WASHINGTON, DC – El 28 de febrero, el Sindicato de Obreros Siderúrgicos (USWA por sus siglas en inglés) trajo a miles a esta ciudad para presionar que el gobierno Bush tome acción para salvar sus trabajos y los beneficios de seguro médicos de los jubilados a través de la recomendación de la Comisión Internacional del Comercio que se aplique una tarifa de 40 por ciento al acero importado.
El 5 de marzo, el presidente Bush anunció que él va a imponer una tarifa de hasta 30 por ciento contra muchas importaciones de acero, que será rebajado durante un periodo de tres años. La administración no tomó ninguna acción sobre los beneficios de los jubilados, dejándolo para que el Congreso lo resuelva.
El sindicato dijo que esto fue una “victoria para el activismo de base” y que moverá al Congreso a tomar acción para proteger los beneficios de los 600.000 jubilados.
Leo Gerard, presidente del sindicato, le dijo a una reunión de masa, al cruzar la calle de la Casa Blanca, que “Hemos prendido un fuego en el corazón industrial del país. Los alcaldes de Warren, Ohio y Gary, Indiana cerraron sus ciudades. Congresistas, senadores, miembros de juntas escolares, enfermeras, maestros, y trabajadores del sector público y del privado estuvieron hoy en las autobuses con nosotros.”
Susan Lanaghan era una de esas trabajadoras. “Yo vengo de Steubenville ... generaciones de mi familia trabajaron en las fábricas de acero ... Yo trabajo en un hospital. Si las fábricas siderúrgicas cierran, mi trabajo se va también.”
Haciendo énfasis del apoyo bipartidario, el senador republicano por Pennsylvania, Arlen Spector dijo, “Dieciséis de nosotros vamos a sentarnos con el presidente, igualmente dividido entre republicanos y demócratas.”
El riesgo político es alto para la administración Bush porque su acción puede repercusiones en las elecciones próximas para el Congreso donde ellos quieren mantener el control de la Cámara y ganarse el control del Senado de nuevo.
El congresista demócrata por Ohio, Sherrod Brown, le recordó a los manifestantes de las elecciones del 2000. “Dick Cheney, postulándose para vicepresidente, fue a Weirton en Virginia Occidental y dijo que nunca le mentiría. Él ya mintió sobre Enron. No vamos a darle otra oportunidad.”
Después de que el gobierno Bush anunció las tarifas contra el acero importado, compañías siderúrgicas a través del mundo dijeron que van a luchar en contra de la decisión en la Organización Mundial del Comercio.
Analistas de la industria siderúrgica dicen que el gobierno Bush está entre la presiones corporativas, políticas y de base domésticas, y el querer mantener su reputación de libre comercio, especialmente cuando están luchando para mantener el apoyo, que se está debilitando, para la guerra. Nadie duda que los conflictos entre las compañías siderúrgicas en Japón, Corea del Sur, Rusia, Brasil, Alemania y Estados Unidos se luchará entre los gobiernos.
George Edwards, afiliado por 60 años con el USWA y parte de la directiva de la organización de jubilados, le dijo a esta periodista, “Mientras luchamos por nuestras vidas, estamos preocupados por los obreros siderúrgicos a través del mundo, y solo manteniéndonos unidos con nuestros compañeros y compañeras en Japón, Brasil, Rusia, Colombia y otros países, y no con las Nippons y Pohangs [compañías siderúrgicas en Japón y Corea del Sur] podemos progresar.”
Obreros protestan antes Casa Blanca