Diferente sectores de la sociedad puertorriqueña están criticando un informe de la Oficina del Inspector General (OIG) del departamento de Justicia federal, hecha pública la semana pasada, que absuelve al FBI de la muerte del dirigente independentista Filiberto Ojeda Ríos el 23 de septiembre del año pasado. Ojeda fue baleado y dejado sangrar por 18 horas hasta morir. Otro aspecto del reporte que está causando ira entre muchos es que usan seudónimos para los agentes envueltos en la redada a la casa de Ojeda en vez de sus propio nombres, excepto por cinco agentes de alto rango.
La OIG absuelve al FBI aunque admiten que la decisión era “defectuosa” y que “encontraron problemas en hacer decisiones”. La OIG admite que hubieron cinco tiros que agentes dispararon donde no pudieron “determinar si fueron disparados cumpliendo con las Reglas de Fuerza Mortal” del departamento de Justicia. El reporte también admitió que Ojeda Ríos trató de negociar rendirse al reportero Jesús Dávila del periódico neoyorquino El Diario-La Prensa.
Aunque el FBI dijo que estaban planeando arrestar a Ojeda en la oscuridad temprano por la mañana del 24 de septiembre, en vez del 23 de septiembre — día histórico en Puerto Rico donde se conmemora el Grito de Lares, la rebelión contra el colonialismo español — el reporte admite que el FBI planeó arrestarlo si Ojeda hubiera salido para asistir a las celebraciones del Grito de Lares.
Otra contradicción entre las previas declaraciones del FBI y el reporte es que los agentes federales lanzaron una granada “flash-bang” a la casa que resultó en que Ojeda devolviera fuego. Anterior el FBI había dicho que dispararon porque Ojeda disparó. Las granadas “flash-bang” aunque no mortales producen un ruido fuerte y una luz brillante al estallar.
Manuel Rodríguez Orellana, secretario de Relaciones Norteamericanas del Partido Independentista Puertorriqueño, dijo que el informe “es una admisión equivalente a justificar el asesinato”. Él también criticó a la administración colonial de Puerto Rico porque “no hicieron nada por proteger la vida de un patriota puertorriqueño”.
El doctor Héctor Pesquera, copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, está acuerdo diciendo que el FBI vino a matarlo.
En una entrevista con El Nuevo Día, Edgardo Ojeda Serrano, hijo de Ojeda Ríos, le echó la culpa por la muerte de su padre a Luis Fraticelli, jefe del FBI en San Juan. Él dijo que Fraticelli le nego asistencia médica por 18 horas.
Aunque las organizaciones independentista protestaron el reporte, no fueron las únicas. En un editorial del periódico anexionista El Nuevo Día exigió que removieran a Fraticelli.
En otra cuestión relacionada con el FBI en Puerto Rico, la agencia federal se absolvió a si misma de violaciones de derechos civiles por los ataques a periodistas cubriendo las redadas de activistas independentistas en Puerto Rico el 10 de febrero de este año en Río Piedras, cerca de San Juan.
El secretario de Justicia de Puerto Rico Roberto Sánchez Ramos dijo que su oficina seguirá investigando el papel del FBI ese día. Sánchez Ramos se queja de que el FBI se ha negado darle información a su oficina para hacer su investigación y está demandando al FBI en los tribunales federales para forzar a la agencia federal cooperar.
Puertorriqueños se oponen a informe sobre FBI