CHICAGO – Con sus ojitos grandes, Tatiana Graves es el centro del mundo para su familia. Sería difícil entender como alguien pudiera dejar a esta niña de cinco años atrás. Pero ella es una de los 16 millones de niños en Estados Unidos, de familias de bajo ingreso, que no recibirá el crédito impositivo infantil este verano. En las negociaciones de última hora, encabezada por el vicepresidente Dick Cheney, quitaron el beneficio para los niños de familia de bajo ingreso para dejar los recortes de impuestos sobre acciones y ganancias capitales para los ricos.
Ari Fleisher, portavoz del presidente, dijo que el proyecto que Bush firmó el 28 de mayo, era, “en el buen juicio del presidente ... justo para todo los norteamericanos”. Pero la madre de Tatiana, Jennifer Graves de 24 años, lo ve diferente. “Él está tratando de mantener a los pobres en la pobreza”, ella dice francamente. Graves trabaja de pie 36 horas semanal en un McDonalds ganando $5,35 la hora.
El complicado proyecto de ley sobre impuestos fue motivo de fuertes críticas cuando los expertos sobre impuestos calcularon que lo que afirma el presidente – “los trabajadores de menos ingreso en Norteamérica ... son los que más se beneficiarían” – era mentira. De todos los hogares, 53 por ciento no recibirán ningún recorte, o menos de $100, mientras que 184.000 de los más ricos, con ingresos de más de un millón de dólares anual, recibirá casi $100.000 cada uno, de acuerdo al Centro de Prioridades Presupuestaria y Políticas.
La imagen de millones de niños norteamericanos siendo sacrificados por la avaricia de los millonarios fue demasiado – o quizás muy vergonzoso – para hasta algunos republicanos. Una coalición de senadores, encabezada por Blanche Lincoln, demócrata por Arkansas, introdujo un proyecto de ley que permite a familias que ganan entre $10.500 y $26.625 al año, como la de Tatiana, recibir un cheque de $400 por cada niño este verano. Hace semanas la senadora Lincoln ganó la aprobación del Senado para incluir una enmienda asegurando que las familias de bajo ingreso estén incluidas, pero en una reunión secreta, tarde por la noche, el liderazgo republicano de la Cámara y el Senado, quitó la enmienda del proyecto.
Pero aun que la medida de Lincoln pase y se restaure el crédito, hay otras injusticias en el proyecto sobre contribuciones que perjudicarán a las comunidades de clase trabajadora y pobres.
En Gary, Indiana, las bibliotecas públicas acaban de anunciar que van a recortar las horas y un grupo de ciudadanos está buscando hacer actividad de recaudación de fondos, nos informa Sandra Irons, presidente del Local 4 del sindicato de maestros de Gary.
“Lo peor son los recortes en nuestras escuelas”, dijo Dorice Cusic, una trabajadora en la cafetería de la escuela superior West Side en Gary. Cusic trabaja con otras 10 mujeres preparando y sirviendo desayuno y almuerzo a cientos de jóvenes hambrientos. A ella le encanta su trabajo, “sirviéndole a los jóvenes, viendo a gente contenta con lo que preparo”, pero ganando solo $18 mil al año, “es difícil pagar la renta”.
Sentada en la mesa del comedor de su apartamento nuevamente amueblado con sus hijos, Alexis de 18 años y Andrew con 17, Cusic critica la falta de fondos para programas de arte en las escuelas. Andrew parece como que puede ser un futbolista, pero su pasión es dibujar, dice su madre con orgullo, y casi nunca está sin una libreta de dibujar.
Cusic es una activista sindical afiliada al Local 73 del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio, y no espera ningún beneficio que venga de Bush para familias como la de ella. “Por lo general, mi reembolso de impuestos por ingreso llega en febrero y yo lo uso para pagar mi cuenta de NIPSCO [gas]”, dice ella.
Familias trabajadoras de bajo ingreso dependen del reembolso, de acuerdo a Bob Balanoff, que prepara las planillas de impuestos y tiene una oficina en el lado este de Chicago, cerca de donde se crió Jennifer Graves. Está en el medio de una comunidad destruida por décadas de cierre de fábricas siderúrgicas.
“Trabajando en empleos que pagan menos de lo que se necesita para vivir, la gente no puede ahorrar dinero con sus ingresos”, dijo Balanoff de sus clientes de clase trabajadora. “Su reembolso es la única manera de recibir una suma global. Gente planea todo el año para usarlo para la matrícula, seguro, y muchas veces para comprar un auto para la familia”.
Está última es la razón que dio Graves. Arly, el esposo de ella tiene un horrible viaje de dos horas por autobús y tren, ida y vuelta, a su trabajo de telemercadeo por $8,50 la hora en el suburbio Des Plaines. “Podemos usarlo como un pronto para un carrito”, dijo ella.
El líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, Tom DeLay, republicano por Tejas, no quiere considerar ninguna nueva legislación para aumentar el crédito infantil si no incluye más recortes para los ricos. Enojado por las acusaciones de que el nuevo proyecto sobre impuestos era injusto hacia los niños de familias pobre, DeLay dijo en una rueda de prensa, “Hay muchas cosas que son más importante que eso”.
Se puede comunicar con Roberta Wood al rwood@pww.org
Recortes Bush: Para los ricos, no para los pobres