Anabelle Valencia tiene una hija estacionada en Irak. Esta madre salió de Tucson, Arizona el primero de diciembre con la esperanza de cumplir con dos deseos. Primero, ella quería encontrarse con su hija, y segundo, llevar un mensaje de paz a los niños de Irak.
Ella pudo cumplir con ambos deseos. Ella encontró a su hija en la ciudad de Tikrit. Ella le dijo a Nuestro Mundo, “Por ahora este fue mi regalo de Navidad”.
Aunque ella dice, “Es tiempo de la Navidad y todo el mundo va estar con sus familias, pero yo quiero decirle al señor Bush, ‘Nosotros vamos a estar muy triste ...’”. Valencia también tiene un hijo que está en Irak, pero él no se quiso reunir durante el viaje.
Valencia, junta con tres otros familiares de soldados estadounidense en Irak y dos veteranos de guerra se reunieron con una gama de iraquíes y con personal militar norteamericano en un viaje de investigación de paz desde el 1 al 8 de diciembre. El viaje fue organizado por la organización Global Exchange (Intercambio Global).
El regalo de Valencia “de Navidad” fue de pasar dos horas con Giselle, su hija de 22 años, en Tikrit. Valencia había visto un tanque quemándose en camino desde Bagdad y eso le dio mucho miedo por la vida de su hija. La primera vez que trató de ver a Giselle no la dejaron. Pero tuvo éxito la segunda vez.
Valencia le dijo a Nuestro Mundo que la llevaron a un palacio abandonado. “Y después vi a mi hija. Ella cargaba un arma grande. Yo le dije que ella estaba supuesta tener un libro en vez e ir al colegio. Y empecé a llorar”.
La reunión terminó y Valencia dijo, “Yo quería ponerla en mi cartera y llevármela a la casa. Eran dos horas hermosas y yo aprecio a los militares que me permitieron hacerlo”.
La delegación fue a Irak en un momento cuando está saliendo más y más información sobre las mentiras que la administración Bush usó como razón para la guerra y la continúa ocupación. Las corporaciones de Estados Unidos están beneficiandose con muchas ganancias mientras que casi 500 soldados norteamericanos han muertos y miles están heridos, y decenas de miles de iraquíes han sufrido muertes o lesiones.
Valencia y el resto de la delegación hablaron con iraquíes que muchas veces dijeron que aunque estaban contentos que Saddam Hussein ya no gobernada, era tiempo para las tropas norteamericanas que se vayan.
Valencia, una asistente de maestra bilingüe en una escuela superior, le dijo a Nuestro Mundo, “Ellos nos dijeron que es tiempo para que el Ejército regrese [a EEUU] porque quieren tomar el poder ellos mismos”.
Además de Valencia la delegación incluía a miembros del grupo Hablan las
Familias Militares y Veteranos por la Paz. El Centro Internacional de Vigilancia a la Ocupación en Bagdad fue el grupo que sirvió como huésped en Irak.
A pesar del peligro personal, el grupo fue a Irak para ver las condiciones de las tropas norteamericanas y los iraquíes bajo la ocupación estadounidense. Ella le dijo a Nuestro Mundo que lo que ella vio la hizo llorar. “Yo sé que tengo que ser fuerte ... pero soy humana y soy madre, como las cientos y cientos de madres de los niños de Irak. Es un dolor grande, como una pesadilla. Quiero decirle al presidente Bush que él nos mintió. Ellos dijeron que nuestros hijos estaría en Irak por seis meses. Mi hija e hijo probablemente se quedarán por un año. Nosotros no sabemos. [Bush] dijo que habían armas de destrucción masiva en Irak, pero no se han visto ningunas todavía”.
Cuando llegaron a Bagdad, dijo Valencia, “Yo vi a soldados norteamericanos en caravanas y tanques. Ellos parecían como que tenía tanto miedo. Yo miré a sus caras y eran caras de 18, 19, 20 años de edad ... Estos son bebés”.
Valencia describió las calles de Bagdad. “La gente iraquí tiene miedo también. Ellos están en el sitio más peligroso de todo el mundo”. La delegación se reunió con miembros del Consejo de Gobernación Iraquí, que dijeron que ellos querían que las tropas se vayan para que el pueblo iraquí pueda gobernarse.
La delegación vio las privaciones que el pueblo iraquí sigue sufriendo bajo la ocupación de EEUU con millones desempleados, sin agua potable y con electricidad que viene y se va.
Valencia dijo, el pueblo iraquí “necesita mucho apoyo del pueblo estadounidense .. Se me rompió el corazón”. Ella dijo que las escuelas y los hospitales que ellos visitaron no tenía medicamentos y suministros básicos disponible. “En las escuelas no tienen lápiz, ni papel, ni libros. Es tiempo que todo el mundo sepa esto. El gobierno de Bush no ha enviado nada. Todavía están esperando por el dinero”.
En la escuela secundario donde trabaja Valencia hay nueve otros profesores cuyos niños también están en Irak. Estos se consuelan uno al otro. Cuando Valencia empezó hablar contra la guerra en su periódico local, uno de las maestras le dijo, “Anabelle, felicitaciones. Usted está diciendo cosas que mucha gente no dicen. Gracias”.
Aunque Valencia dijo que otra gente están en desacuerdo y dicen que es malo oponerse al gobierno, ella explica que ella está en contra de la guerra y no el gobierno. “Y yo dije, yo no estoy en contra del señor Bush. Pero él nos está mintiendo ... La gente iraquí está preguntando ¿donde está nuestros trabajo? Gente está muriendo y él está mintiéndonos”.
Muchos en Tucson están esperando a Valencia cuando ella vuelva esta semana. Ella dijo, “Yo voy a llamar a los medios de comunicación y decirle todo lo que yo vi. Yo voy a decir la verdad”.
Ella dijo que trabajaría con otros padres de militares en Hablan las Familias Militares “y trabajar por los niños pequeños en Irak ... Quiero [colectar] medicamentos, ropa y materiales para las escuelas. Ellos necesitan mucha ayuda de nosotros”.
Se puede comunicar con la autora al jleblanc@pww.org.
Paz en Irak — Regalo de Navidad de una madre