La derrota por el equipo puertorriqueño al equipo de baloncesto estadounidense fue razón de grandes celebraciones en Puerto Rico. La pérdida de Estados Unidos de 92-73 ante el equipo de Puerto Rico fue declarado como “histórico” por la prensa porque EEUU solo ha perdido tres veces en las Olimpiadas. Esta es la primera pérdida desde que empezaron a usar a jugadores profesionales en 1992.
En Puerto Rico y las comunidades puertorriqueñas en EEUU se hablaba de la victoria en las calles, prensa, la internet, y en los programas de radio.
También hubo debates sobre si Puerto Rico se iba a ganar una medalla de oro o no. Pero, si Puerto Rico regresa con o sin medallas no importa. Los puertorriqueños estaban contentos con haberle ganado “al coloso del norte” como le dijo el entrenador del equipo Julio Toro a la Prensa Asociada. En la cancha y con orgullo, Carlos Arroyo, que apuntó más que nadie en el juego (24 puntos), demostró el nombre de Puerto Rico en su camiseta al mundo.
Pero la pregunta ¿porqué tal celebración? Esto no significó que Puerto Rico se había ganado una medalla. En realidad significaba mucho más. A pesar de ser una colonia de EEUU, para los puertorriqueños la victoria decía, “Somos una nación”. Fue algo de orgullo nacional, hasta para los que no aspiran a la independencia de esta isla caribeña que EEUU tomó como premio durante la guerra con España en el 1898.
En Puerto Rico los líderes de derecha, que quieren que esta isla nación sea anexada como un estado por EEUU, definen a los puertorriqueños como un grupo étnico parte de la nación estadounidense. Esta posición ha sido rotundamente rechazada por la gran mayoría de los puertorriqueños.
A pesar de esto los anexionistas buscan destruir cualquier cosa que parezca que Puerto Rico es una nación separada y hasta cambian en las escuelas la cocina puertorriqueña por la estadounidense, y cambian nombres de municipios al inglés. (Uno hasta hizo toda su campaña electoral solo en inglés – lengua que apenas el 20 por ciento de los puertorriqueños dominan.) En la cuestión de deporte es lo mismo.
En Puerto Rico la “independencia deportiva” no solo significa que el gobierno puertorriqueño ni el establecimiento político no debe meterse en los asuntos deportivos, sino que la vida de los deportes en Puerto Rico tiene que ser independiente y aparte de la del imperio – Estados Unidos.
Puerto Rico organizó su propio comité Olímpico en 1948 que no fue reconocido plenamente por el Comité Olímpico Internacional (COI) hasta el 1958.
El Comité Olímpico de Puerto Rico (COPR) ha demostrado un sentido fuerte de independencia de las presiones y control estadounidense. El COPR participó en los juegos del 1980 celebrado en Moscú, contrario a los deseos del gobierno norteamericano.
El presidente Jimmy Carter trató de presionar al COI para que cancelara o transladara los juegos del verano del 1980 de Moscú para protestar la ayuda militar que brindó la Unión Soviética al gobierno progresista de Afganistán, que había derrocado a la monarquía.
Cuando no pudo hacer que el COI cancelara los juegos en Moscú, Carter consiguió que el Comité Olímpico de EEUU no participara. Los gobiernos de varios otros país hicieron los mismo, aunque algunos otros, como Bretaña y Francia, que se opusieron a la ayuda de la Unión Soviética a Afganistán, participaron en los juegos.
El COPR y su presidente en ese tiempo, Germán Rieckehoff, habían sido acusados de ser “comunistas” y controlado por Cuba. El hecho de que Rieckehoff fuera independentista fue usado por las fuerzas anexionistas/asimilistas para atacar cualquiera que quisiera un deporte puertorriqueño independiente o una política independiente puertorriqueña en otras áreas. Las acusaciones tuvieron que callarse cuando el COPR también participó en los juegos del 1984 en Los Angeles. Esos juegos fueron boicoteados por los países socialistas del mundo que dijeron que el era muy peligroso para sus atletas por el anticomunismo extremo en esa época.
Recientemente una comisión legislativa en Puerto Rico está proponiendo a la la Universidad de Puerto Rico desafiliarse de la National Collegiate Athletic Association de EEUU porque los cambios en las reglas no permiten que los universitarios puertorriqueños participen en las ligas principales deportivas de Puerto Rico.
Para los puertorriqueños, participar en las actividades internacionales de atletismo es una afirmación de su propia nacionalidad, como también lo es cuando las organizaciones puertorriqueñas del deporte protestan cuando se les niegan visas a los invitados cubanos para que participen en estas actividades como otros extranjeros. Lo mismo pasa en otras áreas como la literaria, educativa, y económica.
Puede comunicarse con el escritor al jacruz @ pww.org.
Puerto Rico celebra victoria Olimpiada