Progresistas del Perú se unen para ganar poder

“La unidad de los comunistas y del conjunto de la izquierda y de las fuerzas progresistas y antiimperialistas del país constituye una necesidad histórica de la revolución peruana y un imperativo de nuestra práctica revolucionaria”, dijo Renán Raffo Muñoz, secretario general del Partido Comunista Peruano, ante la convención de la Coordinadora Nacional de Izquierda y Partidos Progresistas que se celebró en Lima, Perú los días 11 y 12 de febrero. Los progresistas peruanos se unieron con el propósito de crear un frente amplio con vista a ser una alternativa electoral que pueda ganar el poder político a través de las elecciones.

Esta convención, donde más de 250 delegados debatieron los puntos de unidad política, estaba en movimiento desde mayo 2002 cuando 10 grupos de izquierda formaron la Coordinanora Nacional con el fin de crear un frente amplio progresista que luche por la justicia social, la soberanía nacional y contra el model económico neoliberal.

La convención hizo público una Declaración de la Izquierda Peruana donde los 10 grupos que componen esta coalición dicen que se proponen “construir una nueva República” visto el “fracaso histórico de la clase dominante”. Esta nueva república será “una nación moderna, desarrollada, independiente, democrática, cultural y étnicamente diversa, fundada en sólidas bases éticas y morales, y con justicia y equidad social”.

La Declaración dice que después de la derrota del gobierno derechista de Alberto Fujimori “se crearon condiciones favorables para iniciar un nuevo camino para el Perú”, pero que esto no sucedió y que el gobierno del actual presidente Alejandro Toledo es un gobierno que “constituye el agotamiento de un modelo de economía y sociedad que se nos ha impuesto desde fuera”.

La izquierda peruana critica, como en otras partes de América Latina y el mundo, el modelo neoliberal y las negociaciones para imponer un tratado de libre comercio entre Perú y Estados Unidos “a espaldas del país”. Agregan que el neoliberalismo solo crea “un país devastado y una sociedad empobrecida, con excepción de los pocos privilegiados que se han adueñado del Perú”.

Estas organizaciones peruanas no solo se debatieron y tomaron decisiones sobre la situación peruana, sino que también expresaron su “rechazo a la política guerrerista e intervencionista del imperialismo norteamericano bajo el gobierno de George W. Bush que amenaza la soberanía de los pueblos y la paz del mundo” y solidaridad con “Cuba Socialista, el gobierno bolivariano de Venezuela, la República Popular Democrática de Corea, la resistencia de los pueblos de Irak y Palestina, y con todas las fuerzas progresistas del mundo”.