EEUU rechaza negociar inmigración con Cuba

Los varios gobiernos de Estados Unidos critican a Cuba socialista, diciendo que no permiten que los cubanos salgan de su país. Lo que no dicen es que EEUU mismo pone obstáculos a la inmigración cubana legal. De esta manera motivan a cubanos que no quieren vivir bajo el socialismo a salir clandestinamente de ese país caribeño. Para los anticomunistas norteamericanos esto, entonces, se convierte en propaganda contra el socialismo. Aquí presentamos partes de la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, emitido el 5 de enero, después de que EEUU rechaza negociaciones sobre inmigración con el país vecino. – Editor

Estados Unidos [comunicó] al Ministerio de Relaciones Exteriores que no consideraban posible una nueva ronda de conversaciones migratorias, “hasta que las autoridades cubanas no mostrasen un verdadero interés en abordar seriamente aspectos “muy importantes” para el logro de un flujo migratorio ordenado, legal y seguro entre ambos países”. La ronda de conversaciones migratorias debía celebrarse el 8 de enero, de acuerdo a la propuesta realizada por las autoridades cubanas.

Estos aspectos no son otros que algunos de los temas que han conformado la agenda de la delegación norteamericana a las conversaciones migratorias, temas sin la menor trascendencia para la marcha de los Acuerdos Migratorios y que han sido ampliamente debatidos en múltiples oportunidades en los últimos años.

El lenguaje imperial norteamericano “abordar seriamente” significa que Cuba esté dispuesta a hacer todas las concesiones unilaterales necesarias y a acceder a todas las demandas y caprichos de los norteamericanos.

Se trata de nuevos pretextos, totalmente insostenibles, dirigidos a agravar las tensiones entre ambos países y a entorpecer el principal mecanismo de revisión del cumplimiento de los Acuerdos.

De modo especial, el Ministerio subraya el hecho de que Estados Unidos decide cancelar sus conversaciones migratorias con Cuba, precisamente, en momentos en que realiza enormes esfuerzos políticos y financieros para controlar sus fronteras y eliminar la emigración ilegal hacia los Estados Unidos.

Esta acción constituye un tributo que paga la Administración Bush ante las presiones de la mafia terrorista de Miami, que, insatisfecha por lo hecho hasta ahora por el actual Gobierno norteamericano contra Cuba, aprovecha el contexto electoral estadounidense para revertir por todos los medios, incluido el chantaje político más burdo, su derrota estratégica y su descrédito político y moral.

Esta decisión se suma a la extensa relación de agresiones, planes y declaraciones que se han realizado contra nuestro país por parte del Gobierno norteamericano.

Esta irresponsable acción no favorece los verdaderos intereses nacionales de los Estados Unidos, y sólo intenta contentar las ansias de venganza y odio de un minúsculo grupo de elementos ultrarreaccionarios interesados en estimular la política de agresiones y de hostilidad de los Estados Unidos hacia Cuba.

Los pretextos expuestos para no querer desarrollar la(s) conversaciones no pueden ser más irreales y absurdos, y demuestran que el verdadero sentido de esta acción tiene más que ver con la politiquería miamense que con los verdaderos intereses nacionales, de seguridad y migratorios norteamericanos.

Cuba jamás ha rehusado debatir y analizar ninguno de los temas mencionados. Todos, sin excepción, han sido parte de la agenda tradicional de las delegaciones norteamericanas a las rondas de conversaciones migratorias, y siempre se ha realizado un debate amplio y profundo sobre cada uno de los temas referidos. Cuba ha expresado sus argumentos de forma seria y responsable, con el ánimo de explicar hasta en los detalles mínimos cada uno de los aspectos que han sido abordados por los funcionarios norteamericanos.

Cuba ratifica que ha estado y está dispuesta a debatir seriamente, con la profundidad y el tiempo requeridos, todos los temas mencionados.

Estados Unidos intenta manipular la realidad y encubrir lo que Cuba ha denunciado: que la asesina Ley de Ajuste Cubano y la irracional política de pies mojados-pies secos son los verdaderos obstáculos a la normalización del flujo migratorio entre ambos países, los verdaderos estímulos a la emigración ilegal.

El Gobierno norteamericano intenta desviar la atención de aspectos importantes dentro de la relación migratoria entre ambos países y de asuntos que constituyen violaciones a los Acuerdos, temas como la dramática reducción de visas para ciudadanos cubanos que desean visitar a familiares en los Estados Unidos; la no devolución a Cuba de una parte de los emigrantes ilegales que son interceptados en alta mar; el estímulo a la emigración ilegal y a la comisión de actos violentos para emigrar que se realiza desde estaciones de radio radicadas en los Estados Unidos; y la falta de una acción decisiva contra los traficantes de emigrantes ilegales, entre otros.

La delegación norteamericana siempre ha sido reacia a aceptar su responsabilidad en estos incumplimientos y no por ello Cuba ha condicionado o negado su participación.

La falacia y el absurdo de esta decisión resultan más notorios cuando se recuerda que las autoridades norteamericanas han rechazado la propuesta de un nuevo acuerdo bilateral en materia migratoria avanzada por Cuba. Similar desprecio han encontrado las propuestas cubanas para establecer acuerdos en materia de lucha contra el tráfico de drogas y lucha contra el terrorismo.

Demandamos de los Estados Unidos que deje a un lado los pretextos absurdos y vacíos y actúe en consonancia con los verdaderos intereses del pueblo norteamericano.

El Gobierno de los Estados Unidos es el único responsable de la cancelación de esta ronda de conversaciones migratorias.