Segunda de tres partes
HANOI (Prensa Latina) – Al presentar la demanda judicial a la Corte Federal de Nueva York sobre los efectos del agente naranja-dioxina regado durante la guerra, confiamos en que la justicia y la conciencia existen en Estados Unidos y otros lugares del mundo.
Esto lo afirmó a la prensa en Hanoi el doctor Nguyen Trong Nhan, vicepresidente de la Asociación de las Víctimas del Producto Naranja en Vietnam (AVAND) acerca de la reclamación que fue sometida a juicio ante la justicia norteamericana. El científico vietnamita manifestó gratitud y admiración ante el noble gesto de los amantes de la paz y los progresistas en el mundo, quienes expresan simpatía y respaldo a las víctimas en este país del Sudeste Asiático. El profesor vietnamita patentizó también la esperanza de que el caso será visto con el respeto a la justicia y conciencia.
En su encuentro con los periodistas, Trong Nhan mencionó la solidaridad de Len Aldis, secretario de la Sociedad de Amistad Gran Bretaña-Vietnam, quien estableció un sitio en Internet para llamar a las organizaciones y los individuos a respaldar a las víctimas del producto tóxico. También en su página electrónica el británico exhorta a la Administración de Estados Unidos a reconocer su responsabilidad vinculada al uso del agente naranja durante la agresión, causando así graves consecuencias en distintas generaciones de vietnamitas.
En este contexto, entre 1961 y 1971, la aviación de Estados Unidos diseminó en el Sur de Vietnam 76 millones de litros de ese defoliante en un intento por destruir los selváticos bosques empleados por los patriotas para desplazarse en el territorio en su lucha de liberación. Unos tres millones de vietnamitas resultaron afectados por los agentes tóxicos, incluidos más de un millón de niños, y como consecuencia presentan ahora deformaciones congénitas, cáncer y desórdenes mentales.
El científico vietnamita comunicó que Len Aldis envió una carta abierta sobre el tema a William Clinton, primer presidente de Estados Unidos que reconoció los daños del producto naranja. El mandatario demócrata permitió la remuneración a los veteranos de guerra norteamericanos, que padecen de diversas enfermedades debido a sus contactos con dicho químico toxico.
Trong Nhan confirmó además que a principios del presente año, el activista británico dirigió otra carta abierta al secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, quien se beneficia de la remuneración adicional por el daño del mismo producto toxico. La misiva se remitió con la esperanza de que se incorpore a los veteranos de guerra en Estados Unidos a la lucha por la reclamación de igual recompensa para las víctimas vietnamitas.
Del otro lado, el profesor Kenneth Herrmann, director del “SUNY Brockport Vietnam Program”, remitió una carta a las víctimas en Vietnam para exhortarlas a denunciar sus pérdidas y dolor. Además, en una conferencia sobre el medio ambiente, organizada en Estocolmo, Suecia, en el 2002, más de 60 científicos aprobaron una declaración sobre la reconstrucción en la denominada Indochina. Ese documento destaca que los pueblos de Vietnam, Laos y Cambodia realizan ingentes esfuerzos por ayudar a las víctimas y reconstruir las ciudades y la infraestructura. Sin embargo, necesitan ayuda y llaman a la comunidad internacional, en especial al gobierno de Estados Unidos y a las 33 firmas fabricantes de esos productos tóxicos, a participar en la solución de las consecuencias prolongadas de la guerra.
De ahí que el profesor Trong Nhan explica que partir de 1998 el Fondo de Amparo a las Víctimas del Producto naranja-dioxina recibió millones de dólares como donación de la Cruz Roja de Estados Unidos, Suiza, Gran Bretaña, Suecia, Dinamarca, Noruega y otras organizaciones solidarias. En Vietnam, más de 200 mil víctimas se benefician directamente de esas donaciones y otras 700 mil familiares reciben ayuda indirecta.
A principios del 2004, la Asociación de Veteranos de Guerra en Surcorea, uno de los estados participantes en la agresión, anunció la donación de un millón 500 mil dólares para el proyecto de construcción de una aldea de amistad dedicada a las víctimas del producto naranja en la provincia centro vietnamita de Quang Nam.
De acuerdo con el doctor Trong Nhan, la AVAND es el representante de los más de tres mil demandantes en este pleito, iniciado el 30 de enero pasado ante la justicia estadounidense. El profesor vietnamita rememora que la parte demandante considera que las compañías químicas norteamericanas violaron deliberadamente la ley internacional para enriquecerse de forma ilegal al suministrar el herbicida contenido de dioxina a sus tropas para esparcir en Vietnam, provocando así graves secuelas en seres humanos. Trong Nhan subrayó que la AVAND promueve el caso no solamente por sus propias vidas, sino por los derechos auténticos de miles de otras víctimas en distintos países del mundo, incluso en Estados Unidos.
Según un informe sobre las investigaciones realizadas por los científicos en la Universidad de Columbia, publicado en la revista “Nature” en abril del 2003, tropas norteamericanas utilizaron millones de litros del químico tóxico para esparcir en territorio survietnamita durante la guerra, en las décadas de 1960 y 1970, incluso 366 kilogramos de dioxina, el tóxico más dañino sigue.
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