CHICAGO – “No hay gente grande. Pero hay gente común que responden a los grandes retos con valor”, dijo Carlos Arango, director ejecutivo de Casa Aztlán. Arango hablaba de la vida y el legado de Rudy Lozano en una actividad conmemorando el vigésimo aniversario de su asesinato en el 1983.
Familiares, amistades y compañeros de trabajo llenaron la Biblioteca Pública Rudy Lozano para participar en un programa inspirador de comentarios, poesía y canto. La biblioteca está situada en Pilsen, el centro de la comunidad mejicoamericana de Chicago, donde Lozano trabajó como organizador.
A Lozano lo recordaron como un líder de principios, incansable de la comunidad mejicoamericana que encabezó los esfuerzos para crear una coalición multirracial, el movimiento laboral, la independencia política, y que luchó por la representación minoritaria y los derechos de los inmigrantes y trabajadores indocumentados. Su muerte a la temprana edad de 31 años dejó anonada a la ciudad. La familia de Lozano todavía está muy envuelta en las varias luchas de la comunidad.
En la apertura de la actividad Pepe, el hijo de Lozano, dijo que la juventud urgentemente necesita de modelos como su padre. “Muchos jóvenes tienen coraje y están frustrados por lo que le está pasando. Eso está bien, pero ¿como uno va a retar y usar ese coraje? No le tenga miedo al miedo. Póngase de pie y lucha por lo que crees”, dijo el hijo del fallecido líder latino.
Lozano y su futura esposa, Lupe, empezaron ser activistas mientras estaban en la escuela superior donde ellos organizaron un movimiento en favor de estudios y maestros latinos. Su activismo continuó en la Universidad de Illinois en Chicago. Después se envolvió tanto en los problemas de la comunidad que abandonó su sueño de ser médico.
“Rudy tenía una visión de como debe ser el mundo. Si él estuviera vivo hoy, él estaría luchando por la paz y la solidaridad”, dijo el ex senador estatal Jesús García. García era uno de los varios oradores que había trabajado estrechamente con Lozano cuando eran jóvenes en los movimientos de los 1970s y principios de los 1980s.
García dijo que muchas de las causas por la cual Lozano había abogado se estaban realizando. Él apuntó que Lozano, que era un organizador para el sindicato International Ladies Garment Workers Union (ahora UNITE) cuando murió, había luchado para que el movimiento laboral haga suya la lucha por los derechos de los inmigrantes. Hoy la AFL-CIO lucha por los inmigrantes, aunque todavía falta mucho que hacer, dijo García.
A pesar del duro trabajo, Linda Coronado y Arango hablaron de como gozaron también trabajando con Lozano mientras joven. Ellos hablaron de las noches que se desvelaron debatiendo la teoría y la política y después para levantarse temprano para organizar una manifestación durante los inviernos fríos de Chicago. Estas primeras discusiones condujeron a la acción política independiente para romper con la institución de la maquinaria del Partido Demócrata y el proceso para elegir al primer mejicoamericano a la legislatura estatal.
Muchos hablaron del papel que Lozano jugó en crear la histórica coalición que resultó en la elección del primer alcalde afronorteamericano en el 1983. Ese legado aun vive. Hoy una mayoría de los 50 concejales de Chicago son afronorteamericanos, mejicoamericanos, o puertorriqueños.
En la reciente elecciones municipales, varios candidatos concejales, incluyendo latinos independiente de la maquinaria política del Partido Demócrata del alcalde Richard Daley, fueron electos. La Organización Política Independiente 22 que Lozano, García y otros fundaron todavía existe y su influencia ha crecido. Su trabajo resultó en la elección del concejal Ricardo Muñóz.
Baldemar Velásquez, presidente del Comité para Organizar al Trabajo del Campo, dijo que él y Lozano se encontraron en muchas ocasiones envueltos en las luchas comunes.
“Cuando primero conocí a Rudy, él me miró a los ojos y yo miré a los de él. Éramos almas gemelas. Aquí estaba un hombre de lucha”, recordaba Velásquez. El enfoque constante de Lozano a la base es importante para las luchas de las comunidades y sitios de trabajo hoy, él dijo.
Velásquez dijo que gente como Lozano lo han inspirado a través de los años. “Uno no teme el mañana cuando tiene una hermandad con gente como Rudy”, él dijo.
La familia Lozano anunció que se estaba una nueva colección en la Biblioteca Lozano dedicada a la historia del movimiento de clase trabajadora y a la comunidad mejicoamericana, y especialmente al desarrollo de la política independiente.
¡Que viva Rudy!
Se puede comunicar con John Bachtell al jbachtell@rednet.org
Tributo a un luchador: Rudy Lozano