Editorial

Si uno mira a mucha de la propaganda electoral que los candidatos y precandidatos a la presidencia de Estados Unidos dirigen hacia los latinoamericanos que son ciudadanos de este país, pensaría que hay solo una cuestión que les preocupa – la reforma del sistema de inmigración.

Mientras es verdad que la cuestión de inmigración llegó a ser la prioridad número uno para la mayoría de los hispanos, esto fue motivado por el proyecto de ley del congresista republicano Jim Sensenbrenner. Su proyecto de ley era uno que criminalizaba a los indocumentados. Este proyecto fue parte de la estrategia política de dividir y conquistar de los republicanos.

Esta política ha creado condiciones que injustamente afecta a todos los inmigrantes, sin importar su condición de residencia legal, documentación o ciudadanía. Por ende, también afecta a todos los latinoamericanos e hispanos en cuestión de discriminación en la educación, vivienda, empleo, entre otros aspectos de la vida cotidiana.

Antes del proyecto Sensenbrenner las encuestas hecha por organizaciones latinas mostraban que la cuestión de inmigración, aunque entre las más importante, no estaba en primer lugar.

En el 2004 un proyecto de ley pagado por el Concilio Nacional de La Raza encontró que la educación pública y el estado de las escuelas estaba en primer lugar. Siguiéndole a esta cuestión estaba la de empleo y la economía. Y en tercer lugar estaba la cuestión de inmigración.

En noviembre del 2006 “El sondeo mostró que la educación, la economía y trabajo, y la guerra en Irak son las prioridades más importante, en esa orden”, dijo un comunicado de prensa de el Concilio Nacional de la Raza sobre una encuesta que hicieron conjunto con la Asociación Nacional de Oficiales Electos Latinos.

La semana pasada Maricela García, del Latino Policy Forum (antiguamente Latinos United), se quejó de que “Nuestra agenda se ha reducido a la inmigración”. En el reporte de esa organización basada en una encuesta en el área de Chicago, An American Agenda from a Latino Perspective (Una Agenda Americana desde una Perspectiva Latina), enseña que la educación el la prioridad número, igual que las encuestas nacionales, uno para los hispanos de la región.

Esta no es la primera vez que organizaciones de latinoamericanos en Estados Unidos se han quejado que los políticos y la prensa norteamericana presume saber cuales son nuestras prioridades.

Ya es tiempo que los políticos que quieran nuestros votos nos escuchen y nos hagan caso. Una reforma migratoria es de suma importancia, pero también lo es la educación, empleo, viviendas y un fin a la guerra en Irak.