La Corte Suprema de Justicia de Colombia dejó insubsistente el martes pasado el Convenio Colombo-Estadounidense de establecer siete bases militares norteamericanas en Colombia. La opinión política latinoamericana venera el acierto y la entereza con que la Corte Suprema enfrentó la solicitud del entonces Presidente Uribe de proceder a una segunda reelección, saliendo a favor de respetar la Constitución Colombiana que no contempla reelecciones presidenciales. Esta vez, la Corte exige que este Acuerdo sea aprobado primero por el Congreso Colombiano. Hacemos votos por que el Legislativo del hermano país resuelva a favor de la causa de la seguridad latinoamericana, amenazada por la única intromisión militar en nuestra área.
Sin embargo, otro asunto de indudable desprestigio para el sistema de justicia norteamericano se cierne en el horizonte. Debido a la solidaridad internacional, el sistema carcelario norteamericano, acaba de liberar de las torturas, al Señor Gerardo Hernández, uno de los cinco cubanos, condenados por una Corte de Justicia de Florida, a dos cadenas perpetuas y 15 años, por conspirar para espiar. Esta agradable noticia de que Gerardo acaba de ser sacado del "hueco sin luz ni aire", donde el sistema carcelario norteamericano le ha metido, es reconfortante. Pero a continuación cabe la pregunta: De que se le acusa a Gerardo Hernández? Se le acusa de"Conspirar para Espiar", y "Conspirar para cometer un crimen".
Sin detenernos a comentar sobre la palabra "conspirar" porque supone que no se le acusa directamente la hechura de un crimen sino de que lo estaba planeando, en cambio debemos detenernos un poco en la segunda acusación: conspirar para cometer un crimen: se trata de que la Corte de Justicia de Florida desea castigar a Gerardo Hernández porque el 24 de Febrero de 1996, dos aviones de la Organización "Hermanos al Rescate" de Miami fueron derribados por la Fuerza Aérea Cubana porque penetraron el espacio aéreo de la Republica de Cuba y sus cuatro ocupantes resultaron muertos. La relación del juicio indica que no se presentaron evidencias sobre la participación de Hernández en este incidente. El hecho de que el juicio se hizo en Miami, que el sector radical de la comunidad cubana intimidó al jurado, éste voto unánime y dócilmente el veredicto en contra de los acusados.
La Revolución Cubana que llegó al poder en 1959, a diferencia de los cuartelazos que se daban por todas partes, empezó a poner la casa en orden: nacionalización de los recursos naturales y económicos en manos extranjeras, reforma agraria, reforma urbana, afirmación de la dignidad y soberanía nacionales, construcción de un sistema de educación, salud y seguridad social nacionales, destierro de la mendicidad infantil y del desempleo. Pero esta revolución tuvo un doble costo: irritó a los Estados Unidos, porque dada la vecindad, casi todos los recursos de la Isla estaban en manos norteamericanas y las clases sociales altas de Cuba le repugnaba compartir el nuevo orden con las clases desposeídas. En estas condiciones, los disidentes cubanos se mudaron a Miami y el gobierno americano impuso el bloqueo económico con el cual esperaba matar la revolución y reconquistar la isla.
El argumento de que la Guerra Fría impuso las condiciones de dominio geopolítico y Estados Unidos no podía permitir la desmembración de partes del hemisferio occidental a favor del Este, condenó a Latinoamérica al subdesarrollo, por las frecuentes intervenciones militares norteamericanas en contra de naciones que trataban de cambiar las estructuras políticas y económicas, con la feliz excepción de Cuba que se mantuvo incólume en sus derechos, y que ahora en el siglo XXI encabeza la segunda y definitiva independencia de nuestro Continente. Felicitamos la saludable iniciativa de la Casa Blanca de esta semana de aliviar en algo las tirantes relaciones entre la Republica de Cuba y los Estados Unidos, facilitando los viajes de carácter académico, religioso o cultural entre ambas naciones.
Para obtener más información sobre los Cinco Cubanos en prisión, visite el sitio web: www.antiterroristas.cu
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