NEW HAVEN, Conn. - En Connecticut, los trabajadores desempleados no pudieron solicitar los beneficios de desempleo ya que las líneas telefónicas se encontraban saturadas, lo cual no es sorprendente. La exigencia ha aumentado por un 40%, pero están despidiendo a los trabajadores estatales y no se remplazan las vacantes. Afortunadamente, de acuerdo a un artículo en el People's World, el representante estatal Gary Holder-Winfield ha tomado la delantera en una protesta creciente y el gobernador estuvo de acuerdo en aumentar personal y servicios.
Esa es una victoria. Pero, ¿qué tal las personas en California, donde el desempleo sobrepasa el 12%? A los empleados estatales encargados de las solicitudes de desempleo se les ordenó que tomaran dos días al mes sin paga, agravando así la escasez de empleados.
O Massachusetts, donde aquellos clientes que intentan inscribirse a través del teléfono para recibir beneficios dicen, "Siempre está ocupado."
O Kansas, donde un funcionario estatal le dijo a un periodista que investigaba sobre los problemas con los beneficios de desempleo, "Hay una enorme cantidad de personas que reciben desempleo, que necesitan información, lo cual ha desafiado nuestra capacidad de atender a todas las llamadas que recibimos."
Lo mismo con los cupones para alimentos. Uno de cada ocho Americanos - 38 millones de nosotros - actualmente reciben cupones, un aumento de 22% en este último año. Pero en Lima, Ohio, las solicitudes no se estaban procesando. "Las demoras se deben a que más personas necesitan de este servicio y hay menos personas procesando el papeleo... [el condado] ha perdido a ocho asistentes sociales en los últimos dieciocho meses, todo debido a recortes en el presupuesto."
En Maryland y Texas, han surgido casos en los tribunales debido a las demoras que se han visto al aprobar los cupones para alimentos.
Las enfermeras escolares, trabajadores sociales, inspectores de salarios y horas, operadores de autobuses y trenes - a todos los están despidiendo mientras que la demanda por sus servicios aumenta debido a la recesión. Todos estos servicios los proveen los gobiernos locales y estatales. Y esos gobiernos no tienen dinero.
Los gobiernos locales - ciudades y condados - se enfrentan a un déficit de entre $56 a $83 mil millones en los próximos dos años, según un informe de la organización nacional League of Cities (alianza de ciudades). "Como resultado de una economía que continua en declive y la posibilidad de déficit en el presupuesto, las ciudades están despidiendo a los empleados, demorando o cancelando proyectos de infraestructura y recortando los servicios de seguridad pública," según el informe. El resultado puede ser una pérdida de 600,000 trabajos este año, y otros 900,000 en el 2011. Hay despedidos en Augusta, Maine, en Little Rock, Arkansas, en Dallas, Texas, en Sacramento, California y en miles de ciudades más. Se nota la reducción de servicios en las escuelas públicas, bibliotecas, en los servicios que proveen la policía y los bomberos, y en casi cada otro servicio que provee la ciudad.
Según el Center for Budget and Policy Priorities (el centro para presupuestos y prioridades de política, CBPP por sus siglas en inglés), los gobiernos estatales, al enfrentarse a una disminución en ingresos tributarios, se encuentran con una escasez de $350 mil millones para el 2010-2011, y "...los estados seguirán batallando por varios años al tratar de encontrar el ingreso necesario para mantener los servicios públicos cruciales." Los servicios estatales recortados, de acuerdo a otro informe de la CBPP, incluyen la educación K-12, enseñanza superior, servicios para los discapacitados y los de la tercera edad, y el cuidado médico.
El acto de recuperación y reinversión Americana (ARRA por sus siglas en inglés), mejor conocido como el proyecto de ley de estímulo económico, se aprobó en febrero del año pasado. Este incluía $140 mil millones para los estados a lo largo de tres años, así salvando muchos trabajos y servicios. Por ejemplo, en las escuelas públicas el ARRA salvó por lo menos 250,000 trabajos. A pesar de esto, se perdieron 27,000 trabajos, lo cual llevó a clases con más alumnos y recortes de programas. Y muchos programas del ARRA se han de vencer este año mientras que se espera que los presupuestos estatales sigan empeorando.
Juntos, los gobiernos estatales y locales emplean a 15% de todos los trabajadores. A pesar del ARRA, en este último año se han perdido 117,000 trabajos. Sin la acción del gobierno federal se perderán aún más este año. Esto perjudica a los trabajadores desempleados y a sus familias. Perjudica a la mayor parte de los residentes ya que los servicios gubernamentales son más lentos o dejan de existir. Y los recortes en los trabajos estatales y locales presentan una amenaza para toda la economía - cada empleo que se pierde significa que hay menos impuestos locales, menos consumismo local, menos empleos en los negocios locales. Cuando el sector privado aún continua contratando, el gobierno debería agregar trabajos, no despedir a empleados.
La AFL-CIO se ha encabezado a una coalición de 60 organizaciones comunitarias, de derechos civiles, y de derechos al trabajador para apoyar un programa para que América regrese al trabajo. Uno de los cinco puntos es asistencia a los gobiernos locales y estatales. No hay ninguna exigencia más importante, y no hay ni una exigencia que pueda influir más sobre los empleos, la economía y la calidad de vida de todos los residentes. Para ser verdaderamente eficaz, el paquete debe ser lo suficientemente grande - como mínimo $100 mil millones al año - y la mayor parte de los fondos deben entregarse directamente a los gobiernos locales y estatales, de acuerdo a su necesidad.
La próxima vez que se encuentre en una fila larga esperando para usar una computadora en la biblioteca pública, ó en el departamento de motores y vehículos, ó cuando sienta coraje porque acaban de eliminar los programas de música y arte en la escuela de sus hijos - llame a su representante en el congreso. Dígale que salven nuestros servicios, salven nuestras ciudades, salven nuestro estado al aprobar el programa de cinco puntos de la AFL-CIO para empleos.