Detenidos por exigir cuidado de salud

Plantón de 22 dirigentes sindicales por un cuidado universal de salud

Fueron detenidos 22 dirigentes sindicales en el Capitolio Estatal en Hartford, Connecticut, el 1º de junio por exigir el cuidado universal de salud.

Se llevaron acabo los arrestos en distintos puntos del Capitolio en medio de una fuerte presencia policíaca. Los dirigentes sindicales participaban en un plantón fuera de las oficinas del gobernador y las de los presidentes de la Cámara Baja y del Senado cuando fueron detenidos por la policía.

El plantón fue realizado después de un rally de más de cien activistas fuera del edificio, exigiendo la aprobación del cuidado universal estatal de salud en los seis días antes del cierre de la sesión legislativa. Este año la cuestión número uno que enfrentaba la Legislatura de Connecticut fue la del cuidado universal de salud.

Entre los dirigentes sindicalistas arrestados estaba Brian Petronella, presidente del Local 371 de la unión de Trabajadores Alimentarios y Comerciales Unidos (UFCW), de 11.000 miembros. Dijo a Nuestro Mundo que participaba en el plantón frente a las oficinas del gobernador porque “muchos trabajadores de bajo salario, incluyendo a trabajadores de tiendas y supermercados, se ven obligados a meterles a sus hijos a los programas estatales para niños que de otra manera no tienen acceso al cuidado de salud”.

“Es un ultraje”, declaró, “que tan pronto que te ocupen te entregan una solicitud para pedir asistencia social estatal, ya que ellos mismos saben muy bien que no ofrecen nada en términos de salarios y beneficios”.

Entre las primeras compañías a hacer esto fue Wal-Mart, y desde entonces otras compañías han agarrado la onda también.

Cuando fue notada durante la entrevista con Nuestro Mundo que una acción militante como esta por parte de dirigentes sindicales lleva la lucha por cuidado decente de salud a nuevo nivel, declaró Petronella, “Si más dirigentes sindicales alrededor del país harían esta clase de cosa, tendríamos mucho más progreso sobre las cuestiones de cuidado de salud y en muchas otras cuestiones”.

Otro dirigente detenido fue Robert Madore, director de la Región 9A de la unión de Trabajadores del Auto Unidos (UAW), con 67.000 miembros. Dijo Madore a los reporteros presentes en el Capitolio que había comenzado su plantón en las oficinas de la gobernadora republicana, Jodi M. Bell, cuando no se hizo presente ella a una reunión que se la habían pedido a las 4:00 p.m.

“Desde diciembre hemos intentado comunicarnos con la gobernadora”, dijo Madore. “Ni siquiera tuvo la bondad de respondernos, ni nos llamó, ni nos mandó fax. Estábamos listos a ser arrestados e íbamos esperarla por el tiempo que sea necesario. Creemos que esta situación ha de ser resuelta ya”.

Participaron en el rally dirigentes de varias otras uniones, entre ellas la Federación Norteamericana de Maestros, la Asociación Internacional de Maquinistas, la Federación Norteamericana de Empleados Estatales, de Condado y Municipales, los Camioneros (Teamsters), la Unión Internacional de Empleados de Servicio, además del Partido “Familias Trabajadoras” y del Grupo de Acción Ciudadana de Connecticut.

Los 22 detenidos fueron acusados de haber alterado al orden público, infracción menor, y más tarde fueron puestos en libertad.

Michael Fallon, jefe de policía del Capitolio, dijo que seis de los arrestados se negaron a poner fin a su plantón a las oficinas de la gobernadora, y que los otros 16 fueron detenidos porque estaban bloqueando a varias escaleras en el edificio.

John Olson, presidente de la AFL-CIO de Connecticut, se dirigió a la muchedumbre que se manifestaba a las afueras del Capitolio. Fue vitoreado fuertemente cuando levantó un letrero nombrando a los legisladores estatales que recibieron el apoyo del movimiento sindical en las últimas elecciones, y con el mensaje, “¡Esperamos que cumplan!”

La Legislatura ha estado bajo presión a que se apruebe una ley dirigida a las necesidades de las más de 400.000 personas de Connecticut que no tienen cobertura de salud y otros miles que carecen de una cobertura adecuada, porque en 2006, a pesar de la elección de una gobernadora republicana, instalaron los votantes de Connecticut a un Senado y a una Cámara de Representantes demócratas a prueba de veto.

Las compañías de aseguranza, cuyas oficinas nacionales se encuentran en todas partes por las calles mayores de Hartford, habían cabildeado a los legisladores, diciéndoles que el estado no alcanzaría pagar una cobertura universal. Sin embargo, mostró un estudio legislativo que esa medida hasta ahorraría a Connecticut más de un millón de dólares.

Indican encuestas recientes que apoya un 84 por ciento de la gente del estado el cuidado universal de salud.

El 5 de mayo, la Fundación por Cuidado Universal de Salud patrocinó a un rally fuera del Capitolio, con la asistencia de más de 5.000 personas. Desde entonces miles de cartas, postales y visitas a legisladores, además de vigilias en el Capitolio, han seguido como partes de la campaña.

Aunque más tarde en la semana cayó corta la Legislatura en el esfuerzo por pasar una reforma de cuidado universal de salud, muchos ven como algo muy positivo el crecimiento de un amplio movimiento en pro del cuidado universal de salud alrededor del estado.

A la madrugada del 6 de junio, poco antes de finalizar sus sesiones, aprobaron el Senado y la Cámara Baja una propuesta de ley que extendería cobertura a la gente trabajadora de bajos recursos y a alguna gente de clase media con ampliar a la elegibilidad y aumentar pagos a los proveedores médicos. La gobernadora ha declarado que vetará a la propuesta.

“Está muy bien que han hecho esto, pero aún nos quedamos muy lejos de una reforma de cuidado universal de salud”, dijo Beverly Brakeman, de la organización Ciudadanos por la Oportunidad Económica, uno de los grupos comprometidos a la lucha por el cuidado universal de salud en el estado.

El rally que tuvo lugar antes de las detenciones de los dirigentes sindicales fue parte de una semana de acciones en la cual, además de los sindicalistas, participaban personas jubiladas, religiosos, empresarios y activistas de base, todos presionando a la Legislatura a que se apruebe a una reforma de cuidado universal de salud.

jwojcik @pww.org

Joelle Fishman contribuyó a este reportaje.