Nos llegó muy malas noticias sobre el desempleo en el país: La tasa de cesantía empeoró a 8,1 por ciento en febrero de 7,6 por ciento en enero, el nivel más alto en más de cuarto siglo, de acuerdo a los datos del departamento del Trabajo que se publicaron hoy.

Estamos haciendo comparaciones históricas no con la recesión mala en los años de Reagan, sino a la época de la Gran Depresión. Esto viene de Bloomberg:

Los patronos eliminaron a 651.000 empleos, el tercer mes corrido en el cual las pérdidas sobrepasaron 600.000 – esta es la primera vez que esto ha pasado desde que se empezaron colectar los datos en el 1939.

Actualmente hay 12,5 millones de trabajadores sin empleo. Además, el número de gente obligada a trabajar a tiempo parcial por “razones económicas” subió por 787.000 a 8,6 millones de trabajadores. Estas son gente que le gustaría tener un trabajo a tiempo completo pero cuyas horas fueron recortadas o no pudieron encontrar empleo a tiempo completo.

Como siempre, la tasa oficial de desempleados no lo dice todo. Una medida más completa del desempleo – incluso los que quieren trabajo pero ya han dejado de buscar, además de los que trabajan a tiempo parcial porque no pueden encontrar un trabajo de tiempo completo – es 14,8 por ciento. Esto iguala a 22,5 millones de trabajadores que están luchando para encontrar un buen trabajo en esta economía.

La economía estadounidense perdió casi 4,4 empleos desde diciembre del 2007, la rebaja más grande de cualquier declive económico en el periodo posguerra. Más de la mitad de los trabajos perdidos (2,6 millones) pasaron en los últimos cuatro meses. Los analistas del Instituto de Política Económica, Lawrence Mishel y Heidi Shierholz, los pusieron de esta manera:

La pérdida de trabajo continúa a un paso sorprendente – no hemos visto tantos trabajos caerse por un precipicio como este en más de treinta años.

El número de gente desempleadas a largo plazo (esos sin trabajo por más de 27 semanas) aumentó por 270.000 hasta llegar a 2,9 millones en febrero. Durante los últimos 12 meses, el número de trabajadores desempleados a largo plazo subió por 1,6 millones.

Las pérdidas de empleo en febrero incluye: 104.000 trabajos perdidos en la construcción, 168.000 en la manufactura, 40.000 en ventas al detalle, 180.000 plazas profesionales y servicios a negocios, y 78.000 posiciones menos en agencias de trabajo temporero. John Sweeney, presidente de la AFL-CIO dice que la crisis de trabajo:

Llama a tomar acción para fortalecer a nuestra base de manufactura y empleo. Tenemos que hacer mucho más para reconstruir a nuestras carreteras, puentes, aeropuertos y el sistema de control de tráfico aéreo, los sistemas de tránsito y ferrocarriles, y puertos; aumentar redes de onda ancha para proveer servicio a todos los norteamericanos; asegurar que los gobiernos de los estados puedan continuar proveer los servicios públicos esenciales; arreglar y construir nuevas escuelas e invertir en energía limpia y modernizar a la red de energía eléctrica de alta tensión y redes de suministrar energía que son claves para una reactivación económica.

Unos cinco millones de trabajadores estadounidenses están recibiendo seguro por desempleo. Además:

El número de individuos y compañías en quiebra subió por 37 por ciento en febrero a más de 103.000, de acuerdo a los datos recopilados por Automated Access to Court Electronic Records, un servicio de Jupiter ESources LLC en Oklahoma City.

La administración de Obama ha tomado pasos necesarios que son críticos para dirigirse a la crisis económica de la nación, incluso el Plan Norteamericano de Recuperación y Reinversión, que creará o salvará 3,5 millones de trabajos, y el Equipo para la Clase Media, encabezado por el vicepresidente Joe Biden, que está enfocado en reconstruir la clase media de la nación a través de la creación de empleos para soportar las familias.

Gente, esto no es socialismo. Es una serie de acciones que se necesitan para dirigirnos a resolver el desastre económico que no dio la política fracasada de la administración Bush y sus aliados de extrema derecha en el Congreso. Y lo necesitamos mucho.

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