NASHUA, New Hampshire – La gran mayoría de votantes de New Hampshire parecen que tenían algo en común – buscaban un cambio, una nueva dirección para el país que no fuera la del gobierno de Bush-Cheney al depositar su voto el 8 de enero en la primera elección primaria presidencial del país.
En la contienda demócrata Hillary Clinton ganó 39 por ciento, Barack Obama 36 por ciento y John Edwards 17 por ciento. Bill Richardson ganó cinco por ciento mientras que el congresista Dennis Kucinich sacó un por ciento. El ex senador por Alaska Mike Gravel obtuvo menos de un por ciento.
En la contienda de los precandidatos republicanos, John McCain salió por adelante de Mitt Romney, considerado el favorito por haber sido gobernador de vecino estado de Massachusetts, que sacó 32 por ciento. El ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee, que salió primero la semana anterior en Iowa, salió tercero con 11 por ciento. Mientras tanto el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani obtuvo nueve por ciento y el congresista Ron Paul sacó ocho.
Dándole gracias a sus partidarios, la senadora Clinton subrayó las cuestiones que motivaban al público a votar. Ella dijo que habían familias “que han perdido sus hogares al banco, hombres y mujeres que trabajan día y noche pero no pueden pagar las cuentas y ojalá no se enfermen porque no pueden pagar el seguro médico, [y] jóvenes tienen con qué ir a la universidad para seguir sus sueños”.
Aunque Clinton salió primero en las primarias de New Hampshire, ella y Obama ganaron nueve delegados cada uno. Edwards ganó cuatro. La contienda por la nominación demócrata para la presidencia está básicamente empatada entre estos tres precandidatos. Obama tiene 25 delegados, Clinton 23 y Edwards 19.
En la contienda republicana Huckabee tiene 31, Romney 21, McCain siete, Paul dos, y Fred Thompson tres.
Muchos de los votantes tomaron sus decisiones sobre por quien votar en los últimos días antes de la primaria. Muchos hasta llegaron a las urnas sin haber tomado una decisión todavía.
De compra un uno de los centros comerciales del sur de New Hampshire, Tim Welles dijo, “Las cosas tienen que cambiar” en el país. Él continuó diciendo que Bush ha dejado que “los empleos se vayan del país” mientras usaba los fondos de los contribuyentes para “una guerra estúpida”.
La ira de Welles vino en parte porque se vio obligado dejar la escuela para trabajar cuando su padrastro perdió su trabajo al cerrar la fábrica. “Yo quiero votar por uno que sea diferente, quizás Obama o McCain”, él dijo. Muchos votaron por el republicano McCain porque tiene reputación de se independiente a pesar de que apoya a la guerra de Bush.
Para los sindicalistas y trabajadores la cuestión de retener y crear empleo fue de suma importancia.
“Después del impacto devastador del TLCN sobre la manufactura y la clase media, esta elección es la elección más importante”, dijo Bill Pienta, director regional para el noroeste del Sindicato Unido de Obreros Siderúrgicos. “No hay alternativa a conseguir que los precandidatos hablen de la pérdida de millones de empleo de manufactura”, él dijo.
Ese sindicato trajo entre 50 y 60 voluntarios para hacer campaña por Edwards. Él le dio crédito a Edwards por traer las cuestiones que preocupa al movimiento sindical dentro del debate presidencial.
Michael Atkins y Silvia Gale, son integrantes de la directiva de una agencia que aboga por los niños. “Silvia y yo creemos en lo mismo. Lo único es que diferimos en quien es la mejor persona para dirigir al país”, dijo Atkins, una abogado, mientras aguantaba letreros para Hillary Clinton.
Mientras aguantaba un letrero para Obama, Gale dijo que estas elecciones eran muy importante porque “estamos en un estado peligroso”. Ella agregó que esta elecciones “afecta a nuestro país y el globo”.
Aunque “siendo una feminista de por vida las cuestiones de la reproducción son importante para mi”, ella dijo, la cuestión prioritaria para el país es “poner fin a una guerra innecesaria que nos está robando a nuestra generación”. Ella dijo que la guerra en Irak era semejante a la de Vietnam en que esta también “nos robó de nuestros recursos – las vidas humanas”.
Una señora de edad avanzada se le acercó y le dijo, “Yo quiero dejarle saber que es por Barack Obama que yo estoy aquí hoy votando. Yo nunca he votado en unas elecciones primarias”.
Las cuestiones políticas, junto con el agradable tiempo en el que las temperaturas subieron a un récord de 67 grado F, hizo que votaran más de 526.000 – un récord en unas elecciones primarias en este estado. En algunos precintos tuvieron que juramentar a gente para inscribir a los nuevo votantes. Mientras que en otros tuvieron que hacer papeletas en fotocopia. New Hampshire es uno de los pocos estados donde uno puede inscribirse a votar el día de las elecciones.
Sandy McCarthy le dijo a Nuestro Mundo que ella era de Massachusetts y no podía votar en New Hampshire, pero apuntó a un letrero de Bill Richardson, el único latinoamericano en la contienda, y dijo, “Ese me gusta”. “Él quiere poner fin a la guerra el primer día que sea presidente... Podemos usar esos fondos para ayudar a gente que están perdiendo sus casas”, explicó diciendo que su prima, runa madre soltera, había perdido la casa.
Nacida en El Salvador, Ester González dijo que su preocupación principal era la reforma migratoria. “Yo voy a escoger a alguien que vaya arreglar la situación de la gente que no tiene papeles”. Ella dijo que esta era una manera de empezar “arreglar” las cosas que están mal en el mundo mientras entraba al sitio de votación con su esposo y hijo pequeño.
En Manchester, Juan Grullón y su novia norteamericana Anne Delacroix también estaban preocupados con la cuestión de los indocumentados. Grullón, de la República Dominicana, no era ciudadano todavía pero su novia dijo que votaría con eso en mente.
Margarita Jamie dijo que a ella y su esposo David le preocupaba los problemas relacionados a la gente trabajadora. Ella dijo que el gobierno no ayudaba a esta gente. “Es importante para mi votar hoy porque me importa que bregue con esto y también seguro médico es un tema grande para mi”. Ella dijo que el costo de seguro médico “se ha ido por el cielo y deben hacerlo más asequible, especialmente para la gente de clase media que están tratando de pagar sus cuentas con lo que tienen”.
Susan Webb contribuyó a este artículo.
Votantes de New Hampshire buscan cambios