Altos dirigentes sindicales terminaron una gira a Colombia el 13 de febrero declarando al presidente de ese país, Álvaro Uribe, que los sindicatos norteamericanos no apoyarán al tratado de libre comercio entre Estados Unidos y Colombia hasta que no se ponga fin a los asesinatos de sindicalistas colombianos por escuadrones de la muerte ultraderechistas en ese país sudamericano.
Durante su gira de dos días a Colombia, los dirigentes laborales norteamericanos encontraron que los sindicalistas de ese país operan en un clima de temor bajo el cual fueron asesinados 38 de ellos en 2007 y ocho más, casi uno por semana, desde el 1mo de enero del año en curso. El presidente Bush había exigido en su discurso más reciente sobre de el Estado de la Unión Norteamericana la aprobación por el Congreso al acuerdo comercial con Colombia.
La ex vicepresidente, ahora jubilada, de la AFL-CIO, Linda Chávez Thompson, el presidente del sindicato de Trabajadores de Comunicación de Norteamérica [CWA, por sus siglas en inglés], Larry Cohen, y el abogado del sindicato de Obreros Siderúrgicos Unidos, Dan Kovalik, se reunieron durante dos días con dirigentes sindicales colombianos, con representantes de la Organización Internacional del Trabajo en Colombia, y con líderes elegidos de ese país, entre ellos al presidente Uribe.
Encontraron que el gobierno colombiano ha minado de manera sistemática a los derechos laborales mientras dedica solo un esfuerzo mínimo a resolver los asesinatos de sindicalistas colombianos.
Entre estos asesinatos uno de los más recientes es la muerte de Yebrain Suárez, de 32 años, dirigente del sindicato de oficiales correccionales de ese país. El 28 de enero fue asesinado a balazos en la puerta de su casa cuando llegaba del trabajo.
Dan Kovalik le dijo a Nuestro Mundo, “Aun sin los asesinatos, este acuerdo comercial es un desastre tanto para los trabajadores norteamericanos como para el pueblo de Colombia. En EEUU impulsará la exportación de empleos y hará daño a los colombianos porque serán inundados con alimentos baratos enviados por las grandes empresas multinacionales. Esto destruirá a su cosecha principal, el arroz, y acabará con enpobrecerles y desalojarles a millones de gente, precisamente lo que pasó con el tal llamado Tratado de Libre Comercio en México.
“El desalojo masivo de gente como en ese caso luego sale contribuyendo al sinnúmero de gente que se ve obligada a abandonar a sus países”, indicó Kovalik.
Puso en tela de duda los argumentos del gobierno Bush de que ya era momento de aprobarse el acuerdo comercial porque el número de asesinatos de sindicalistas es menor que en años anteriores cuando fueron matados cientos cada año.
“Eso es nada más porque quedan menos para matar”, declaró Kovalik. “Los escuadrones de la muerte persiguen a los sindicalistas que operan entre el un por ciento de trabajadores que gozan de derechos de negociación colectiva y son estos cada ves menos. La fuerza de trabajo total sindicalizada es del cuatro por ciento, pero solo tiene derechos de negociación colectiva ese uno por ciento”.
Kovalik se mostró optimista sobre la lucha del movimiento sindical en contra de la aprobación del acuerdo comercial con Colombia. Dijo que los sindicatos están comprometidos con la dirigencia demócrata de la cámara baja a no permitir ningún voto sobre la medida, y que el movimiento sindical piensa exigirles que cumplan con ese compromiso. Ella dijo que tanto Barack Obama como Hillary Clinton, precandidatos presidenciales demócratas, se opone a la medida y que John McCain, precandidato republicano, está a favor.
Dijo Chávez Thompson, “Estuvo importante la reunión con el presidente Uribe porque mandó esto un fuerte mensaje de solidaridad para con las uniones laborales colombianos. Nuestra tarea acá es la de apoyarlos a ellos en su lucha por reconstruir al movimiento sindical luego de décadas de violencia y la erosión constante de derechos legales”.
Los dirigentes laborales norteamericanos se reunieron con dirigentes de las federaciones sindicales principales de Colombia, que les dijeron que estaban opuestos al acuerdo comercial tanto por las agresiones a los dirigentes sindicales que por los malos efectos que traerá el pacto para los trabajadores colombianos.
El gobierno colombiano mantiene una política consistente antisindical. Los tribunales colombianos han ordenado al gobierno de Uribe contratar con pago perdido a los trabajadores que se habían ido a la huelga recientemente y fueron despedidos. Pero el gobierno se niega a acatarse al fallo del tribunal.
Cohen, del CWA, hizo comentario sobre el mínimo porcentaje (un por ciento) de trabajadores colombianos que tienen contratos sindicales: “Es la taza más baja del hemisferio, y entre los peores del mundo. Matan a los sindicatos, no solo a los dirigentes sindicales”.
Después de Colombia, Filipinas tiene la segunda taza más alta de asesinatos de sindicalistas, con 33 asesinados en el curso del año pasado. También hubieron 201 amenazas de muerte a sindicalistas en 2007.
Kovalik, que había viajado anteriormente a Colombia, dijo que la falta de derechos sindicales en Colombia es solo una de tantas razones por preocuparnos por las altas cantidades de ayuda militar que EEUU manda con regularidad a ese país sudamericano.
Los dirigentes sindicales norteamericanos participaron en una vigilia organizada por los sindicatos laborales colombianos.
Chávez-Thompson declaró en la vigilia, “Estamos aquí para rendir homenaje a los miles de sindicalistas colombianos que entregaron sus vidas por sus creencias. Y estamos aquí para celebrar sus vidas, porque murieron para mejorar la vida a sus hermanas y a sus hermanos, en Colombia y en el mundo entero”.
Dirigentes sindicales norteamericanos a Bush: ¡Ningún trato con asesinos!