Mientras las víctimas de las pérdidas de trabajo y los embargos de casas crece, muchos de los cuales hoy están desamparados viviendo en las calles o sus carros, los republicanos derechistas están tratando de que el proyecto de ley de Recuperación Nacional no llegue a promulgarse.
Dicen ellos que su preocupación de con qué velocidad el plan de estímulo económico de $819 mil millones creará trabajo es la razón que usan por oponerse al proyecto. Ellos quieren aprobar solo los $475 mil millones para recortes de impuestos a los ricos y los negocios.
El movimiento laboral y sus aliados están tomando su ira por el desastre económico en Estados Unidos y los obstruccionistas republicanos y convirtiéndolo en un arma en la lucha por el programa de estímulo económico.
La presidenta de la federación sindical Change to Win (Cambiar para Ganar), Ana Burger, no hizo ningún esfuerzo para esconder su ira en una rueda de prensa el 29 de enero. Ella criticó a los “barones financieros que usaron al gobierno federal para buscar ayuda por su locura que causó la crisis en primer lugar” y criticó a los que están en el gobierno que “ahora quieren negarle al pueblo la ayuda que necesitan”.
“En Nueva York, si una llama para reportar abuso de un niño tiene que esperar por media hora en la linea” porque no hay suficiente trabajadores debido a los recortes en el personal.
“En Massachusetts un cuarto del personal de servicios para la salud mental están en una lista para ser despedidos. Estos empleos se mantendrán o se restaurarán con los fondos del plan de Obama”, dijo Burger.
Los derechistas están preocupados que se promulgue la ley y el plan de Obama tenga éxito que desenmascaré el fracaso de la política económica por la cual han estado abogando desde los días del presidente Reagan. Dicen los republicanos que el plan de recuperación de Obama contiene demasiado obsequios del gobierno federal a los estados y que no crea suficiente empleo.
Gerald McEntee, presidente de la Federación Norteamericana de Empleados de Estados, Condados y Municipios, dijo que los integrantes de su sindicato están haciendo campaña en favor de plan precisamente porque provee ayuda para los programas de Medicaid en los estados. “Su mensaje es simplemente esto: El desastre económico está inundando a los estados. Ohio tiene un déficit de $7 mil millones, cosa que se repite por doquiera en el país. Poniendo fondos para Medicaid en las manos de los estados es la manera más rápida de usar fondos de todo el plan de estímulo”, declaró el dirigente sindical.
Los gobernadores de los estados del país se están enojando más cada día mientras bregan con el creciente desempleo, más gente desamparada, y el creciente número de gente sin seguro médico. Aparentemente, estos están de acuerdo con el líder laboral.
El gobernador de Vermont, Jim Douglas, que es vicepresidente republicano de la Asociación Nacional de Gobernadores, está entre los que le dan la bienvenida al plan de Obama.
“Si yo fuera el autor, puede que sea un poco diferente”, dijo Douglas al lado de Obama en la oficina presidencial. “Pero la esencia del plan de recuperación es esencialmente hacer que arranque la economía del país”.
Douglas es uno de los gobernadores republicanos que difieren con los republicanos de la Cámara de Representantes. Él estaba en Washington para cabildear en favor del plan de Obama.
En la rueda de prensa, dirigentes de ambas federaciones sindicales hicieron público la falacia de que gran parte del programa de estímulo no crearía empleo. Ellos dijeron que dos tercios de costo del proyecto sería para programas que ponga gente a trabajar y que los empleos creados o salvados por esta, incluso la parte para los déficits en los presupuestos de los estados, la parte que provee fondos para reestructurar decenas de miles de edificios y la parte de provee dinero para trabajo verde.
“Podemos crear dos millones o más buenos empleos invirtiendo $100 mil millones en la economía verde ahora. Eso es mucho dinero. Pero vimos que a la corporación de seguro AIG le dieron $125 mil millones y ¿que conseguimos de eso? preguntó Leo Gerard, presidente del sindicato de Obreros Siderúrgicos en una rueda de prensa el 4 de febrero auspiciada por la Alianza Azul-Verde.
David Foster, director ejecutiva de la alianza, dijo que miles de sindicalistas y ambientalistas reunidos ahí se sentían “enojados” con los obstruccionistas republicanos y que esas acciones serán “Un bumerán en su contra”.
El grupo cibernético MoveOn envió un correo electrónico a cinco millones pidiendo que den dinero para anuncios en la televisión en contra de los senadores que se oponen al plan de recuperación y que organicen reuniones en sus casas para este propósito.
Antes de enviar la carta electrónica, MoveOn estaba trabajando con sindicatos para auspiciar anuncios en la televisión y radio pidiendo que los senadores republicanos apoyen el plan de Obama.
Los últimos anuncios fueron dirigidos a los senadores republicanos Dick Lugar de Indiana, Kit Bond de Missouri, Jim Bunning de Kentucky, Richard Burr de Carolina del Norte y a Mel Martínez de Florida.
Luchando para promulgar recuperación económica