Mintiendo para ganar la presidencia

Grupos independientes interesados y, de creciente manera, los grandes medios informativos están desmintiendo a lo que muchos califican como un número inaudito de distorsiones y calumnias ofrecidas por John McCain mientras trata de llegar a la Casa Blanca por medio de las mentiras.

Tanto los grupos no partidarios, organizaciones de verificación, periódicos y comentaristas han expresado su preocupación por las tergiversaciones de McCain. Jonathan Alter, reportero de la revista semanal Newsweek, que ha cubierto ocho elecciones presidenciales, se encuentra entre los muchos que han calificado a la cantidad de mentiras como “sin precedente” para un candidato a la oficina presidencial. Incluso Karl Rove, operativo del Partido Republicano experto en tácticas de calumnia desde hace muchos años dijo en una entrevista televisada que “el estirar de la verdad” como lo hace McCain ha ido “más allá de lo aceptable”.

Una de las últimas mentiras tiene que ver con la respuesta que McCain dio sobre la gran crisis financiera que amenaza el bienestar de millones de norteamericanos. El economista James Galbraith, profesor de gobierno y relaciones comerciales de la Universidad de Tejas, ha puesto en tela de juicio el reclamo de McCain, ofrecido el 15 de septiembre, de que él va controlar los abusos en Wall Street. Las “olas de finanzas depredador” que nos llevaron a la crisis, dice Galbraith “fueron promovidos agresivamente por McCain y por su asesor económico más cercano, Phil Gramm, que subvertía sistemáticamente al interés público” por su apoyo al desreglamento.

El Partido Demócrata ha creado una nueva página cibernética llamada “Cuenta las Mentiras” que hasta la fecha ha revelado 54 mentiras y distorsiones ofrecidas por McCain desde que alcanzó la nominación republicana en marzo, todas extraídas de los medios informativos.

Entre ellas, notó el diario The Washington Post el 16 de septiembre que McCain ha calificado a su compañera de formula, Sarah Palin, como “la persona más erudita en todo el país en cuestiones energéticas”. Dijo el periódico, “La mujer que McCain halaba como la persona más erudita de todo el país en cuestiones energéticas ha tenido bastantes problemas con sus estadísticas. La semana pasada, ella dijo que su estado, Alaska, produce casi 20 por ciento de la producción doméstica norteamericana de energéticos. “Ayer, ella dijo en una reunión de campaña en Golden, Colorado, que fue responsable por el manejo de casi 20 por ciento de la producción doméstica norteamericana de petróleo y gas. Pero los dos reclamos están muy lejos de de la verdad”.

Las agencias noticiosas notaron que McCain puede mentir no solo en inglés sino también en español.

Declaró el diario neoyorquino The New York Times el 15 de septiembre que “La campaña de John McCain, tan deficiente de la verdad, llegó a otra infamia el viernes pasado con un nuevo anuncio fraudulento, esta vez sobre la inmigración. El anuncio en español, acusa a Barack Obama y sus aliados en el Congreso de haber derrotado la reforma migratoria.” Esta es “una distorsión grosera”. Subrayó el noticiero cibernético Salón ese mismo día, “Fue McCain él que abandonó a su propia legislación luego de que la base republicana se levantó en contra de ella. Acusar a Obama por el fracaso de la propuesta es simplemente incorrecto, en cualquier idioma que quieras”.

El diario The Chicago Tribune, en sus ediciones del 9 de septiembre, retó a las tan repetidas mentiras de McCain y Palin, de que Palin fue la figura principal en bloquear el infame “Puente a Ninguna Parte” en Alaska.

“La campaña de McCain sigue diciendo que ella fue la que detuvo al ‘Puente a Ninguna Parte’”, en un intento por pintar sus credenciales como de corte reformista contra el derroche gubernamental. Y los reporteros siguen subrayando que su reclamo es exagerado. Aun así, la campaña mantiene su línea de desinformación, de que ella fue la figura principal tras la cancelación del puente. Y todavía los reporteros siguen aclarando la inexactitud, para expresarlo en términos de cortesía, de ese reclamo. Y después de todo esto, la campaña de McCain acaba de grabar otro anuncio más empujando la línea de que fue Palin la que detuvo el puente. Es como si hubieron decidido proseguir con las dos primeras partes de esa cita famosa de Lincoln: “Puedes engañar a alguna gente todas las veces, y algunas veces a toda la gente”.

The Daily News Miner, diario de Anchorage, Alaska, escribió el 31 de agosto que “Palin apoyaba al Puente a Ninguna Parte y luego se quedó con el dinero” para el puente, cosa que queda muy lejos de decir “Gracis, pero no, gracias”.

El 11 de septiembre, The New York Times denunció a McCain por haber mentido sobre la posición de Obama sobre la educación sexual. McCain está corriendo anuncios que reclaman que Obama ha apoyado a una educación sexual integral para niños de kinder, cuando en realidad, había apoyado fondos para un programa integral en las escuelas públicas en general. El segmento dirigido a los niños de kinder fue orientado a ayudarlos a protegerse del abuso sexual. Dijo The Washington Post que “McCain gana dos Pinocchios por ese anuncio sobre la educación”.

Aun otro anuncio de McCain dice que el plan de impuestos de Obama les aumentaría los impuestos a los pequeños negocios, a las personas mayores, y a la clase media. FactCheck.org notó el 8 de agosto que “Sencillamente, esa declaración no es verdad”. Subrayó el grupo que el plan de Obama incluye un recorte de impuestos de $1.000 a familias que ganan hasta $150.000 por año, y aumenta los impuestos solamente a las familias que ganan más de $250.000 y a los individuos que ganan sobre $200.000.

McCain ha dicho que ha apoyado a todas las investigaciones por los fallos del gobierno de Bush luego del Huracán Katrina. “Esta afirmación es falsa”, dice FactCheck.org. “El historial está claro. McCain estaba fire con su partido cuando se encuadraron para defender al gobierno Bush contra las investigaciones de los errores antes y después de Katrina”.

Si uno hace contraste entre la audacia de las mentiras de la campaña de McCain con las maniobras más mañosas de “la campaña engañosa y deshonesta Bush-Cheney en 2000”, alega el comentarista Paul Krugman que en comparación se quedaría corto el hermetismo y las mentiras sobre Irak del administración Bush. Una administración McCain-Palin, dice, no sería una continuación de la de Bush-Cheney, sino que “Si su modo de campaña nos indica algo, será aun peor.”