CHICAGO - “¿Se puede imaginar un ley federal que promueva las escuelas comunitarias para servirles a los niños más necesitados trayendo bajo un mismo techo todos los servicios y actividades que ellos y sus familias necesitan?”
“Imagínese escuelas abiertas todo el día que ofrezca actividades después de clase y actividades de recreativas de noche y asistencia para hacer las tareas. Escuelas superiores que permitan que los estudiantes cojan clases por la mañana, tarde o noche”.
“Y supongamos que las escuelas tengan guardería de niños y clínicas dentales, médicas y de consejería, instrucción en inglés abierto a todos los residentes de la comunidad, programas de GED y hasta asistencia legal”.
Con estas palabras Randy Weingarten hizo que miles de maestros y maestras se pusieran de pie para aplaudir la nueva visión de que debe ser la escuela del Siglo XXI de la Federación de Maestros Norteamericanos. Ella hizo su discurso momentos después de que los 3.000 delegados votaron que ella fue electa la nueva presidenta del sindicato del magisterio en la convención del sindicato celebrada en esta ciudad.
Weingarten, junta con dos otras mujeres, fueron elegidas para los tres puestos más alto del sindicato de trabajadores de la educación. La Federación de Maestros (AFT por sus siglas en inglés), con 1,4 millones de afiliados, es uno de los sindicatos más grande y creciente dentro de la AFL-CIO.
Weingarten continuará también como presidenta de la Federación Unida de Maestros, el local neoyorquino de la AFT. Las otras dos mujeres electas fueron Antonio Cortese al puesto de secretaria tesorera y Loretta Johnson al puesto de vicepresidenta ejecutiva.
Cortese empeñaba el papel de vicepresidenta ejecutiva anterior, mientras que Johnson era una vicepresidenta. Johnson continuará su puesto como presidenta de la AFT del estado de Maryland y presidenta del sector de profesionales no titulados del Sindicato de Maestros de Baltimore.
Weingarten, hablando con periodistas después de la convención, dijo que ella y las dos otras oficiales estaban en camino a Washington donde empezarían a hablar con la gente del Congreso para empezar promulgar la nueva visión del sindicato en una nueva ley educativa para Estados Unidos.
Ella dijo que la tarea de desarrollar una nueva ley educativa es de alta prioridad y que va más allá de solo revocar la Ley de Ningún Niño se Quede Atrás. A la misma vez no dejó ninguna duda de que el sindicato del magisterio tiene toda la intención de pelear en contra de esa ley que fue promulgada y todavía es apoyada por el gobierno de George W. Bush.
“Necesitamos preparar a nuestros estudiantes para los empleos del Siglo XXI. Los patronos están buscando trabajadores que pueden inventarse nuevas soluciones. ¿Pero ahora como los niños que han pasado 12 años tratando de hacer su marca de lápiz dentro de unas burbujas van a poder pensar de manera creativa?”, preguntó ella. Weinstein agregó que la Ley Ningún Niño se Quede Atrás “cierra las puertas de las escuelas a mucho de lo que constituye hoy la civilización moderna y lo reemplaza con selecciones múltiples”.
Weingarte dijo que la ley en particular es un desastre para los estudiantes que no van a ir a la universidad. “Un plan de estudios guiado por exámenes significa una falta de métodos didácticos para razonamiento de orden superior y técnico que pueden preparar a estos estudiantes para empleo en una economía basada en información también”.
Reconociendo que el financiamiento es crucial a cualquier renovación masivo del sistema educativo del país, el sindicato une su voz otra vez al creciente coro en el movimiento sindical en favor de un fin a la guerra en Irak.
Los delegados aprobaron lo que quizás sea la resolución más fuerte en contra de la guerra de cualquier organización laboral en Estados Unidos. Dice la resolución que la “guerra contra el terror” es un “concepto ideológico que esconde las verdaderas razones para la guerra – el control sobre la riqueza el los recursos”.
“El gobierno de Bush”, declara la resolución de los educadores, “ha usado la idea de una ‘guerra contra el terror’ para justificar a la guerra permanente y preventiva y para proveer una justificación política para atacar y ocupar a Irak y posiblemente lanzar futuros ataques en contra de Irán”.
La resolución también nota que la “guerra contra el terror le proporciona al gobierno de Bush con la justificación política para aumentar masivamente la inversión estadounidense en la guerra y no invertir en la educación, asistencia de salud, seguridad del medio ambiente y otras necesidades humanas, mientras al mismo tiempo saca miles de millones de dólares del tesoro público para las corporaciones privadas que se benefician en cantidades sin precedencia por la guerra”.
Los tres mil delegados votaron a apoyar a Barack Obama para la presidencia del país. En las primarias el sindicato había respaldado a Hillary Clinton. Obama se dirigió a los delegados por vía satelite. Cuando terminó su discurso, se pusieron de pie para un caluroso aplauso.
Weingarten dijo que entre los dos candidatos estaban claro por quien votar. “Barack Obama dice que tenemos que renovar a la educación norteamericana. John McCain dice que quiere más de lo mismo. Obama dice que quiere invertir en nuestras escuelas públicas. McCain respalda a vales para escuelas privadas. Obama quiere invertir en seguro médico para todos, inclusive cada niño. McCain votó en contra de extender los beneficios de salud a los niños y quiere imponerles contribuciones a los trabajadores que tienen beneficios médicos a través del trabajo”.
“El senador Obama hará historia”, declaró, “no solo por quien él es, sino que para donde llevará a América”.
Magisterio impulsa una nueva educación para el Siglo XXI