Derrotar a Bush y la ultraderecha
Para los movimientos empeñado derrotar a Bush en el 2004, el nuevo año entró con la ferocidad de un león.
Los “expertos” de los medios de comunicación han estado declarando por meses que Bush ganará las elecciones, y de esta manera contribuyen a la meta republicana de suprimir la voz del pueblo y desanimar la participación de los votantes el día de las elecciones. ¡No lo crean!
Mientras la derecha republicana amasa $250 millones para quedarse con la Casa Blanca, contribuciones pequeñas están llegando para sacar a la presidencia y el Congresso de las manos de la elite corporativa.
Los mensajes derechistas de división están inundando las ondas radiales en las áreas rurales del sur y el centro de país, pintando de “no patriótico” a cualquiera que esté en desacuerdo con la ocupación de Irak, o con la política económica de George Bush. Y puede ser que le salga el tiro por la culata.
Hablando de los ataques contra el Seguro Social, las pensiones, servicios médicos y los sueldos, William Burga, el presidente de la AFL-CIO de Ohio tenía razón cuando él advirtió, “Después que no sea un millonario todas estas cosas y más están arriesgadas”. Dirigiéndose a una asamblea de más de 800 presidentes de uniones laborales locales el 9 de diciembre, él lamentó el individualismo egoísta del ala derechista como “una sociedad y cultura capitalista, casi podrida”.
Desde las batallas por Medicare y la energía en el Congreso hasta los 20.000 que se manifestaron contra el ALCA en Miami en los últimos días del 2003, la lucha continúa. “El futuro de todos los programas sociales están en juego en la batalla sobre la globalización del comercio”, declaró Rubén Burke de la Alianza de Norteamericanos Retirados cuando habló contra el falso proyecto de Medicare.
Los únicos derechos que la administración Bush reconoce son los derechos del proteger al poder de las corporaciones de las acciones democráticas del pueblo. La situación objetivamente pone al pueblo trabajador de nuestro país en la primera linea de fuego.
Desde el contar los votos en Florida hasta la división de distritos en Tejas y la destitución en California, la democracia misma está bajo fuego. Ahora, el estrategista republicano Karl Rove está ojeando a cinco escaños del Senado vacíos en el sur. La estrategia del sur de buscar apoyo de los votantes blancos, contrario a sus propios intereses, a través del racismo sin duda alguna será usado.
Pero si la elección para alcalde de Filadelfia es alguna indicación, puede que los viejos trucos no trabajen. La interceptación electrónica de comunicaciones del alcalde afronorteamericano John Street por el FBI animó a la ciudad con el resultado de una victoria abrumadora para Street, motivando nuevas esperanzas para nuevas relaciones de trabajo entre los sindicatos y la comunidad.
Los votantes en los estados del centro de país, que los republicanos apenas ganaron en el 2000 también son blancos especiales de la derecha, y Bush se la ha pasado haciendo campaña ahí fuertemente.
En los estados industriales de Ohio, Michigan y Pennsylvania, la devastación económica ha sido muy severa. Se le debe echar responsabilidad a la administración Bush por la pérdida de tres millones de empleos en la manufactura en los últimos dos años y medio que él ha estado en su puesto. Una 337.122 familias destruidas por la pérdida de trabajo en Ohio, 379.352 en Michigan, 323.700 en Pennsylvania, dejándolos sin cobertura médica, y el número de gente viviendo en la pobreza aumentando mucho, y resultando en la quiebra de la ciudad de Pittsburgh.
Los activistas sindicales de Ohio que se reunieron el mes pasado están en medio de la batalla, trabajando para aumentar el poder del voto del movimiento laboral hablando y activando a sus afiliados y conectando con la comunidad. Ellos saben que Ohio es un estado clave a los resultado nacional, igual que otras organizaciones populares. MoveOn.org hará su parte con una serie de anuncios de televisión llamado “Bush en 30 segundos” para desenmascarar las mentiras de la administración empezando después de el Discurso sobe el Estado de la Unión.
La verdad es que la política de Bush es desastrosa para la gran mayoría en cada estado. Y en cada estado, cada comunidad, cada campus, se debe luchar a base de esto en las elecciones presidenciales, para el Congreso y los estados. Cada voto cuenta, y cada voto tiene que ser contado.
Al empezar las primarias demócratas en Iowa, New Hampshire y Carolina del Sur, la campaña tendrá sus virajes. Una cosa está segura. La manera de derrocar a George W. Bush es de desafiar su política directamente y presentar soluciones buenas y fuertes para crear buenos empleos, seguro médico universal, y poner fin a la ocupación de Irak. La manera de ganar estas elecciones es fomentando un movimiento de la base de las organizaciones laborales y populares que puedan continuar la lucha el 3 de noviembre.
El año 2004 seguramente entrará en los libros de historia como un momento clave en la historia de nuestro país. Los patriotas más grande son los trabajadores, estudiantes, jubilados y activistas haciendo campaña, trabajando para rescatar a nuestra nación de la devastación a que la han sometido Bush y la extrema derecha desde el 2000.
Joelle Fishman es presidente de la Comisión de Acción Política del Partido Comunista, EUA.
La comisión está organizando una conferencia en Nueva York para sábado, 31 de enero.
Para más información favor de visitar a nuestro sitio en el Internet www.cpusa.org.
Tarea principal del 2004