacaron calificaciones al nivel alto. La sección sobre matemática es nueva y no se puede considerar con las anteriores.
El reporte también muestra que los estudiantes afronorteamericanos e hispanos continúan quedándose atrás sin inguna evidencia que están alcanzando a los anglos. Entre los estudiantes de grupos minoritarios solo 16 por ciento de los negros, 20 por ciento de los hispanos, 36 por ciento de los asiáticos e las islas del Pacífico, y 26 por ciento de los pueblos originales pasaron al nivel de competente.
El porcentaje de estudiantes que llegó por lo menos al nivel mínimo bajo de 80 por ciento en el 1992 a 73 por ciento en el 2005.
A la misma vez el reporte muestra que los estudiantes de secundaria están tomando y pasando clases más difíciles. El examen, conocido también como el Reporte Escolar de la Nación fue administrado a 21.000 estudiantes en 900 escuelas públicas y privadas en el 2005
El comisionado de Educación de Massachussets, David Driscoll, integrante de la directiva que supervisa los exámenes, dijo en una rueda de prensa en Washington, DC, que “estamos dormidos durante una crisis”. Driscoll llamó por una reforma educativa.
Martina Cruz, madre activista elegida a la comisión escolar de la ciudad de Lawrence, en Massachussets, dijo, “Estoy de acuerdo con el comisionado. Estamos en crisis y necesitamos reformas. Pero creo que él y yo tenemos ideas muy diferentes de qué es lo que necesitamos”.
Cruz criticó a Driscoll por “destruir a la educación bilingue” en Massachussets y por implementar el MCAS, examen que los estudiantes tienen que pasar para graduarse. “No estoy en contra de exámenes, pero no deben quemar a uno por un simple examen”, dijo Cruz.
Cruz le dijo a Nuestro Mundo, “El reporte educativo nos enseña que la ley Ningún Niño Se Quede Atrás y los MCAS han fracasado. Necesitamos una reforma verdadera que toma en cuenta las necesidades diferentes de cada estudiante. Necesitamos reforma que es más que mera palabras. Y necesitamos reforma con financiamiento”.
“El reporte muestra que la situación con la educación es peor en ciudades como la mía”, notó Cruz. La población estudiantil de Lawrence, la única ciudad de mayoría hispana en Massachussets, está a 85 por ciento.
Antonia Cortese, vicepresidenta ejecutiva del sindicato Federación Norteamericana de Maestros, dijo, “Tenemos que hacer los cambios necesarios a la ley Ningún Niño Se Quede Atrás, que ha rebajado el currículo hasta llegar al punto que cursos cruciales están excluidos”. La dirigente sindical de profesores también exigió “redoblar los esfuerzos” para bregar con las necesidades de estudiantes de bajo recursos.
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