Trabajadores hispanos tiene una incidencia más alta de lesiones en el trabajo que otros según un informe gubernamental hecho público este mes. Unas 33 por ciento de las heridas son en la construcción.

Una de las causas principales citada en el reporte es porque trabajan en empleos más peligroso que otra gente. La cantidad más alta de los que mueren en la construcción es como resultado de caídas. El reporte dice que otras muertes son en la autopistas.

Este estudio se realizó por investigadores en la salud de Massachusetts y Nueva Jersey que reunieron la información en esos estados y proveniente de Centro para el Control de Enfermedades.

La investigación fue basado en información sobre la muerte en el trabajo de 11.000 latinos entre 1992 y 2006 en EEUU.

El estudio calculó la tasa de mortalidad a cinco de cada 100.000 obreros latinos en 2006. La tasa para los que fueron inmigrantes era de seis por cada 100.000, mucho más alto que el 3,5 para los que nacen en EEUU. La tasa de mortalidad en el empleo para los anglos fue 4 y para los afronorteamericanos era 3,7.

Scott Richarson del Buró de Estadísticas Laborales dijo en una rueda de prensa telefónica que los “trabajadores nacidos en el extranjero” son quienes tienen la mayor carga de heridas. Dos de cada tres latinos que mueren trabajando son extranjeros, dijo el oficial federal.

Entre el 2003 y 2006 el número más alto de latinos que mueren en el trabajo fue en California, con 773 muertes. Tejas le sigue con 687, y Florida después con 417. No obstante, la tasa de mortalidad más alta fue en Carolina del Sur con 23 por cada 100.000.

Estos inmigrantes viene a EEUU en busca de empleo y una vida mejor huyendo la pobreza de sus países causadas por la política neoliberal y las corporaciones transnacionales incluso de Estados Unidos. Una vez aquí encuentran trabajo barato y peligroso.

“¿Quien va a querer comprar una casa por $400.000 o $300.000?”, preguntó Mike McNeil, contratista de construcción que contrata a trabajadores indocumentados por una fracción de lo él dice que la pagaría a otros trabajadores. “Esta gente trabaja fuerte, son honesto y puede confiar a que me cuiden mis herramientas. Yo hasta los mandó con dinero en efectivo al trabajo. Yo puedo confiar en ellos con mi dinero”.

Estos trabajadores son vulnerable por su condición de indocumentados y muchas veces no se atreven a reportar una herida e ir a un hospital para que los atiendan.