Como sería el caso después de cualquier desastre natural, las enfermedades acarreadas por el agua podrían proliferar en forma desenfrenada y las sustancias químicas y el petróleo podría escaparse de instalaciones de almacenaje dañadas a consecuencia de la magnitud 7,0 del sismo que destruyó casi todo Haití el 12 de enero. Sorprendentemente, no se ha encontrado ningún derrame grande durante los esfuerzos iniciales de rescate tras el temblor, pero por supuesto el foco ha estado en salvar vidas humanas y restaurar el orden civil.
Según el Programa del Medio Ambiente de Naciones Unidas (UNEP), el problema más grande son los escombros de la construcción; un 40 al 50 por ciento de los edificios se cayeron en Port-au-Prince y sus pueblos vecinos. "Miles de edificios llegan a ser de repente escombros y esto agobia la capacidad de tratamiento de desechos," dice Muralee Thummarukudy de UNEP, que dirige los esfuerzos de reunir desecho para su reuso en proyectos de reedificación.
Aún antes del temblor Haití tenía problemas ambientales mayores. La tala intensiva de árboles que se inicia en los años cincuenta redujo la cobertura de bosque de Haití del 60 por ciento a menos del dos por ciento hoy. Esta falta de árboles causa problemas inmensos de erosión de tierra, amenazando tanto alimentos como limpias fuentes de agua para multitudes de personas hambrientas y sedientas. "Si usted tiene cobertura de bosque, cuándo se presenta un aguacero fuerte no se erosiona la tierra," informa Asif Zaidi de UNEP. "No tiene como resultado crecidas". El agrega que, debido a su falta de cobertura forestal, Haití sufre mucho más durante huracanes que la República Dominicana vecina.
Agravando estos insultos ecológicos está también la rápida población creciente de Haití, que ahora llega a 9,7 millones y que está creciendo al 2,5 por ciento por año. Esto ha empujado a millones de haitianos a áreas marginales como tierras inundadas y a terrenos que de otro modo podrían ser utilizados provechosamente. "La mayoría de las áreas fértiles a menudo se utiliza para barriadas, mientras que laderas y paisajes empinados se utilizan para la agricultura," informa Beth Cypser de USAID. Los problemas resultantes de sanidad han elevado los casos de disentería, malaria y tuberculosis resistente a drogas entre la población indigente de Haití. Playas llenas de basura, vías navegables malolientes, enjambres de peces muertos y toneladas de escombros flotantes atestiguan los problemas de contaminación del agua de Haití-ahora exacerbados por el sismo.
"Necesitamos...crear mecanismos que refuerzan el mejor uso de recursos naturales," dice Zaidi de UNEP. Antes del temblor, UNEP se había comprometido a un proyecto de dos años para para restaurar los bosques de Haití, los arrecifes de coral y otros sistemas naturales comprometidos por los problemas económicos de la isla. Proporcionar accesso al propano para favorecer un cambio de las cocinas a carbón es un objetivo inmediato. A más largo plazo, UNEP espera que el programa ayude a recomenzar los esfuerzos de repoblación forestal e inversiones en la infraestructura renovable de energía allí.
Quizás la perspectiva consoladora del sismo en Haití es el hecho que millones de personas alrededor del mundo ahora saben acerca de las angustias y apremios de la gente y el medio ambiente del país, y los donativos han comenzado a entrar a raudales. Cualquiera persona interesada en respaldar las operaciones de auxilio en Haití puede enviar un mensaje de texto que detone un pequeño donativo a la Cruz Roja norteamericana (texte "HAITI" a 90999 y $10 serán donados y añadidos a su próxima cuenta del teléfono). Los concernidos acerca del agua potable limpia deben donar específicamente al World Water Relief , una organizaci_ón no lucrativa que se especializa en la instalación de sistemas de filtración de agua en Haití y otras áreas azotadas por desastres del mundo.
CONTACTOS: American Red Cross, http://www.redcross.org; World Water Relief, http://www.worldwaterrelief.org.
Foto por Remi Kaupp, Wikipedia.