Se demora la reforma laboral

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Partidarios de la reforma de ley laboral deben estar preocupados con los 12 senadores demócratas que están “titubeando” dijo Larry Cohen, presidente de los Trabajadores de la Comunicación, a los participantes de la conferencia legislativa de su sindicato que se celebró esta semana en Washington.

Los demócratas tienen una mayoría de 57 a 40 en el Senado. Esa mayoría sube a 59 cuando los “independientes” que se reúnen con ellos son contados. Un escaño, en Minnesota, está vacante. Ahí, el demócrata Al Franken tiene la delantera contra el senador anterior republicano, Norm Coleman, que está cuestionando los resultados de las elecciones pasada en los tribunales.

Tribunal: Franken ganó elecciones

A la hora de cierre aprendimos que el Tribunal Supremo de Minnesota falló a favor de Al Franken y él será el nuevo senador por ese estado. Esto significa que los demócratas tendrán los 60 votos necesarios para prevenir tácticas obstruccionistas.

Al preguntarle por teléfono después que identificara a los 12 senadores, la vicepresidenta del sindicato Annie hill dio la siguiente lista: Evan Bayh (Indiana), Dianne Feinstein (California), Thomas Carper (Delaware), Mary Landrieu (Luisiana), Michael Bennett (Colorado), Arlen Specter (Pennsylvania), Kay Hagan (Carolina del Norte), Bill Nelson (Florida), y ambos senadores de Arkansas y Virginia.

Cohen, dirigiéndose a la conferencia, dijo, “El problema es con la cuestión de poner fin al debate”. Él explicó que “los sindicatos no tienen ningún compromiso sólido ni de ambos senadores por Arkansas ni del senador Specter que votarán para poner fin a un ‘filibuster’”. “Filibuster” es la palabra en inglés que norteamericanos usan para indicar la táctica obstruccionista parlamentaria de seguir debatiendo un tema para que no llegue a votación. Según las reglas del Senado, se necesitan 60 votos para cerrar el debate.

El dirigente sindical notó que el “obstruccionismo republicano sigue para mantener a uno de los dos escaños del Senado por Minnesota vacío, más la concentración del Senado sobre la cuestión de seguro médico, se combinan para estancar el proyecto Libre Opción para Empleados”.

Las mismas comisiones del Congreso que están trabajando con la reforma laboral son las que tratan con los problemas de reformar el sistema de seguro médico.

Esto resulta en que el movimiento sindical tendrá que demorar su meta de que se promulgue la Ley de Libre Opción para Empleados antes del 7 de septiembre, el Día del Trabajo en Estados Unidos.

La gente que participaron en las discusiones con los líderes de los Trabajadores de la Comunicación notaron que una senadora como Landrieu de Luisiana debe ser vulnerable debido a presión de parte de los sindicatos. Se sabe, dicen los sindicalistas, que Landrieu no podía ganar las elecciones sin el apoyo de las organizaciones laborales. Luisiana es un tal llamado estado con leyes de “derecho a trabajar”. Estas leyes no garantizan ningún empleo a nadie, sino que prohíbe que un convenio laboral obligue a todos los empleados integrarse al sindicato.

Un oficial de los Trabajadores de la Comunicación vio peor la situación en Arkansas. “Wal-Mart los convenció”, dijo él de los dos senadores demócratas de su estado.

Esta gigantesca cadena de tiendas, cuyo cuartel está situado en Arkansas, ha estado en las primeras filas de las corporaciones cabildeando en contra de la Ley de Libre Opción para Empleados.

No obstante, el principal proponente del proyecto de ley, el senador Tom Harkin (demócrata por Iowa), todavía tiene esperanzas. “El EFCA [iniciales del proyecto en inglés] todavía tiene vida”, él dijo la semana pasada, agregando, “Pero necesitamos los 60 votos, que significa que tenemos que esperar por Franken que tome su escaño”.

Harkin dijo que hay un número de enmiendas negociándose que pueda cambiar como se determine que los trabajadores tengan una mayoría a favor de ser representados por un sindicato. Actualmente, el proyecto postula que pueden firmar tarjetas del sindicato sin necesidad de una elección meses después en la cual las empresas pueden presionar a los trabajadores. Una de estas maneras puede ser que los trabajadores envían las tarjetas a la Junta Nacional de Relaciones del Trabajo.

Al preguntar si hay otras enmiendas que se están negociando, una fuente en la oficina del senador dijo que una puede ser aumentar el tiempo antes de ir a arbitraje obligatorio al no concluir las negociaciones para un convenio laboral. El original prohíbe a las compañías a demorar llegar a un acuerdo no más de 120 días.

Esta fuente también dijo que hay presión para que las nuevas multas en la ley no sean aplicadas hasta que una empresa viole la ley repetidamente en vez de por la primera vez.