WASHINGTON – Dos autobuses amarillas escolares, parte de la 13 Caravana Friendshipment a Cuba, trajo manifestantes para protestar afueras del edificio del departamento del Tesoro de Estados Unidos el 8 de julio. Los activistas prometieron a entregar las autobuses más toneladas de ayuda humanitaria a Cuba, en desafío al bloqueo de 42 años contra la esa isla nación.

“Estamos aquí para protestar las restricciones comerciales inmorales y las restricciones de viaje impuesta a ciudadanos que buscan viajar a Cuba,” dijo Olivia Burlingame, coordinadora local del Distrito de Columbia para Pastores por la Paz que auspicia la caravana.

Los caravanistas están en camino a San Antonio, Tejas, donde se juntarán con, por lo menos, 18 otros vehículos de a través del país. La caravana está pasando por más de 100 pueblos y ciudades en Canadá y EEUU promoviendo la solidaridad con Cuba y oposición al embargo comercial con Cuba.

El plan es de cruzar la frontera mejicana con más de 80 toneladas de asistencia material, incluyendo computadoras, medicamentos, equipo médico, ambulancias y autobuses escolares, donado por iglesias y escuelas para cargarlas en un buque cubano. Ellos esperan llegar en Cuba el 20 de julio y pasar un semana reuniéndose con cubanos y los 38 estudiantes estadounidenses que están estudiando medicina con becas completas en la Escuela Latinoamericana de Medicina.

Los Pastores por la Paz hicieron claro que no aplicaran por licencias del departamento del Tesoro para transportar materia o viajar a Cuba. Desde el 1992 los Pastores por la Paz han entregado 2.200 toneladas de asistencia material al pueblo cubano. Este es el primer viaje desde que la administración Bush empezó a hacer cumplir la ley contra ciudadanos estadounidenses que viajan a la isla.

Burlingame, una profesora de escuela superior, pasó un año en Cuba estudiando en la Universidad de La Habana. Esta es la cuarta vez que ella han participado en una caravana Friendshipment. “Qué mejor manera de enseñar a los estudiantes el espíritu del Día de la Independencia que ejercer nuestro derecho como ciudadanos estadounidenses a viajar a Cuba y apoyar al pueblo cubano que tanto ha sido brutalizado por la política del bloque de nuestro gobierno,” Burlingame le dijo a este periodista.

Burlingame nos dijo que los participantes de la caravana tienen diferente punto de vistas sobre Cuba, “pero no unimos por nuestro respeto a la soberanía cubana. El pueblo cubano tomaron su decisión en elegir sus líderes. Si ellos sienten que es necesario hacer un cambio, eso debe ser su decisión.”

Peta Lindsay, que tiene planes de asistir a la Universidad Howard este otoño, añadió, “Tenemos un deber como ciudadanos estadounidenses de cambiar la política de nuestro país que causa daños a los cubanos, especialmente a los ancianos y los niños.”

Ellen Bernstein nos dice, “El año pasado Bush nombró, por lo menos, a cuatro cubanoamericanos de derecha a puestos claves en el departamento del Estado, el Concilio Nacional de Seguridad, Foreign Claims y USAID. Bush le debe su elección a sus amigos en la Florida y va hacer lo que ellos quieran, por lo menos hasta que elijan a su hermano Jeb de nuevo como gobernador.”

Ella notó que Bush le ha dado puestos a ex oficiales de la administración Reagan como Otto Reich, John Negroponte y Elliot Abrams, que jugaron un papel clave en la criminal conspiración Irán-Contra. “Otto Reich trabajó estrechamente con Ollie North,” dijo ella hablando del teniente coronel de la Infantería de Marina que era un favorito de Ronald Reagan.

En una declaración hecha pública en la manifestación, el reverendo Lucius Walker explicó el porqué ellos rechazaban aplicar por licencias del departamento del Tesoro. “El gobierno estadounidense trata de pintar bonita a su política de genocidio a través de otorgar licencias a la ayuda humanitaria y para viajes en Cuba de ciudadanos estadounidenses. Como personas de fe y conciencia es nuestro deber sacar al público esta mentira.”