Las recientes olas de protestas por los derechos de los inmigrantes es testimonio a la unidad de la clase trabajadora bajo la bandera de derechos iguales para todos. Los derechos para los inmigrantes es una cuestión fundamental a los derechos humanos, derechos laborales y derechos civiles. La lucha por los derechos de los inmigrantes en EEUU, igual que en todo el mundo, está en el interés de todo trabajador, igual que con los intereses de todos los pueblos que luchan contra el racismo y la discriminación. Esta ola de protesta fortalece todas las luchas proletarias.
Una base fundamental para el progreso proletario es la solidaridad internacional, especialmente con los trabajadores explotados por el imperialismo. Familias en toda las Américas, también como en África y Asia, y hasta en partes de Europa son forzado dejar la tierra y son obligados por las pésimas condiciones, producto de la globalización capitalista en su búsqueda por más y más ganancias, a salir de sus países. Muchos escogen venir a EEUU, por verlo como un sitio donde podrían hacer un vida mejor.
No obstante, la ultraderecha reaccionaria racista propaga mitos antiinmigrantes para dividir a la clase trabajadora para que luchemos entre nosotros por migajas mientras que los ricos y los elites se llenan la panza.
Uno de los mitos es que nosotros les quitamos empleo. La crisis del desempleo no la causan los inmigrantes. Como inmigrantes hacemos contribuciones al país, pagamos impuestos, compramos mercancía y ayudamos con nuestro aporte económico a crear empleo. La realidad es que el desempleo lo crea el capitalismo. Está en le interés de todos de clase trabajadora unirse para luchar por trabajo y prácticas laborales justas.
El capitalismo obliga a la clase trabajadora competir por empleo, porque las corporaciones transnacionales se lucran de esa competencia y hace miles de millones en ganancias. Ellos quieren que Peter se oponga a María, y Jamal contra Thuy. De esta manera ellos rebajan a los salarios, privatizan las escuelas públicas, recortan programas sociales para el pueblo y les otorgan recortes en impuestos para las corporaciones, entre otros esquemas para aumentar sus ganancias.
Pero en las últimas pocas semanas, millones de trabajadores y sus familias se han expresado participando con los inmigrantes y se ha despertado un nuevo espíritu internacionalista.
Unidos vencemos, nativos e inmigrantes.
Editorial: ¡Unidos estamos!