Mientras crezca la ira por los delitos, las violaciones a la Constitución y la negligencia flagrante del gobierno Bush, cobran fuerza los esfuerzos por iniciar un juicio político o hasta criminal en contra del presidente.
Luego que Dennis Kucinich (demócrata por Ohio) y Robert Wexler (demócrata por Florida) introdujeran 35 cargos ante el Congreso el 9 de junio, sus oficinas fueron inundadas con llamadas de gente de todo el país buscando maneras de ayudar.
Kucinich inició una petición en su sitio de Web (www.kuchinch.us) buscando recolectar un millón de firmas pidiéndoles a los congresistas que respalden a la medida, que ha sido referido a la Comisión Judicial de la cámara baja, dirigida por el representante John Conyers (demócrata por Michigan).
Pocos días después, los Veteranos por la Paz presentaron a Conyers su propia petición con 23.000 firmas pidiendo audiencias sobre un juicio político.
Además de esto, un amplio rango de voces bien respetadas en la comunidad legal han expresado su apoyo a la iniciativa y su ansia de que no se archive a las cuestiones ofrecidas. Declaró Jonathon Turley, profesor eminente de ley constitucional de la Universidad George Washington, en el programa “Coundown” de Keith Olberman del 10 de junio que existe una “crisis verdadera” y que se encuentran muchos expertos “bastante preocupados” por la insistencia del liderazgo demócrata en la Cámara de Representantes de que un juicio político está fuera de consideración aun frente a “claros crímenes presidenciales”.
Entre los delitos citados por Kucinich están las mentiras dadas para promover y conducir una guerra ilegal en Irak, espionaje y detención ilegal, tortura y destrucción de evidencias. Si los demócratas se quedan con los brazos cruzados, estarían violando a su juramento de oficio, dijo Turley.
“El juicio de la historia será muy severo si resulta que ellos guardan silencio frente a un expediente criminal tan flagrante”, dijo.
Este mismo expediente fue subrayado el 18 de junio con la publicación de un reporte del grupo “Médicos por los Derechos Humanos”. Examinó el grupo a 11 hombres que fueron liberados sin cargos luego de pasar tres años en el centro de detención militar norteamericano en la base naeval en Guantánamo, Cuba, y encontraron que estos habían sido torturados sistemáticamente con torturas como ahogándolos, golpizas, choques eléctricos y asaltos sexuales.
En el prefacio al reporte, el mayor general jubilado Antonio Taguba, que había investigado anteriormente al maltrato a presos iraquíes en la prisión militar norteamericana de Abu Ghraib, declaró que “ya no queda duda ninguna sobre que si el gobierno actual ha cometido crímenes de guerra. La única cuestión que queda por contestarse es que si los que ordenaron el uso de la tortura van a ser llamados a rendir cuentas”.
“Habiendo dirigido investigaciones del Ejército en Abu Ghraib”, dijo Kucinich, “el general Taguba es una voz autoritativa sobre las políticas descontroladas y el uso sistemático de la tortura por parte de este gobierno. Sus palabras nos hacen recordar una vez más por qué el Congreso tiene que actuar iniciando juicio político contra el presidente Bush y el vicepresidente Cheney”.
Aunque no se ha tomado acción ninguna para responder a los artículos acusatorios que él había puesto anteriormente en contra de Cheney, Kucinich ha jurado que si el Congreso no actúa sobre la resolución contra Bush, regresará a los 30 días con más artículos acusatorios.
El comentarista de CNN Jack Cafferty también ha llamado al Congreso a actuar, declarando que “resulta inimaginable” no hacerlo en vista de tan aplastante evidencia. Lou Dobbs, otro comentarista de CNN, urgió un juicio político citando como nueva razón el hecho de que Bush ha “destripado” a la Agencia de Alimentos y Drogas dejándola incapaz de proteger a la gente de los tomates contaminados con salmonela.
Una llamada por una acción aun más seria ha venido de Vincent Bugliosi, respetado ex fiscal asistente del condado de Los Ángeles y autor del libro, “La prosecución a George W. Bush por asesinato”. Bugliosi, que había perseguido con éxito a 21 casos de asesinato, incluso al de Charles Manson, alega que con llevar a la nación a la guerra bajo falsos pretextos, Bush es el responsable legal de haberles asesinado de los más de 4.000 soldados norteamericanos caídos en Irak.
Dijo él en una entrevista el 13 de junio con el programa “¡Democracia ahora!” que Bush ya había reconocido privadamente que Irak no poseía armas de destrucción masiva y que tendría que ser provocado para poder lanzar una guerra. Tanto el último reporte de la Comisión de Inteligencia del Senado que el ex secretario de prensa de Bush, Scott McClellan han lanzado acusaciones de que Bush mintió a la nación sobre las razones por la invasión a Irak.
“Voy a perseguir a George W. Bush”, dijo Bugliosi, añadiendo que tienen jurisdicción sobre el caso los tribunales de cualquier estado u condado en donde vivía cualquier de estos soldados. Dijo Bugliosi que ha enviado copias de su libro a más de mil fiscales generales estatales y fiscales de distrito, animándolos a que pongan cargos y ofreciéndoles su ayuda. Además, dijo Bugliosi, no existe estatuto de limitaciones en casos de asesinato.
Ya muestran casi todas las encuestas de opinión la desaprobación de los dos tercios del pueblo norteamericano al trabajo que ha hecho Bush, y parece que hay siempre más gente que ya no tiene miedo de hablar a voz alta para exigirlo cuentas por sus acciones en el oficio.
Respondiendo a los que argumentan que ya no hay tiempo suficiente para audiencias de juicio político antes de que se le acabe a Bush su mandato el próximo enero, declaró Kucinich a “¡Democracia Ahora!” “Queda bastante tiempo para que Bush bombardeara a Irán. Le queda bastante tiempo como para llevar acabo más actos de tortura. Le queda bastante tiempo como para seguir su espionaje y vigilancia ilegal a los ciudadanos norteamericanos; en realidad ya no podemos vacilar más mientras sigan ellos cometiendo crímenes”.
Introducen cargos contra Bush y Cheney en el Congreso