WASHINGTON – Herido pero no vencido por la falla de derrotar a George W. Bush en las elecciones del 2 de noviembre, John Sweeney, presidente de la AFL-CIO, dijo en una rueda de prensa aquí que el movimiento “luchará como el diablo” para parar la ultraderechista agenda de Bush en su segundo término.
“Las elecciones de ayer fueron extremamente estrecha. No hay un mandato conservador para nuestra nación”, dijo Sweeney. El pueblo rechaza la privatización del Seguro Social y están exigiendo servicios médicos asequibles. Él habló el día después de las elecciones en las oficinas de la AFL-CIO.
Él dijo que los trabajadores afiliados a los sindicatos “votaron abrumadoramente por un candidato que tenía sus problemas en su corazón”, continuó Sweeney. Él advirtió contra una aceptar las cosas inmediatamente, llamando a las juntas electorales a que “cuenten cada voto en estas elecciones. Ese es el mensaje de la pesadilla del 2000. El número de votantes que rompió los récords en filas largas por mucho, mucho tiempo ayer para que se escuchara sus voces ... Tenemos que contar sus votos”. Él hablaba de sitios como Ohio donde cientos de miles de papeletas provisionales esperan ser verificadas y contadas.
Sweeney alabó al éxito de la AFL-CIO y sus organizaciones afiliadas que sacaron a 27 millones de votantes. “Nuestro programa fue más grande que nunca. Yo viajé a casi cada estado clave en los últimos tres meses y yo nunca he visto a nuestros miembros vigorizados”.
Él alabó a la unidad de los sindicatos, ambos con otros sindicalistas y la aun más grande coalición contra Bush que sacó poco menos de 50 millones de votos para Kerry. Fue el margen que ganó a los estados decisivos como Pennsylvania, Michigan, y Wisconsin para Kerry, él dijo. Trabajadores afiliados a sindicatos tocaron en más de 6 millones de puertas y pasaron 32 millones volantes en los sitios de trabajo y sus vecindarios. “No importa quien esté en la Casa Blanca el 21 de enero, vamos a tomar ese vigor, ese ímpetu, esta tecnología, esas operaciones de campo y empezar construir un movimiento que le de la media vuelta al país”, concluyó Sweeney. “No podemos dejar que siga la política de los último cuatro años, y no lo haremos”.
Sweeney presentó a sindicalistas como Daniel Meehan, afiliado al Sindicato Internacional de Empleados de Servicios en el valle Lehigh de Pennsylvania, que fue conmovido a la acción por la crisis de abusos y descuido de niños en familias con poco o ningún ingreso. Otro tema, él dijo, era la guerra de Bush en Irak. Él dijo que sus dos hijos estaban en Irak y que probablemente estarían allá más tiempo.
El obrero afronorteamericano Ralph Meyer, veterano de la industria siderúrgica por 34 años, dijo que había sido asignado a movilizar votantes de su raza. Se presentaron por montones, dándole un 90 por ciento de sus votos a Kerry.
“Creíamos estar un poco corto pero hicimos una excelente labor”, él declaró. “La Movilización Laboral 2004 no debe terminar. Debemos continuar Movilización 2005, 2006. Vamos a continuar quemándoles los pies”. Karen Ackerman, notó que los trabajadores en sindicatos representan como el 13 por ciento de la fuerza laboral, sin embargo 27 por ciento de los votantes se identificaron como miembros de sindicatos o miembros de familias de sindicalistas. Los sindicatos movilizaron a 36.000 voluntarios en Ohio, 26.000 en Pennsylvania, y a 11.500 en Wisconsin. “Los miembros de los sindicatos están listos y deseosos a hacerlo de nuevo”, dijo Ackerman. “Tienen la experiencia y el conocimiento. ¡Hemos solamente empezado la pelea!”
Peter D. Hart y Asociados presentaron su encuesta post elección demostrando que 65 por ciento de los miembros de los sindicatos votaron por Kerry, 33 por ciento por Bush. En Ohio, 67 por ciento de los miembros de sindicatos votaron por Kerry. Y 63 por ciento no aprobaron el quehacer de Bush mientras 68 por ciento se sienten desatisfechos por el estado de la economía. De los asuntos más importantes, el 42 por ciento nombraron la economía, 40 por ciento la guerra en Irak, 24 por ciento la salud y los medicamentos y solo el 24 por ciento el terrorismo.
La noche anterior, los activistas del sindicato se reunieron en la antesala del AFL-CIO a ver los resultados de las elecciones. La vicepresidente ejecutiva Linda Chávez Thompson le dijo a Nuestro Mundo, “He estado viviendo con maletas al hombro los últimos tres meses y este es probablemente el periodo más excitante de mi vida”.
En un viaje voló de El Paso, Tejas; Las Cruces, Nuevo Méjico; Las Vegas y Denver encontrándose con muchas concentraciones entusiastas en cada parada. “Había tanto entusiasmo entre nuestros miembros”, Chávez Thompson declaró.
“Tanta gente estaba de voluntarios, había un nivel alto de energía sostenida como la del conejito Energizer. Vi en esta elecciones al movimiento laboral uniéndose como uno. Nunca había visto antes tanto compañerismo. Ocurría en todas estas ciudades. Gente ordinaria haciendo cosas extraordinarias”.
Se puede comunicar con el autor a greenerpastures21212@yahoo.com.
No hay mandato para agenda Bush