La situación de Gaza casi se ha desaparecido de las noticias desde julio cuando comenzó el ataque israelí a Líbano, pero hay motivos por creer que los 1,4 millones de palestinos que efectivamente se encuentran encerrados en esa pequeña parcela de tierra están padeciendo un nivel extremo de privaciones y empiezan a pelearse entre si.
En una declaración más cándida que lo normal, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, exigió que Israel abriera los puntos de cruzar la frontera a Gaza “inmediatamente”.
“Más allá de preservar vidas”, dijo Annan “la tenemos que sostener. El cierre de Gaza tiene que levantarse, los puntos de entrada tienen que abrirse no solo para dejar entrar a la mercancía, sino de dar salida a las exportaciones palestinas también”.
Pero el bloqueo israelí de Gaza sigue en vigor.
El semanario británico “The Economist” últimamente reportó que la violencia aumenta entre los palestinos bajo condiciones de desempleo, carencias agudas de agua y alimento, y tres meses de vivir sin corriente eléctrica en el medio de una calor insoportable.
“Agencias de socorro reportan aumentos constantes en los precios de alimentos, tasas de enfermedad y de estrés sicológico”, agregó. “La desintegración de la Autoridad Palestina y … de la sociedad palestina dificultan a que las autoridades impongan el orden. Los últimos meses han visto pleitos continuos entre varios de los clanes que cada vez más controlan a varias zonas de Gaza”.
En 2001, un funcionario israelí que no estaba de acuerdo con la política de su gobierno, hizo un resumen de la política de su gobierno hacia la población palestina de Gaza y de la Franja Occidental diciendo “los estamos matando estrangulados”.
Presiones legales, sociales y económicas también están aumentando en contra de la población palestina y trabajadores de todas nacionalidades que viven dentro de las fronteras israelí de 1967.
Empeora situación en Gaza