El 11 de septiembre habrá elecciones en Guatemala para elegir a un sucesor al Presidente Alvaro Colom (que no puede sucederse a si mismo, según la constitución), legisladores nacionales y oficiales locales. Guatemala, con un población de 13 millones, es el segundo país más violento en el hemisferio occidental (después de Colombia) y la campaña electoral está empezando a provocar la violencia también. Además no está claro hasta que grado pueden esperar un buen resultado los guatemaltecos pobres y de clase trabajadora, o el 40% de guatemaltecas que son indígenas mayas.
El presidente Colom, del partido socialdemócrata UNE (Unidad Nacional de la Esperanza) ha estado asediado mientras los carteles de narcotraficantes mexicanos, especialmente los temidos Zetas, se han estado moviendo a Guatemala. Al igual que los otros países de Centroamérica, Guatemala es una de las principales rutas de transporte de cocaína de Colombia a México y de ahí a Estados Unidos. Así que los Zetas parecen haber decidido tomar control del narcotráfico en territorio guatemalteco. El 15 de mayo del 2011 masacraban a 27 campesinos guatemaltecos, más probablemente como parte de su plan por apoderarse de este tráfico de contrabando.
La política guatemalteca está más allá de lo bizarro. El 10 de mayo del 2009, Rodrigo Rosenberg, un abogado conservador, arregló su propio asesinato en un intento por inculpar falsamente al Presidente Colom y a su esposa por su muerte. Rosenberg hizo un video en que declaraba que si fuera asesinado, los Colom y sus consejeros serían los culpables. Y luego contrató fríamente a varios sicarios para matarlo. Una investigación internacional revelaba el complot y exoneraba a Colom.
Pero fuera de ese raro acontecimiento algo mucho peor fue el efecto a largo plazo de las décadas de matanzas que siguieron al derrocamiento en 1954 del presidente izquierdista Jacobo Arbenz por la CIA norteamericana y reaccionarios guatemaltecos. Esto condujo a una guerra civil de 40 años entre una serie de gobiernos ultraderechistas extremistas por un lado y guerrillas izquierdistas por el otro, en la cual fueron masacrados por los militares al menos 200.000 civiles por los militares y escuadrones de la muerte ultraderechistas. Lo peor pasó durante la breve dictadura del General Efraín Ríos Montt (1982-1983) cuando la destrucción de las comunidades Mayas indígenas por parte de los militares alcanzó proporciones de genocidio. Miles de guatemaltecos progresistas, tantos Indígenas que "Ladinos" (como son llamados en Guatemala los criollos de habla española), fueron torturados, asesinados, "desaparecidos" o forzados al exilio por los regimenes extremistas antidemocráticos con el apoyo de varias administraciones norteamericanos.
Negociaciones en 1996 pusieron fin a la guerra civil y crearon una forma superficial de elecciones. Pero la sociedad sigue empapada en la violencia y la impunidad: el 90% o más de los asesinatos en Guatemala están sin resolver, y la actividad de escuadrones de la muerte ultraderechistas sigue existiendo. Uno de las últimas fue el asesinato del cantante popular izquierdista argentino Facundo Cabral el 9 de julio, (dos sospechosos han sido arrestados).
Para las elecciones del 11 de septiembre, ya que el Presidente Colom no puede sucederse a si mismo, su partido UNE tuvo que buscar a un candidato. No encontraron a nadie más que a la esposa de Colom, Sandra Torres, que supuestamente tiene buena fama en Guatemala por los proyectos de servicio social que ha dirigido. El problema es que la constitución guatemalteca no permite a parientes, incluyendo esposas, de presidentes actuales, ser candidatos a la presidencia. Colom y Torres trataban de resolver este problema con divorciándose, pero parece que la Suprema Corte tampoco permitió esto, y ya parece que Torres será descalificada. Ya pasó el plazo para nombrar un candidato para las elecciones, y ahora parece que la UNE, el mayor partido centrista y de izquierda "moderado" podría no tener ningún candidato.
Más a la izquierda, el "Frente Amplio" consiste del partido Winaq, la Alianza Nueva República, y la Unión Nacional Revolucionaria de Guatemala (URNG-MAIZ), descendiente político de los guerrilleros que depusieron sus armas en 1996. El Frente Amplio ha nombrado a la activista por derechos indígenas y ganadora del Premio Nobel, Rigoberta Menchu Tum como su candidata a la presidencia, con el abogado Anibál García para la vicepresidencia.
Menchu anunció un programa progresista diseñado para poner un alto a la corrupción y la impunidad, mejorar los servicios de la salud y la educación a los pobres, y proteger al ambiente y a los trabajadores migrantes. Pero es posible que la candidatura de Menchu no sea permitida por razones técnicas por las autoridades electorales. Menchu se había lanzado en elecciones presidenciales anteriores en el 2007, y sacó un número muy reducido de votos. Los medios guatemaltecas ya están montando una campaña racista y anticomunista en su contra.
Si no califican ni Sandra Torres ni Rigoberta Menchu, los ciudadanos guatemaltecas todavía tendrán un surtido de candidatos a elegir, que alcanzan desde la ultraderecha hasta los fascistas, sin ni un candidato centrista para quién votar.
Según las encuestas, el General Otto Pérez Molina, del Partido Patriótico, está en la vanguardia y bien puede ganar una mayoría de los votos el 11 de septiembre (si nadie logra sacar una mayoría habrá una segunda ronda de elecciones el 6 de Noviembre). Pérez Molina es un derechista militar con una historia de sospechas de violaciones a los derechos humanos, que fue derrotado por Colom en las elecciones presidenciales del 2007. Pero hay candidatos aun más aterradores que este general.
Aunque los procedimientos electorales en un país como Guatemala no son ni justas ni democráticas, y están arreglados en contra de las comunidades indígenas rurales en especial, la derecha esta siendo fortalecida por el temor generalizado al crimen violento. Promesas de una "mano dura" rinden buenos resultados en tal contexto. Y siguen las matanzas, y candidatos a puestos menores ya han comenzado a matarse unos a otros.
Hasta este momento las autoridades electorales están finalizando la lista de los candidatos para la presidencia y otras oficinas.
Foto: Rigoberta Menchu Tum, ganadora del Premio Nobel, centro, en una protesta de campesinos indígenas en la Ciudad de Guatemala, 31 de marzo, del 2009 ( Moisés Castillo/AP).