John McCain ha estado llamando a Barack Obama como “socialista” porque el senador por Illinois quiere imponer más impuestos a los más adinerados que a la clase trabajadora y a los pobres. Dice McCain que esto significa una redistribución “inadmisible” de riquezas.
Supongámonos por el momento que fuera en realidad el plan de Obama una redistribución de la riqueza de los ricos a los pobres. Y supongámonos por el momento que se pudiera definir esto como alguna forma de “socialismo”.
Entonces, ¿cómo podríamos definir a la redistribución de riquezas hacia arriba que acaba de aprobarse en el Congreso con el programa de rescate a Wall Street? Con este acuerdo se toma el dinero de los impuestos que paga la gente que gana $40.000 al año y se lo regala a los banqueros que no ganan menos de cuatro millones de dólares al año.
Dice McCain que quiere que todos tengan la oportunidad de hacerse ricos. ¿Acaso no será esto más imposible que nunca con esta medida que acaba de aprobarse en el Congreso, que traspasa inmensas cantidades de dinero de los pobres a los ricos?
Ni modo que soy economista, pero sin embargo me parece a mi que este rescate no hace más que ampliar a la desigualdad tremenda ya existiendo entre los trabajadores y los ejecutivos de Wall Street. Me parece que solo deja más lejos del alcance de más millones de gente el antiguo sueño norteamericano de “avanzar” socialmente. Me parece que quedaría ese sueño un poco más al alcance de todos con las propuestas de Obama, que dejarían a más gente adelantarse un poco. Me parece que significarían las propuestas de Obama a lo menos un poquito más de democracia económica.
Hasta el momento no se ha levantado ni un dedo para rescatar la economía popular, y no se ha utilizado ni un centavo de los $700 mil millones aprobados para Wall Street para ayudar a nadie, salvo a los mismos ricachones de Wall Street.
Hasta ahora los banqueros de Wall Street han usado nuestro dinero de rescate para adquirir otras compañías. Hasta han usado medio millón de dólares para gozar de un “retiro” con todos los gastos pagados, para discutir sus próximas movidas. Durante uno de estos “retiros fue decidido utilizar una parte del dinero de “rescate” para contratar a cabilderos, eso, aunque no lo creas, a que cabildeen en favor de más dinero del erario público.
También hay evidencias de que se esta acaparrando gran parte del dinero de rescate que ya recibieron ellos.
Sea lo que sea, hay una cosa que queda muy clara: que no están usando el dinero de la manera que nos decían, para inyectarlo al mercado para aumentar la disponibilidad de crédito no solo para Wall Street sino también para la salud económica popular.
La cuestión durante esta gran crisis del capitalismo norteamericano no es la de que si Obama esté tratando de aplicar el “socialismo” al asunto. La pregunta es, como la expresaba recientemente el economista Dean Baker: “El secretario del Tesoro, Henry Paulson, enviaba cheques por $150 mil millones a los grandes bancos. Desde ese momento ya son dependientes nuestros los ejecutivos en jefe y demás dirigentes de estos bancos. Ya viven de las contribuciones de las maestras de Iowa, de los camioneros de Montana, y hasta de mismo Joe el Plomero”.
La contradicción de corporaciones recibiendo asistencia pública