Protestan contra redadas en Massachussets

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Una redada en la que arrestaron a supuestos trabajadores indocumentados en New Bedford, Massachussets subraya la necesidad de tener una reforma migratoria justa dicen activistas por los derechos de los inmigrantes de este estado. Oficiales inmigración arrestaron a 350 trabajadores de la compañía Michael Bianco, Inc. el 6 de marzo. Esta es la redada más grande de indocumentados en la historia de Nueva Inglaterra. Dueños y oficiales de la compañía, que cuenta con más de 500 trabajadores, también fueron arrestados.

Scott Lang, el alcalde de New Bedford, dijo a la prensa que él no tenía ningún problema con el arresto de los dueños, pero que no se deben arrestar a las madres que estaban trabajando en la compañía que hace trabajo para el Ejército. Lang, que ha apoyado a las manifestaciones pro indocumentados, declaró que nada se debe hacer hasta que el Congreso promulgue una nueva ley migratoria.

Trabadores que antes laboraban en la compañía reportan que las condiciones son pésimas para los trabajadores, en su mayoría mujeres. Según estos, en entrevistas televisadas, compañía le descuentan 15 minuto por cada minuto que uno llega tarde, le multan $20 por hablar mientras trabaja, también le multan $20 si se levantan de su sitio de trabajo antes de la campana sonar al fin de la jornada o si se pasa más de dos minutos en el baño.

José A. Soler, director del Centro de Educación Laboral de la Universidad de Massachussets y activista sindical del área, dijo, “Si el gobierno y el Congreso hubieran pasado una legislación justa de amnistía para los indocumentados estos abusos no hubieran pasado”.

Soler dijo que piensa que el presidente “Bush está haciendo esto para influenciar el debate sobre inmigración que empieza en el Congreso. Por eso es que está haciendo estas redadas a través del país. Él quiere empujar su programa de trabajadores huéspedes, un programa que no provee ni residencia ni ciudadanía”.

María Elena Letona, directora del Centro Presente en Cambridge, dijo que “Como 13 mil inmigrantes han sido arrestados en los últimos nueve meses”.

Soler, que pasó parte del marzo 6 ayudando a los familiares de los arrestados y sus abogados conseguir información, dijo que testigos de los acontecimientos le contaron que los agentes federales entraron vestidos con equipo militar.

Los arrestados fueron llevados a la base militar Fort Devens, como a 100 millas de New Bedford. Según oficiales de inmigración de ahí los enviarán a otros lugares donde se mantendrán detenidos hasta ser deportados.

Bastante de los arrestados fueron mujeres con hijo. Los oficiales federales de inmigración y aduanas “nunca hicieron ningún arreglo para notificar al departamento de Servicios Sociales” para hacer arreglos para el cuido de los niños de los arrestados, acusó Soler.

Según activistas pro inmigrantes hasta 250 niños se quedaron sin ver a uno de sus padres. Como 100 no tuvieron a nadie que los recogiera de donde sea que los cuidan.

Una carta entregada a las oficinas del departamento de Seguridad Patria en Boston exige “la libertad inmediata de todos los trabajadores” y que no se separen las familias. Muchos de los arrestados tienen hijos que son ciudadanos de Estados Unidos. La carta, que fue firmada por líderes sindicales, comunitarios y oficiales electos, también exige que se le garantice representación legal a todos los arrestados, y que el gobierno de Bush cese las redadas y arrestos visto que el Congreso está empezando a debatir un nuevo proyecto migratorio.

Otros activistas están también reclamando al gobierno federal que se devuelvan los trabajadores a su empleo y que se establezcan normas para defender los derechos laborales de todos los inmigrantes, inclusive los indocumentados.