Por lo menos, la "Primera Reunión Internacional de Partidos de la Izquierda" en Caracas la semana pasada tuvo una agenda ambiciosa. En respuesta al llamado de parte del presidente venezolano Hugo Chávez para una Quinta Internacional algunos participantes ya pusieron en marcha planes para una reunión fundadora en Caracas en abril.

Se les exigieron también responder a nuevas amenazas imperialistas. La senadora Piedad Córdoba, del Partido Liberal de Colombia, terminó la reunión instando respaldo para manifestaciones al nivel mundial en contra de las bases militares estadounidenses en su país desde el 12 al 17 de diciembre.

Se estableció un grupo para organizar las preparativas para la reunión en abril, especialmente para discusiones ideológicas. Se ha programada aquella reunión para el aniversario 200 desde que el primer gobierno insurgente tomó poder en Caracas. De acuerdo al canciller venezolano, Nicolás Maduro, ya les toca a los socialistas organizar una sociedad basada en la solidaridad.

La reunión se llevó a cabo durante 3 en el hotel Alba, que pertenece al gobierno venezolano y se dedica al "turismo socialista" pero que antes era el "Caracas Hilton". Unos 120 delegados representando a 50 partidos políticos y otras agrupaciones provenientes de 39 países. El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) actuó como anfritión.

Una entidad titulada el Comité de Caracas, organizado durante el encuentro, estableció seis metas generales. Incluyeron en estas, llamar a favor de protestas contra las bases estadounidenses, que el golpe en Honduras sea revertido, la formación de una "cultura de paz" en América Latina, la diseminación de la consciencia revolucionaria, la elaboración de un mecanismo mundial para coordinar la acción cooperativista y solidaridad con todos los luchadores.

Contiene las metas tres "declaraciones especiales". Uno a favor del fin del bloqueo norteamericano contra Cuba y libertad para los Cinco Héroes Cubanos encarcelados en EEUU, otro a favor de una "vigilia mundial" en contra de la dictadura hondureña el 29 de noviembre. La tercera declaración hizo un llamado a favor de una "quinta internacional" socialista. (La Primera Internacional fue la organización en la cual participaban Marx y Engels; la Segunda, la agrupación de partidos socialistas antes de la Primera Guerra Mundial; la Tercera, la agrupación de partidos comunistas, o COMINTERN, después de la revolución rusa; y la cuarta, la agrupación de seguidores del León Trotsky).

El presidente Chávez dijo que la conferencia es una "ratificación que Venezuela Socialista no está solo", en la cara, especialmente, con un aumento de hostilidad mediática en los Estados Unidos, las bases en Colombia, e incursiones de paramilitares colombianos en Venezuela. Piedad Córdoba pregonó un respaldo absoluto para la revolución bolivariana en Venezuela, para que Chávez no se encuentre acorralado. Hizo destacar que el papel de Chávez en la transición al socialismo es un elemento crítico.

Chávez dijo que él aceptaría la responsabilidad para convocar cuando presentó su plan para un quinto internacional. En comparación con la orientación europea de los internacionales del pasado, este tiene sus raíces en America Latina, el incubador del socialismo de hoy. Chávez advirtió que, como el quinto internacional se enfrenta con el capitalismo y el imperialismo, debe evitar los errores que descarrillaron al socialismo del siglo 20. Dando la bienvenida al debate ideológico, dijo que el rumbo del "socialismo del siglo 21" será determinado por la historia y las exigencias de cada nación.

El Partido Comunista de Venezuela (PCV) se unió con otros partidos comunistas que participaron en la reunión en aplazar su aprobación de un nuevo internacional socialista por el motivo de que los partidos comunistas del mundo ya están actuando en conjunto en reuniones anuales que se organizan desde un centro en Grecia. En la página cibernética del PCV (www.tribuna-popular.org), los comunistas venezolanos expresaron su respaldo a la lucha en contra del terrorismo y las amenazas imperialistas, específicamente por medio de un frente amplio que debe incluir también a partidos no socialistas.

Un quinto internacional, sin embargo, es otra cosa. El PCV no vio con buenos ojos a la extrema variedad ideológica de los partidos que asistieron en el encuentro en Caracas, que incluya hasta partidos con trayectoria derechista, como el Partido de la Revolucionario Institucional (PRI) de México y el Partido Justicialista (principal partido peronista) de Argentina.

Algunas formaciones no comunistas, como por ejemplo "Die Linke" (Las Izquierdas) de Alemania, Parti de Gauche (Partido de la Izquierda) de Francia, el Polo Democrático Alternativo de Colombia (coalición de izquierda que incluye al Partido Comunista), y el Partido de los Trabajadores de Brasil, expresaron una opinión favorable pero también postergaron su aprobación. Representadas en la reunión fueron también a los comunistas de Francia, Cuba, Grecia, Portugal, China, y Vietnam, además del FMLN de El Salvador y el Movimiento Al Socialismo (MAS) que encabeza el presidente Evo Morales de Bolivia.

Sus metas ambiciosas se revelan por su caracterización de la crisis estructural del capitalismo como "una crisis económica, una crisis ecológica, una crisis de alimentos, y una crisis de energía". Todo esto representa "una amenaza a la humanidad y a la madre tierra". El remedio es de construir una sociedad ecológicamente sustentable como el "eje fundamental de nuestra lucha para un mundo mejor".