Después de meses de cuestionar el nombramiento de la congresista Hilda Solís, por el presidente Barack Obama, al puesto de secretaria del Trabajo, el Senado votó 80 a 17 en favor de la nominación.

Senadores republicanos y comentaristas derechistas en los medios criticaban a Solís, cuyo padre pertenecía al sindicato de choferes de camiones, de tener relaciones muy estrechas con el movimiento sindical.

La AFL-CIO dijo que “Solís es una verdadera campeona para los trabajadores de Norteamérica. Ella no será la secretaria del trabajo de su jefe – sino ella será la secretaria del trabajo de USTEDES”, en un correo electrónico a sindicalistas y sus partidarios a través del país pidiendo que llamen a sus senadores para que Solís sea confirmada.

Esa federación sindical aseguró a los trabajadores que Solís “será responsable para asegurarse que los trabajadores tengan empleos seguros, estén libre de la discriminación en el empleo, seguro por cesantía, [y] hacer cumplir las leyes de salario mínimo”.

Visto que bajo el gobierno de Bush el departamento del Trabajo hacía más por los patronos, la AFL-CIO dijo, “sería bueno tener alguien encargada que realmente se preocupa por los trabajadores”.

Uno de las críticas en contra de la ex congresista por California fue que ella es partidaria de promulgar la Ley de Libre Opción para Empleados. Al entrar en vigencia esta ley permite que los trabajadores puedan organizar un sindicato y negociar un convenio laboral dentro de unos meses. Actualmente, puede tomar años después que los trabajadores voten en favor de organizar el sindicato y muchas veces se cansan y lo dejan.

La presidenta del organismo que Solís dejó para ser parte del gabinete, Nancy Pelosi de la Cámara de Representantes, dijo que la confirmación de Solís “una vez más pondrá al departamento del Trabajo de parte del pueblo trabajador que merecen salarios justos, sitios de trabajo seguros, entrenamiento para competir en la economía global, y el derecho de negociar colectivamente”.