Derrocamos a Bush para el progreso latino

Editorial

Al entrar un nuevo año es costumbre reflesionar sobre el pasado y planear para el futuro. Nosotros en Nuestro Mundo/People’s Weekly World también hacemos lo mismo.

El año pasado se anunció que los latinos eran la “minoría” más grande de Estados Unidos, sobrepasando a los afronorteamericanos por medio millón. Hoy los 39 millones de hispanos constituyemos, oficialmente, 13 por ciento de la población estadounidense. Se espera que el número llegue a 40 millón, por lo menos, en el 2004.

Claro está que venimos de distintos países con culturas e historias diferentes, aunque con muchos aspectos similares. Desde Méjico viene 60 por ciento de los latinos, los puertorriqueños constituyen un 10 por ciento y los cubanos cuatro. De Centroamérica, especialmente de El Salvador, viene otro 15 por ciento. El resto vienen de la República Dominicana y Sudamérica.

Sin embargo, al venir a este país sufrimos de los mismo problemas.

Las familias de 64 por ciento de nuestros niños viven en la pobreza. Un aumento de siete por ciento desde el año anterior. En Nueva York, 59 por ciento de los que reciben asistencia pública son latinos.

El nivel de desempleo de los hispanos está 125 por ciento que la población entera del país. El ingreso promedio de una familia hispana es 30 por ciento más bajo que el promedio nacional. Una tercera parte de los latinos no tienen seguro médico.

Somos 13 por ciento de población, pero en Irak, los soldados latinos son 18 por ciento de las pérdidas.

Y así sigue en todos los aspectos de la vida en EEUU – de lo bueno tenemos menos, y de lo malo tenemos más. Podemos hacer una de dos cosas – aceptar la situación como está, o luchar para superarla.

Por nuestra población creciente los políticos buscan nuestros votos. Como 50 por ciento del aumento de la población hispana son inmigrantes que no son ciudadanos todavía, el voto latino, aunque creciendo, no refleja nuestros números. Siendo así, todavía es necesario la participación política de los latinos. Esto incluye no solo en sacar a otra gente a votar, sino en participar en actividades de masa como marchas y manifestaciones contra los ataques al pueblo.

Actualmente, los centros de poder político a nivel nacional están en manos de los ultraderechistas del Partido Republicano. Este grupo, encabezado por George W. Bush, han estado recortando proyectos de educación pública, salud, beneficios para los pobres, las mujeres, los ancianos y la juventud. Ellos están atacando a la acción afirmativa y la educación bilingüe. Están usando los fondos del pueblo para recortes de impuestos para las corporaciones y los ricos y gastando dinero haciendo guerras inecessarias contra otros pueblos del mundo, mientras recortan fondos para las necesidades del pueblo.

Es imprescindible que los latinos estamos unidos a los otros sectores populares de este país. Junto a los afronorteamericanos y otras minorías raciales y nacionales, a las mujeres, ancianos y jóvenes. Y principalmente con los trabajadores y sus organizaciones para empezar a crear un mundo mejor. Y la primera tarea que tenemos es la derrocar a la ultraderecha que nos gobierna.