Para el presidente cubano, Raúl Castro, los resultados fueron "históricamente transcendentales." Fue "el proyecto de unidad de Simón Bolívar y José Martí empezando formarse institucionalmente", escribió Ángel Cabrera, de visionesalternativas.com.
Presidentes y representantes de 33 países latinoamericanos y del Caribe se reunieron el 23 y 24 de febrero para formar una organización llamado provisionalmente la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe [CLACS]. La 21ª cumbre del Grupo Río y la 2ª cumbre latinoamericano sobre integración y desarrollo se reunieron juntas en Cancún, México, para fundar al nuevo grupo.
El presidente boliviano, Evo Morales y su homólogo venezolano, Hugo Chávez, impulsaron la iniciativa con su llamada a la creación de una nueva alternativa a la Organización de Estados Americanos (OEA), "sin el Norte, sin el imperio, sin los Estados Unidos y Canadá". Participaban hasta los dirigentes conservadores latinoamericanos, según un analista, porque rechazan a la tolerancia histórica de la OEA a las tiranías, a las invasiones y a los golpes de estado.
Por lo tanto, el presidente hondureño, Porfirio Lobo, no fue invitado, porque varios gobiernos de la región ven como ilegitima su elección del 29 de noviembre.
Serán divulgadas las detalles organizativas del nuevo grupo en la próxima reunión, programada para Caracas en 2011. El grupo se forma a los 200 años del comienzo de la lucha anticolonial contra España.
Una declaración de 88 puntos traza los métodos, propósitos y objetivos del grupo. Se anuncia la intención de CLACS de "profundizar la integración política, económica, social y cultural de nuestra región" y también de "actuar para promover desarrollo sostenible. . .dentro la estructura de democracia, unidad, solidaridad, cooperación, acuerdo político y un respeto pleno por los derechos humanos". El documento se fija en "los retos que enfrentan a los pequeños países endeudados y vulnerables."
La declaración fundadora cataloga sectores específicos programados para integración: Primero, propuestas financieras, cubriendo mercados financieras, fondos para proyectos de desarrollo, una moneda común y la devolución ordenada de deudas. Sectores a ser incluidos bajo acuerdos futuros incluyen la energía, la integración física de infraestructura, la ciencia y tecnología, seguridad alimenticia, eliminación del hambre y de la pobreza, la salubridad pública y el agua potable. Otra categorías son la educación y cultura, migración, desarrollo sostenible, desastres naturales, el cambio ambiental, la cooperación norte-sur, servicios para la juventud y la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico.
En la sesión final, el presidente mexicano Felipe Calderón, anfitrión de la reunión, anticipaba la "promoción de una agenda regional en foros mundiales y estar en una posición más favorable en acontecimientos globales." El presidente conservador se opinó que la CLACS no plantea ninguna amenaza a otras naciones, y que México seguirá como miembro de la OEA.
Dirigiéndose a los delegados de la cumbre y a periodistas, ofrecieron los jefes de estado opiniones dispares. El presidente brasileño, Luís Ignacio "Lula" da Silva, rechazaba las teorías de motivaciones antinorteamericanas, comparando la situación a niños que crecen y buscan su propio sendero. Lula fue el único para denunciar el golpe de estado en junio del año pasado que derrocaba al presidente hondureño Manuel Zelaya. El presidente brasileño manifestaba optimismo: Habrá un gobierno norteamericano, prometió, que "verá la inutilidad de continuar" el bloqueo a Cuba.
Atenuando su retórica antiimperialista con fines de preservar la unidad, el presidente Chávez pidió que la CLACS no se involucre en la estridencia política. Opinaba que la nueva organización debe enfocarse sobre aspectos administrativos de la integración.
Al fin de la cumbre, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, interrumpió una discusión sobre apoyo a Haití para atacar verbalmente a Chávez. El presidente boliviano, Evo Morales, vio la riña como una provocación por parte de Uribe, fomentada por sus tratantes norteamericanos. El presidente dominicano, Leonel Fernández y otros arreglaron una tregua temporal.
El comentarista Cabrera calificaba como "maravilla" los cambios en América Latina desde 1999, cuando Chávez fue elegido como presidente de Venezuela. Para entonces, Cuba socialista quedaba aislada bajo un bloqueo fuerte, pero ahora se ha afiliado a la comunidad de naciones latinoamericanas y del Caribe como modelo de la independencia y ejemplo digno de la solidaridad internacional. Recordaba sl presidente Raúl Castro a la nación de "nuestra América" (la frase de José Martí) y a la doctrina del prócer que "la patria es la humanidad". Expresaba su aprecio por la denunciación al bloque norteamericano contra Cuba, hizo una llamada por la reconstrucción y descolonialización de Haití y se afilió con la cumbre en apoyar el reclamo argentino a las Malvinas y sus reservas petroleras.
Foto: El presidente brasileño da Silva y el presidente venezolano Chávez en la visita de una refinería Abreu y Lima, Brasil. Wikimedia/CC