Plan de salud de McCain es un robo

TAMPA, Florida — El senador John McCain, presunto candidato del Partido Republicano para la presidencia, reveló su plan de cuidado de la salud en el Centro de Cáncer Moffitt aquí, el 29 de abril. Su plan sería cuentas de ahorros privadas para el cuidado de la salud. Como una hora después de su anuncio, sindicatos de trabajadores de la salud convocaron una rueda de prensa para criticar su plan. Los sindicatos dicen que el plan de McCain es el mismo plan desacreditado del presidente Bush de “cuentas de ahorros médicas”.

Ellos exigen que McCain se declare claramente sobre un proyecto de ley en el Senado para proteger al Medicaid de decisiones presidenciales que recortaría $13 mil millones del programa para cuidado médico para los pobres.

También demandan que él respalde la extensión del programa SCHIP que cubre a 10 millones de niños sin seguro médico.

Bill Newton, director ejecutivo de la Red de Acción para el Consumidor de Florida, dijo en la rueda de prensa que trabajadores de la salud y los consumidores estaban llamando a que McCain y el senador por Florida Mel Martínez “abandone la manera de Bush poner a las ganancias de las compañías de seguro y los servicios médicos del pueblo norteamericano último. Apoyen la expansión del SCHIP. Voten para anular los recortes de $13 millones al Medicaid”.

Roselilly Story, una enfermera titulada y integrante del Sindicato Internacional de Empleados de Servicis, dijo que el plan de McCain deja a “millones sin seguro, [y] miles de millones en recortes de impuestos para las compañías de seguro. Esa no es la receta que necesita nuestro país”.

Grace Peay, una ex enfermera que estuvo en un accidente automovilístico que la dejó incapacitada hace 12 años, dijo, “Mientras que a penas sobrevivo, a penas puedo comprar comida y pagar la rente, las compañías de seguro y las compañías farmacéuticas gozan teniendo ganancias que rompen récord. ¿Y qué propone John McCain?... Más de lo mimso”.

Jeremy Funk, director mediático para la Campaña para Cambiar a Norteamérica, apunta a que los $35 mil millones necesarios para expandir al programa SCHIP por cinco años iguala “la cantidad que Norteamérica gasta en Irak cada 100 días”.

El pasado agosto, McCain votó en contra de continuar el programa SCHIP y el 31 de octubre él votó para apoyar el veto presidencial contra la expansión del programa SCHIP. Ambos precandidatos demócratas, Barack Obama y Hillary Clinton, apoyan la expansión del SCHIP.

Un informe recién publicado por la Oficina de Responsabilidad Gubernamental acusó al gobierno de Bush de “haber violado las leyes federales el año pasado cuando puso restricciones a los estados poder proveer el seguro SCHIP a niños de familias de ingresos medios”.

Por lo menos 22 estados proveen beneficios del programa SCHIP a estos niños.

El gobierno de Bush ahora está tratando de imponer recortes unilaterales parecidos al programa Medicaid.

El 24 de abril la Cámara de Representantes votó 349 a 62, una mayoría a prueba de veto presidencial, en favor de bloquear por un año los recortes de $13 mil millones a Medicaid que busca el gobierno de Bush.

Jenny Sullivan, analista política con el grupo Families USA, le dijo a Nuestro Mundo que las directivas del gobierno Bush ocasionaría un recorte de $50 mil millones a los beneficios de Medicaid durante los próximo cinco años.

El voto para bloquear la directivas de Bush “es uno de los pocos ejemplos de resistencia bipartidista exitosa en contra de Bush”, ella dijo. “Si ellos pueden conseguir una mayoría a prueba del veto presidencial en el Senado, podemos deshacernos de estas directivas por un año”.

Activistas que abogan por servicios médicos y de salud exigen que McCain se comprometa a votar en contra del veto presidencial de Bush y en favor de un moratoria de un año contra los recortes.

Karen Ackerman, directora de Acción Política para la AFL-CIO, dijo durante una rueda de prensa telefónica el 30 de abril que los planes de ahorros de salud de McCain y Bush son “ridículos”. Ella advirtió que los patronos usarían estas cuentas individuales de ahorros médicos como excusa para quitarse de encima los programas de seguro médicos por los cuales los trabajadores han luchado por décadas.

“El plan McCain sería un desastre absoluto para las familias trabajadoras”, dijo. “Es un plan que solo las compañías de seguro quieren”.

La AFL-CIO está luchando para desenmascarar el plan de McCain poniéndolo en la agenda de los 337 concilios centrales del trabajo y las federaciones sindicales estatales.

El 17 de mayo la AFL-CIO programa caminatas “trabajadores a vecinos” en 125 ciudades para hablar la verdad sobre el plan de McCain. Un millón de volantes serán distribuidos en los sitios de trabajo desenmascarando el plan.