Adelanta lucha por derechos laborales

Los esfuerzos de la compañía Smithfield, la más grande de carne en el mundo, para prevenir que sus obreros organicen un sindicato se ha convertido en una lucha para que el Congreso pase legislación que lo haga más fácil organizarse en el trabajo. Esta lucha está teniendo fruto visto que la Cámara de Representantes votó a favor del proyecto de ley Libertad para Empleados Escoger el 1 de marzo.

Los obreros de esta planta estuvieron en las noticias cuando muchos salieron en huelga porque la gerencia estaba despidiendo a obreros indocumentados el año pasado.

Actualmente los patronos puede demorar y hasta obstaculizar los deseos que sus empleados tienen de formar un sindicato a través de insistir que se haga una elección por un sindicato a pesar de que la mayoría han firmado tarjetas autorizando que un sindicato lo representen.

Al prolongar este proceso por años, las empresas muchas veces usan intimidaciones, la coacción, y despidos ilegales para ahuyentar a los trabajadores. Bajo la nueva ley, que primero se tiene que pasar en el Senado y ser firmada por el presidente para que entre en vigencia, cuando la mayoría de empleados firmen tarjetas indicando que quieren ser representados por cierto sindicato, la empresa tiene que aceptarlo y negociar con el nuevo sindicato.

En testimonio dado en vistas públicas en la Cámara, Keith Ludlum habló a favor del proyecto de ley. Ludlum trabaja en la planta de Smithfield en Tar Heel, Carolina del Norte. Los obreros han tratado de conseguir ser representados por el Sindicato de Trabajadores Comerciales y Alimentos (UFCW por sus siglas en inglés) desde 1994.

Durante ese tiempo en dos elecciones para representación sindical, Smithfield acosó, amenazó y vigilaba a los obreros que la empresa sospechaba de apoyar a la unión laboral. En cada una de las “elecciones libres” los obreros perdieron el derecho de ser representados por un margen estrecho.

En 1994 Ludlum fue despedido por Smithfield por tratar de organizar el sindicato. El UFCW formuló cargos contra Smithfield y en el 2006, después de años de acción juridica, la Junta Nacional de Relaciones Laborales (JNRL) ordenó a la compañía a que lo contratara de nuevo y le pagara lo que perdió en salario. Resuelto a luchar en contra la injusticia, él dejó un trabajo buen pagado y seguro para regresar a Smithfield.

Cuando un congresista le preguntó porqué haría algo así, Ludlum dijo que para él el colmo de la situación fue cuando se encontró con un obrero que se había roto la pierda en la planta. Ludlum vio al obrero en la planta el próximo día y le preguntó qué hacía ahí. El obrero dijo que no quería perder su trabajo y la compañía no quería reportar a la agencia federal de seguridad y salud en el trabajo que un empleado había perdido tiempo por una herida en la planta.

“Por semanas, lo vi cruzar el lote de estacionamiento con dificultad” para llegar a su departamento, dijo Ludlum. “Al fin, un día, me acerqué a los capataces y les pregunté porqué no le daban un espacio más cerca de la entrada para evitar que se golpee más. Ellos me dijeron que solo los gerentes se podían estacionar allí. Él era solo un obrero”.

Legisladores republicanos en la comisión ante la cual Ludlum daba testimonio dijeron que no querían aprobar la ley porque les quitaría a los trabajadores el derecho a una “elección secreta y justa” para reemplazarla con un sistema donde se puede presionar a la gente.

Ludlum describió la elección del 1977 en Smithfield.

“Durante ambos días de la elección del 1997, alguaciles del condado … armados alinearon la entrada a la planta… Mientras los obreros pasaban la línea de policía ellos vieron a los administradores de la compañía con el jefe de la oficina del alguacil”.

Otro republicano dijo que tenía “problema” con apoyar a la ley porque “le niega a los trabajadores la misma libertad que todo norteamericano tuvo el 2 de noviembre” pasado, día de las elecciones.

Ludlum le contestó, “Con todo el respeto que se merece, señor, cuando usted votó el 2 de noviembre ¿la gente que apoyó al candidato por el cual usted no votó se acercaron a las urnas con alguaciles y miembros del otro partido político con escopetas apuntando hacia usted?”.

Los sindicatos y gente que creen en justicia para los trabajadores piensan que es imprescindible pasar esta ley para poner fin a los abusos que cometen compañías como Smithfield contra los trabajadores que reclaman sus derechos.