Un economista del Instituto de Política Económica dijo esta semana que el aumento en la tasa de desempleo y otras estadísticas económicas indican que existe una “necesidad urgente” de “un segundo programa de estímulo económico del igual tamaño o más grande” que los $700 mil millones de la Ley de Recuperación Económica que fue promulgado en las primeras semanas del gobierno de Obama.
“La actual crisis económica, en su 18 mes, es la más larga y la peor que hemos visto desde la Gran Depresión. Cualquier esperanza que podíamos tener cuando vimos los números de mayo, que parecían menos horrible que la pérdida de 600.000 empleos mensuales que estábamos viendo, se han desvanecido”, dijo Heidi Shierholz en una entrevista telefónica Schierholz fue una de los autores de un reporte devastador del Instituto de Política Económica el mes pasado.
En junio la tasa de desempleo subió a 9,5 por ciento.
Ella dijo que el desempleo iba a pasar a 10 por ciento o más y que si llega a 10,8 por ciento, sera la peor situación de empleo desde la gran crisis económica de los 1930s.
Shierholz dijo “la burbuja de viviendas fue la raíz de la recesión, con la ayuda de lo qué estaba pasando en los mercados financieros”.
Los sindicatos dicen que la recesión, que empezó en diciembre del 2007, fue el resultado de la política del presidente George W. Bush y los líderes de las instituciones financieras que quisieron estas reglas de desregularización.
El vicepresidente Joe Biden dijo esta semana que la crisis es aun peor de lo que el gobierno actual pensó originalmente.
Shierholz dijo que hasta el momento no hay ninguna seña verdadera de que la crisis está terminando.
“Los argumentos a favor de un segundo plan de estímulo económico substancial son abrumadores”, dijo ella, “y no es porque la Ley de Recuperación fue inefectiva. Está haciendo lo que tiene que hacer. Todo dicho, creará o salvará a tres millones de empleos. Lo que tenemos que hacer ahora, sin embargo, es tratar con lo que es un déficit de ocho millones de empleos. Nadie sabía que iba ser tan mala la situación cuando promulgaron el primer plan de estímulo”.
El reporte que Shierholz escribió junto con Lawrence Mishel, director del Instituto de Política Económica, y fue publicado el mes pasado ya estaba diciendo que esta era la peor crisis económica en la historia de Estados Unidos desde los 1930s. “Esta recesión es la más larga y la más profunda desde la Gran Depresión”, dice el reporte.
“Para ver como compara esta recesión con las recesiones posguerra, nosotros comparamos indicadores del mercado laboral al empezar de las recesiones a sus valores 16 meses después”, dijo Shierholz desde su oficina.
“El desempleo aumentó aun más rápido durante esta recesión que en cualquier otra recesión posguerra. El nivel de desempleo aumentó cuatro porcentajes en los últimos 16 meses de la recesión actual, un aumento más profundo que ninguno en las previas recesiones. Particularmente, durante los primeros 16 meses de la profunda recesión de los años 1981-1982, la tasa de desempleo subió por solo un porcentaje de 3,2 puntos”.
Otro elemento clave y alarmante de la crisis económica de hoy es que el número total de trabajadores laborando ha caído durante esta recesión mucho más de lo que cayó durante los últimos 50 años.
“La mano de obra total en todos los sectores no agrarios”, dice el reporte del Instituto de Política Económica, “bajó mucho más durante esta recesión, 4,2 por ciento, que en cualquier otra recesión anterior. Particularmente, durante los primeros 15 meses de la recesión de 1981-1982, el número de trabajadores empleados bajó por solo 2,9 por ciento”.
“Mientras el mercado laboral perdió 5,7 millones de trabajo desde el empezar de esta recesión en esos 16 meses, la población siguió creciendo. Simplemente para estar al paso con el crecimiento, la economía tiene que aumentar los trabajos por 127.000 en cada mes. Durante este periodo, debiéramos tenido que crear dos millones de empleo para mantener el paso. En otras palabras, nos falta casi ocho millones de empleos para mantenernos al nivel de los que teníamos antes de la recesión”.
Shierholz dijo que el “subempleo” era manera mejor de medir las bajas en el mercado laboral que simplemente ver los números de gente desempleadas.
Ella subrayó que la recesión “da más fuerte cuando incluimos no solo los que están desempleados, sino también los que están trabajando a tiempo parcial ‘involuntariamente’ y los que están marginalmente conectados con el mercado laboral (eso es, trabajadores desempleados que quieren trabajar pero ya no están activamente buscando empleo y no son contados oficialmente entre los desempleados)”.
Porque cierto tipo de datos no fueron colectados antes de a mitad de los 1990s, dijo Shierholz, no puede decir “definitivamente” pero piensa que es “posible… [que] el subempleo durante la crisis actual sea el peor en toda la historia de Estados Unidos”.
El reporte del Instituto de Política Económica dice, “El número de trabajadores involuntariamente laborando en empleos de tiempo parcial, casi ha doblado desde el empezar de esta recesión de 4,6 millones a 9 millones. El nivel de subempleo aumentó de 8,7 por ciento a 15,8 por ciento, para que ahora existan 24,8 millones de personas, eso es uno de cada seis trabajadores, que están o desempleados o subempleados”.
La crisis económica es peor de lo que se pensaba