Un intento evidente de golpe de estado contra el presidente izquierdista del Ecuador, Rafael Correa, parece haber fracaso cuando tropas de élite rescataron al presidente de oficiales de policía rebeldes en la tarde de este jueves 30 de septiembre.
Más temprano esa mañana, alrededor de 400 agentes de policía, con posible apoyo por algún personal de la fuerza aérea, tomaron control sobre los aeropuertos de la capital, Quito, y otros lugares, parando todo tráfico aéreo que entraba y salía de este país de 15 millones de habitantes. Estaba movilizada contra el gobierno de base de un rumor que se iban a efectuar cambios en políticas tocante a promociones, bonos y medallas.
Más tarde esa mañana, el presidente Correa iba para demostrarles a los agentes de policía en el aeropuerto. Respondió la policía echándole a él agua y granadas lacrimógenas. Correo sufrió daños debido a los efectos de los gases lacrimógenos y fue llevado a un hospital policíaco cercano. Luego la policía rodeó al hospital, pero Correa logró comunicarse con el mundo exterior y sus llamadas de auxilio produjeron resultados rápidos.
Se echaron a las calles miles de ecuatorianos ordinarios para enfrentarse a la policía. Fuentes de video en los sitios de Web de Telesur, http://www.telesur.net y otros medios informativos internacionales mostraban el escenario mientras la policía quemaba llantas en las calles para bloquear el tráfico, y combatía el contralevantamiento popular con gases lacrimógenos y bombas de humo en Quito y otras ciudades.
El mando conjunto de las Fuerzas Armadas Ecuatorianas emitió una declaración de apoyo al gobierno de Correa, que fue elegido en 2006 luego de un largo período de inestabilidad y luego reeligido en 2009 bajo una nueva constitución. UNASUR, una agrupación importante de naciones sudamericanas de la cual Correa es actualmente el presidente pro tempore, esperaba reunirse este viernes en Buenos Aires, y fue anunciado que en lugar de eso, todos los jefes de estado pudieran ir al Ecuador en solidaridad con Correa. La rebelión fue denunciada también por la OEA, por el Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, y por casi todos los gobiernos de la región, incluyendo no solamente a los gobiernos izquierdistas de Cuba y Venezuela, pero también a los gobiernos derechistas de Chile, del Perú y de Colombia.
La secretaria de estado norteamericana, Hillary Clinton, emitió una breve declaración de apoyo al presidente Correa y al orden constitucional en Ecuador, y llamando por una resolución pacífica del conflicto: http://www.state.gov/secretary/rm/2010/09/148481.htm.
Jueves en la tarde las fuerzas militares ecuatorianas dispersaron a los policías rebeldes y rescataron a Correa del hospital, dando muerte a dos policías.
Más tarde, Correa hizo apareció ante el público para agradecerle al pueblo ecuatoriano y a las fuerzas militares por su apoyo. Echó la culpa por el levantamiento a la sedición organizada por intereses adinerados y a su antecesor en la presidencia, el coronel de ejercito Lucio Gutiérrez. Gutiérrez había llamado por la disolución de la legislatura nacional y nuevas elecciones.
http://www.jornada.unam.mx/2010/10/01/index.php?section=politica&article=002n1pol.
Irónicamente, Correa ya había estado considerando esa medida, que se permite bajo la constitución ecuatoriana, debido a un atolladero sobre planes presupuestarios.
Ya parece que el intento de golpe de estado ha fracasado debido a una falta de apoyo popular, militar e internacional. Pero reverberaban estos acontecimientos repentinos en las mentes de muchos latinoamericanos con los efectos secundarios del golpe de estado de junio de 2009 que derrocaba al presidente Manuel Zelaya de Honduras. Al igual que el Ecuador, Honduras fue un estado integrante del bloque izquierdista de estados latinoamericanos y caribeños, la Alianza Bolivariana por los Pueblos de Nuestra América, o ALBA. Luego del golpe de estado hondureño, ese país se ha retirado de la ALBA, y ha habido represión violenta a dirigentes sindicales y partidarios de Zelaya. Muchos en Latinoamérica culpan a EEUU por el éxito del golpe en Honduras, así que había preocupación inmediata sobre la identidad de las fuerzas internacionales que podían haber apoyado al levantamiento policíaco en Ecuador, y sobre si su meta pudiera ser la de sacar al Ecuador de la ALBA también.
El gobierno de Correa, al igual que gran parte de los demás países de la región, ha sido golpeado por la crisis mundial financiera y económica. Además de la disputa con la policía, Correa ha tenido fricciones últimamente con dos sectores de su propia base de apoyo. Grupos indígenas han choqueado con Correa sobre planes por el desarrollo económico de la región forestal de Amazonas. Pero esa disputa parecía estar en camino de resolverse. Mas recientemente, los recortes presupuestales buscados por Correa fueron bloqueados en la legislatura por integrantes de su propio Partido Alianza País.
Correa ha choqueado con acreditares internacionales porque los ha obligado a renegociar las deudas ecuatorianas con amenazas de no pagar. También ha tenido una batalla constante con las transnacionales petroleras cuyas operaciones descuidadas han causado daños ecológicos masivos a las selvas amazónicas. Ha molestado a EEUU forzando la cierre de la base militar norteamericana de Manta. Ha tenido relaciones muy tensas con el ex presidente Uribe de Colombia, pero el nuevo presidente, Manuel Santos, ha hecho últimamente gestos de paz.
Hasta este momento el Ecuador se encuentra bajo ley marcial, y se están tomando pasos para sacar a los policías rebeldes de sus posiciones y para investigar la posibilidad de encontrar otros involucrados en el incidente.
http://www.el-nacional.com/www/site/pdf.php
Foto: Los manifestantes en apoyo al presidente Correa, 29 de septiembre, en Quito. http://www.flickr.com/photos/municipiopinas/5041292637/in/photostream/
