Por un voto de 31 a favor y 24 en contra con 9 abstenciones, La Asamblea Legislativa del Distrito Federal de México aprobó el lunes 21 de diciembre una ley autorizando las bodas de matrimonio entre personas del mismo sexo. Esta acción es la primera de esta índole en America Latina, donde la influencia del tradicionalismo católico romano ha sido tan fuerte que en algunos países, el divorcio se ha legalizado solo hace pocos años, y hay muchas restricciones sobre los derechos reproductivos de la mujer.

La medida también hace legal la adopción de niños por parte de matrimonios del mismo sexo. En 2006, la Asamblea había proporcionado derechos de unión civil a los matrimonios gay.

El proyecto de ley a favor de los matrimonios homosexuales fue presentado por diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD, centro-izquierda) y el Partido de Trabajo. Votaron en oposición los representantes del Partido de acción Nacional (PAN, derecha), El Partido Revolucionario Institucional (PRI, centro-derecha) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM, centro-derecha). Los "verdes" en México tienen posiciones derechistas, por ejemplo a favor de la pena de muerte.

La reacción de parte de la cúpula de la Iglesia Católica Romana fue instanteo y negativo, como fue también la de las pequeñas iglesias evangélicas. El Arzobispo de la Ciudad de México y primado de México, Norberto Rivera, calificó a la acción como "inmoral" y dijo que podría llevar el país a su destrucción, ya que según el, el propósito del matrimonio es la procreación que, obviamente, las parejas homosexuales no pueden hacer.

Enojados legisladores de PAN, PRI y PVEM exigieron que el ejecutivo del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, del PRD, vetara a la medida, pero aparentemente no lo hará. Se va a tratar de impugnar la ley como inconstitucional, como intentaron hacer también cuando la Asamblea Legislativa legalizó al aborto.

Pero pese esta oposición, algunos personajes del PAN y PRI dicen que ven a la medida como un avance positivo para los derechos de todos los mexicanos. El Secretario de Salud en el gobierno del Presidente Felipe Calderón (PAN) fue citado en el diario capitalino La Jornada diciendo "Que bueno que haya respeto para todas las personas".

(http://www.jornada.unam.mx/2009/12/23/index.php?section=capital&article=029n1cap)

La historia de las posiciones de la iglesia católica en México sobre cuestiones sociales ha sido larga y polémica. Después de la conquista española, la iglesia, que intentó frenar a los abusos más extremos, impuso su monopolio sobre ideas y creencias, introduciendo la Santa Inquisición para perseguir a los herejes y disidentes. Después de la independencia, surgieron grandes conflictos entre la jerarquía feudalista y los políticos modernizadores y seculares como el presidente Benito Juárez. En 1856 la "Ley Lerdo" promovido por el político liberal Miguel Lerdo de Tejada disponía la confiscación de las propiedades no religiosas de la iglesia, inclusive sus enormes latifundios. En una sangrienta guerra civil, la iglesia tomó la parte de conservadores que enviaron a Juárez a un exilio interno y colocaron como "Emperador de México" a Maximiliano, hermano menor del emperador Francisco José de Austria. Pero Juárez volvió al poder y continuó las políticas de Lerdo. Después de la Revolución Mexicana de 1910 a 1920, se aprobaron mas leyes que restringieron a la iglesia, prohibiendo que los cleros votaran, ocuparan puestos del gobierno y usaran su ropa de cleros en publico. Esta represión de la iglesia produjo, en los 1920, la "Cristiada", una rebelión de católicos en el occidente del país. Ambas bandas cometieron atrocidades, los "cristeros" quemando vivos a maestros de escuelas del gobierno, y el ejército nacional masacrando a miles.

Esta historia de sangre ha inculcado en la cultura política de México fuertes tendencias secularistas y anti cleros, pero a la vez, la iglesia mantiene una influencia fuerte sobre las costumbres populares y actitudes sociales. El PAN, partido al cual pertenece el presidente Felipe Calderón, fue establecido en 1939 con el plan de contrarrestar a las tendencias de secularismo. La extrema derecha del PAN ha sido calificada, inclusive, como "clero-fascista". Algunos gobernadores y otros líderes panistas han mostrado una tendencia de imponer una moral católica al público por medio de leyes y decretos, sobretodo cuando de comportamiento sexual se trata.

Por esta razón, el voto en la Legislatura del D.F., a pesar de ser un gran avance para los homosexuales y lesbianas, es solo el comienzo de una lucha larga y dura.

Foto por Alexandre Meneghini/Prensa Asociada. Activistas de derechos de los homosexuales celebrar la legalización del matrimonio del mismo sexo, en la asamblea local de la Ciudad de México, 21 de diciembre.