WASHINGTON - Los dirigentes de las dos federaciones sindicales nacionales, mas el presidente de la unión nacional de los Teamsters [Carreteros], James Hoffa, criticaba agudamente a la alianza entre la Casa Blanca de Obama y Wal-Mart que fue anunciada el 20 de junio. La crítica fue debida a los pobres trabajos y actitud antiobrera de ese monstruo del menudeo
La alianza, revelada en una ceremonia que también incluía a otras cadenas de menudeo, fue diseñada para subrayar el compromiso de sus tiendas a traer frutos y vegetales frescos a las áreas urbanas y rurales en donde hacen falta. Es parte de una campaña por el consumo de alimentos frescos y por la nutrición saludable, patrocinada por de la Primera Dama Michelle Obama.
Como parte de su compromiso Wal-Mart prometía construir 275 nuevas tiendas, particularmente en comunidades urbanas de bajos recursos en donde hacen falta supermercados grandes.
El presidente de la AFL-CIO, Richard Trunca, y el presidente de Change To Win [Cambiar para Vencer], James Hansen, también dirigente de la mayor unión laboral de trabajadores de tiendas de alimentos, los Trabajadores Alimentarios y Comerciales Unidos [United Ford and Commercial Workers], dijeron que la administración está dando caso omiso al impacto negativo de Wal-Mart a sus trabajadores y a las ciudades. Dicen ellos que la mega cadena paga salarios cerca de la pobreza con beneficios caros o hasta no existentes. Agregaba Hoffa que los salarios de Wal-Mart son tan bajos que ya corren los hijos de los trabajadores un riesgo de malnutrición porque sus papás y sus mamás no ganan lo suficiente ni para poderles comprar alimentos saludables.
"Las familias trabajadoras necesitan de urgencia un liderazgo que les permitiera a los norteamericanos volver a los buenos trabajos, a pagar sus impuestos, a gastar en sus comunidades y a ahorrar para su jubilación. El evento de hoy en la Casa Blanca subrayando la expansión de Wal-Mart a las zonas urbanas hace minar el mensaje de la necesidad de esos trabajos buenos, trabajos que puedan reconstruir a nuestra clase media." Dicen Trumka y Hansen que la unión de Hansen ya tiene años tratando de sindicalizar a los trabajadores de Wal-Mart.
En cuando abren una tienda de Wal-Mart en una comunidad determinada, se suelen desplazar los trabajos existentes con trabajos a nivel de pobreza, dicen los dirigentes sindicales. "Decenas de miles de 'asociados' de Wal-Mart (la compañía así les llama a sus trabajadores) ya califican para, y utilizan cupones (estampillas, beneficios) de alimentos, Medicare y Medicaid. En estos momentos de estrés presupuestario el modelo empresarial de Wal-Mart está siendo subsidiado a espaldas de los contribuyentes norteamericanos
"No hay justificación ninguna para que pague el mayor empleador privado de la nación salarios tan bajos que cualquier de sus empleados pueda calificar para la asistencia pública. Y, no hay justificación ninguna por celebrar a un patronato privado cuyo modelo de negocio se basa en la supresión de salarios a sus 1,4 millones de empleados
En pocas palabras, si se van a crear trabajos, hay que asegurarse que sean "trabajos buenos, en la escala que se necesite" cuando la taza de desempleo anda arriba de los 9 por ciento, declaraban Trumka y Hansen. "Le pedimos a la administración estar al lado de las comunidades que han pedido a Wal-Mart que fortalezcan a las comunidades que entren en vez de empujar para abajo los estándares y salarios".
Hoffa hizo ligar los salarios bajos de Wal-Mart a la malnutrición infantil.
"Las compañías como Wal-Mart que no pagan a sus trabajadores salarios decentes hacen condenar a los niños a la pobreza, a la desnutrición y a las perspectivas reducidas para sus futuros," dijo. Comentaba su "ejecutivo en jefe recientemente que a los clientes de su compañía 'se les está acabando el dinero.' Es una muy buena indicación de que el problema con nuestra economía es precisamente la falta de trabajos buenos. Quiero urgir a la Casa Blanca que reconsidere su compromiso con Wal-Mart mientras Wal-Mart no se acuerde a crear esa clase de trabajos buenos que les puedan ofrecer a sus empleados un estándar decente de la vida".
Wal-Mart ha usado su imán de trabajos para tratar en especial a entrar a las zonas de muy bajos recursos de las ciudades norteamericanas. Acaba de establecer una tienda en el barrio Pullman de Chicago, ciudad natal de Obama e irónicamente, barrio que por su mismo nombre simboliza a la avaricia corporativa histórica contra los trabajadores, y está buscando abrir tiendas en los barrios más pobres de Washington, D.C. y Nueva York.