La tragedia inexpresable de Noruega nos hace recordar a todo mundo la necesidad de una vigilancia renovada contra el terrorismo de ultraderecha.
Oslo y la Isla de Utøya en Noruega, La Habana en Cuba, y Oklahoma City en EEUU están separados por miles de kilómetros de distancia. Sin embargo, la gente de estos tres países han sido victimas de matanzas masivas perpetrados por fanáticos de ultraderecha.
En cada uno de estos países los jóvenes fueron los blancos especiales de estos asesinos diabólicos. El asesino en noruega escogió como blanco a los jóvenes en un campo de verano. Entre las victimas del asesino de Oklahoma City figuraron los 19 bebés y niños en la guardería infantil del Edificio Federal. Los que hicieron explotar a un vuelo de Cubana de Aviación mataron a todos los 78 que estaban abordo, incluso a los jóvenes integrantes del equipo olímpico cubano de esgrima.
El asesino de Oklahoma City, Timothy McVeigh ya ha sido ajusticiado, y Anders Brevik espera un proceso judicial en Noruega. Pero los que hicieron explotar el avión cubano todavía andan libres en Miami. Mientras tanto, en una burda parodia de la justicia, cinco cubanos que arriesgaban sus mismas vidas tratando de sacarles a la luz de día y pararles a terroristas de ultraderecha ya están purgando largas cadenas en prisiones de máxima seguridad norteamericanas.
Hoy, 26 de julio, mientras los norteamericanos amantes de la paz saludan al hermano pueblo cubano en la ocasión de su día de fiesta nacional, debemos dirigir un mensaje también a Washington, DC. En el nombre del antiterrorismo, ¡exigimos la libertad para los 5 Cubanos!
Foto: En el cementerio de Colón en la Habana, Cuba, durante una ceremonia conmemorativa para las víctimas del vuelo de Cubana de Aviación. La explosión en 1976 mató a 73 personas. (Javier Galeano/AP)