WASHINGTON, DC – Decenas de miles de estudiantes, sindicalistas, y activistas de derechos civiles marcharon afuera del Tribunal Supremo de Estados Unidos el 1 de abril para reclamar que esa institución proteja a la acción afirmativa para contrarrestar a la discriminación racista.
Los manifestantes vinieron en cientos de autobuses mientras los jueces escuchan los argumentos sobre dos pleitos que buscan anular las reglas de admisión a la Universidad de Michigan (UM). Este caso representa el peligro más grave a los derechos iguales desde el caso Bakke del 1978 donde se declaró ilegal el uso de cuotas para asegurarse que haya representación minoritaria. Esa decisión permitió que se usen medidas que tomen la raza en cuenta en cuestión de admisión a universidades, contratar y promover a empleados.
Los manifestantes portaban letreros que decían “Por cualquier medio necesario: Defendemos a la Acción Afirmativa” y “Bush obtuvo preferencia por su Papá. Nosotros no tenemos nada”. Por lo menos 4.000 vinieron desde Ann Arbor y Detroit, Michigan, incluyendo 850 estudiantes de la Universidad, mil miembros de la NAACP de Detroit y cientos de sindicalistas afiliados con el Sindicato Unido de Obreros Automovilísticos (UAW por sus siglas en inglés), Obreros Unidos Siderúrgicos, Federación de Maestros de Detroit, Empleados de Servicio, y el de la construcción.
Como 200 estudiantes de la Universidad Estatal de Ohio (OSU) participaron en la manifestación reclamando que no se vuelva a los tiempos de segregación y que se provee educación de calidad.
Ty Lane, un estudiante de ingeniería en la OSU le dijo este periodista, “Si el Tribunal Supremo mata a la acción afirmativa, entonces matan el sueño del doctor King”. A unos pasos de ahí estaba el reverendo Martín Luther King, tercero, deplorando el uso del discurso “Tengo un Sueño” de su padre por la ultraderecha para atacar a la acción afirmativa. “Es verdad que mi padre habló del día cuando gente no serán juzgada por el color de su piel”, él le dijo a Nuestro Mundo. “Pero ese día no ha llegado todavía. La gente que controlan a las corporaciones norteamericanas son 97 por ciento hombres blancos. No estamos cerca a una sociedad donde no se ve la raza. Hoy necesitamos a la acción afirmativa como una de las muchas herramientas para conseguir la igualdad”.
El estudiante diplomado de la UM, Dave Dobbie, dijo, “Si el tribunal anula a la acción afirmativa, vamos a ver menos personas de color entrar en la UM. Tenemos que compensar por los 500 años de opresión racista, pero también tenemos que erradicar a las desigualdades actuales que existen en nuestra sociedad”.
Yael Harlat dijo que sus compañeros de escuela en la UM también se están movilizando contra la guerra en Irak. “Gente tienen que hacer la conexión”, ella dijo. “Los militares están reclutando mucho entre gente de color y los pobres ... pero no son reclutados para otras carreras”.
Craig Nothagel, presidente de Local 22 del UAW que representa a obreros de la GM en Detroit, estaba aquí con 55 otros miembros de su sindicato local. “El mensaje que estamos mandando es que sin la acción afirmativa no habrá oportunidad igual}, él dijo. Movilizando a los votantes para quitar a George W. Bush de la Casa Blanca en el 2004 es clave, él dijo. “Con George W. Bush ... perdemos en todos los frentes cuando tiene que ver con las necesidades de los hombres y mujeres que trabajan en este país”.
En su discurso a la manifestación, Kweisi Mfume, presidente de la NAACP, dijo, “Ni hablar, tenemos una queja, no queremos la segregación de nuevo en nuestros colegios y universidades”. Héctor Flores, presidente de la Liga de Ciudadanos Unidos Latinoamericanos, le dijo a la multitud “toda gente de color se ha beneficiado tremendamente de la acción afirmativa, no solo en las universidades sino en las corporaciones y el gobierno ...”.
Patricia Ford, vicepresidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio, a la estatua de Libertad en la cúpula del Capitolio. “Yo miro a esa estatua de la libertad pero no tenemos libertad aquí”, ella declaró. “Tenemos el poder. Poder popular”.
Dentro del Tribunal Supremo John Payton, defendió las reglas de admisión de la UM diciendo que se necesita un número mínimo de afronorteamericanos, latinos y otros estudiantes de minorías para crear un ambiente multicultural y multirracial en las universidades. Ted Olson, subsecretario general para la administración Bush, exigió que los jueces ponga fin al programa de acción afirmativa de la UM.
La jueza Ruth Bader Ginsberg le replicó, “Pero Usted reconoce ... que todas las academias militares tienen programas de preferencia racial para la admisiones. ¿Es eso ilegal?”
El plan de Michigan otorga puntos por las notas de los estudiantes de escuela superior, puntuación de los exámenes, y otros factores para llegar a 150 puntos. A los estudiantes negros, latinos y de otras minorías le asigna 20 puntos más. El juez Anthony M. Kennedy dijo que ese sistema de puntos es uno de “cuotas disfrazado”.
Pero la jueza Sandra Day O’Connor, que puede votar con un lado o el otro en una corte bien dividida, no sonaba que tenía una linea tan dura. Cuando el abogado Kirk K. Kolbo argumentaba en favor de los demandantes blancos diciendo, “La Constitución protege los derechos de los individuos y no grupos raciales”, ella replicó, “Estás hablando en términos absolutos y no exactamente así”.
Protestan antes Tribunal Supremo por la Acción Afirmativa