En un caso federal, cinco integrantes de una familia en Immokalee, Florida, se declararon culpables el 2 de septiembre a cargos de haber esclavizado a trabajadores agrícolas provenientes de México y Guatemala durante más de dos años. La esclavitud ha sido ilegal en Estados Unidos por 130 años.
Según los 17 cargos formulado por la fiscalía, los miembros de la familia Navarrete habían mantenido cautivos a más de 12 hombres. Estos trabajadores fueron obligados a dormir en cajas, chozas y camiones en la propiedad de la familia. La compañía de la familia tenía esclavizados a trabajadores en Carolina del Norte, Carolina del Sur y en Florida.
A los trabajadores se les dijeron que iban a recibir el salario mínimo pero la familia Navarrete los hundían cada vez en más deudas, además los ataban con cadenas y les pegaban y sujetaban a amenazas de aun más abusos si se intentaban escapar. A cada obrero le cobraban por su comida y ducha y les ordenaron hacer sus necesidades físicas en el suelo muy cerca de donde dormían. Según la acusación, jamás recibieron pago por su labor.
El enero pasado varios obreros lograron escapar por medio de una ventanilla de ventilación en un camión cerrado en Immokalee, y luego lograron llegar a las autoridades locales. Poco después de que fueron revelados sus historias de horror, agencias federales, incluyendo la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, empezaron a investigar el caso.
Las noticias espantosas y admisiones de culpabilidad han motivado a las organizaciones de trabajadores agrícolas a que sigan luchando por los derechos de estos obreros. Además los legisladores y agencias noticiosas empezaron a abogar en favor de una reforma de inmigración que debe incluir mejores salarios y condiciones de trabajo, además de leyes para proteger a los trabajadores con y sin papeles.
Líderes de la Coalición de Trabajadores de Immokalee, una organización que lucha a favor de los intereses de los trabajadores agrícolas, ayudaron a sacar a la luz pública a este caso y ha jugado un papel importante en ayudar a los funcionarios de la dependencia de derechos civiles en llevar a la corte a personas involucradas en por lo menos seis otros casos de esclavitud desde 1997, poniendo en libertad a más de mil trabajadores.
Gerardo Reyes, dirigente de la Coalición, dijo en una declaración: “Los hechos que se han reportado en este caso son algo más que ultrajosos – trabajadores pegados, atados a un poste o con cadenas, encerrados en camiones para evitar que escaparan de sus patrones. ¿Cuántos mas trabajadores han sido mantenidos cautivos en contra de su voluntad hasta que la industria de comestibles se expresa en el sentido de que estas cosas jamás deben volver a suceder?”
Los más importantes oficiales del estado de Florida inclusive el gobernador Charlie Crist y el ex gobernador Jeb Bush han mostrado poco interés y menos apoyo en los otros casos de abuso de trabajadores. De hecho, Bush y su emisario criticaron públicamente a la Coalición y su trabajo.
Sin embargo, el periódico News-Press de Fort Meyers, Florida, expreso en un comentario editorial a favor de una reforma integral de las leyes de inmigración, incluyendo “un camino a la residencia legal y ciudadanía para ciertos trabajadores”.
El editorial calificó a tal reforma como “necesario para poner fin a esta pestilencia bochornosa” de abuso de trabajadores.
Además, el comentario fue más allá para denunciar los abusos en la agricultura. Mientras que nuestra agricultura depende de la mano de obra indocumentada, dijo la columna, “una cultura de explotación de seres humanos y de falta de respeto para las leyes va a prevalecer, para que nosotros podamos comprar nuestro alimento un poco más barato y para que ciertas personas puedan meter más ganancias en sus bolsillos. Falta de respeto para los seres humanos es el material genético del actual sistema. El respeto exige que legalicemos la mano de obra extranjera que utilizamos para nuestras cosechas”.
La mayoría de los trabajadores en la agricultura en Florida trabajan solo entre los meses de diciembre a mayo. El estado produce casi la mitad del tomate fresco que se consume en el país, según voceros del sector. La Coalición de Trabajadores de Immokalee ha trabajado con los trabajadores agrícolas para ganar aumentos de un centavo por libra de tomates cosechadas para así aumentar los salarios de los trabajadores además de mejorar sus condiciones de trabajo, salud y seguridad.
La Ley Federal de Normas Laborales Justas (Federal Fair Labor Standards Act) no cubre los trabajadores en agricultura, y aunque en Florida la Constitución del estado provee el derecho a sindicalizarse no existen leyes para proveer un mecanismo para que los trabajadores agrícolas puedan formar sus uniones laborales y por ende son efectivamente negado el derecho a organizar un sindicato.
Trabajadores agrícolas esclavizados en Florida