Se detienen a siete manifestantes indocumentados en un centro de inmigración

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Traducido por: Jacques LaPere

BROADVIEW, Ill. - Se detuvieron 15 de mayo, aquí, a siete manifestantes indocumentados por sentarse enfrente del Centro de Detención en Broadway (Broadview Detention Center). Dichos detenidos encabezaban una manifestación que constaba de más de 150 personas, con motivo de pedirle a la administración de Obama que desistiera de las deportaciones las cuales, según informan dichos manifestantes, están separando a familias.

Amarrados de los brazos el uno al otro, con tubería, cadenas y cerrojos, los siete se sentaron enfrente de la instalación en la cual se detienen inmigrantes indocumentados en espera de deportarlos en vuelos procedentes del Aeropuerto Internacional de O'Hare (O'Hare International Airport) en Chicago. Detuvieron a los siete manifestantes cuando se negaron a obedecer la orden policial de abandonar el sitio.

Los detenidos indicaron que la manifestación y sus actos de desobediencia civil se dirigían además a los gobernantes del Estado de Illinois quienes, según alegaban los manifestantes, no han apoyado suficientemente la causa de los indocumentados. La actual crisis nacional inmigratoria les ha hecho impacto directo en la vida de cada uno de los siete que encabezaban la manifestación y quienes hoy fueron detenidos.

Para muchos habitantes indocumentados de Illinois, sobre todo los de Chicago, el centro de detención es el último paradero para los que se hallan en proceso de ser deportados. De allí, los hacen subir, contra su voluntad, a aviones que los transportan desde O'Hare con destino a países donde ya no tienen su hogar.

Entre los siete que encabezaban el acto hoy en el centro de detención se hallaba Xanat Sobrevilla, un miembro de la comunidad, de 25 años de edad, que desde 2011, es organizador con la Liga Juvenil para la Justicia para Inmigrantes (Immigrant Youth Justice League, IYJL). Ella ha ayudado a organizar muchas actividades, incluyendo numerosos eventos para la organización llamada Salir de las Sombras, Nacional (National Coming Out of the Shadows), en los cuales los inmigrantes revelan su condición de indocumentados con el apoyo de sus amigos y comunidades; así como en eventos como "¡Grítelo ya!" ("Shout It Out"), los cuales subrayan la importancia de propugnar el cuidado de salud mental para los indocumentados.

En 1996, Sobrevilla emigró de la Ciudad de México con su familia a los EE.UU. En 2009, ella se graduó de la Universidad de Illinois con Licenciatura (B.S.) en la Tecnología Intregrada (Integrative Tecnology). Ha servido como voluntaria en el Centro Médico de la Universidad de Rush (Rush University Medical Center) y espera asistir a la escuela de medicina en un futuro próximo. Pero ese futuro se ve amenazado si continúan las deportaciones.

"Estoy pidiéndole al Presidente Obama que emita una órden ejecutiva para acabar ya con las deportaciones", declaró ella. "Estoy harta de vivir con miedo. Estoy harta de ver a mi comunidad destruida por acciones arbitrarias de los politicos quienes despistadamente la convierten en un blanco y a sus habitantes en peones para realizar sus ambiciones."

Ella llamó la atención al caso del Sr. Octavio Nava Cabrera, un indocumentado detenido actualmente en el centro de detención. "Estoy harta de esperar el cambio cuando está en las manos del Presidente [hacer algo] ahora. Quiero que se ponga en libertad a gente como el Sr. Octavio Nava Cabrera [habitante local], que ya lleva un mes en el centro de detención, para que se reuna con sus seres queridos, y a quien le han hundido en la miseria desde el día en que la Migra (Immigration and Customs Enforcement) rodearon su casa y lo llevaron preso".

El miedo que siente Sobrevilla no debe tomarse a la ligera. En solo el año de 2012, el Departamento de Seguridad Nacional (Department of Homeland Security) anunció un número récord al deportar a 409.000 personas, el cual excede la cuota exigida de 400.000 personas. De los deportados, muy pocos tenían historiales criminales. Por otra parte, las deportaciones han dividido a familias y barrios, y ambos siguen siendo el blanco de tales acciones.

"Los eventos como éste, creo que son la única manera de llamarle la atención al problema", observó Tania Unzueta, de la IYJL a People's World. "Los que tienen el poder de cambiar esto tienen que saber de ello".

Ella reconoció el papel que habían jugado las redes sociales para hacer publicidad del evento. "Hemos estado emitiendo mensajes por la red para hacer publicidad y esto forma parte de [la lucha general contra] las deportaciones".

Otra persona en el grupo de los siete, la Sra. María del Socorro Martínez García, de la Organización Latina del Suroeste (Latino Organization of the Southwest), vino hace 22 años a EE.UU. de Coahuila, México. Ya tiene 41 años. Después de que un miembro de su comunidad tuvo que encararse con la deportación, ella decidió involucrarse en la lucha. "Empatizaba con su situación", reveló. "Me pregunté ¿qué les pasaría a mis hijos si a mí me deportaran?' Las deportaciones están dañando a madres, padres-a familias enteras".

La Srta. Stephanie Camba, de 22 años, también de los siete, vino a EE.UU. de las Islas Marshall. Aquí, asistió a la Universidad de Illinois, donde studio Desarrollo Humano (Human Development) y Estudios Familiares (Family Studies). Fue su creencia en el valor de la familia y en la importancia de su seguridad en sus barrios lo que le hizo sentir la necesidad de involucrarse en la desobendiencia civil, nos expresó.

Muchos de los activistas indocumentados señalan que el miedo que muchos inmigrantes sin papeles tienen de la policía es un obstáculo al fomento del tipo de colaboración que debe existir entre las comunidades y la policía a fin de hacer que los barrios se mantengan seguros.

Camba también apuntó que "es importante pensar en las familias que no tienen [la oportunidad de] ver más a sus seres queridos".

El Sr. Hugo Domínguez, de 23 años, vino de la Ciudad de México. Dijo que aunque está contento ahora que su padre y hermano menor son residentes legales en EE.UU., su madre no lo es, y teme que ella esté entre la espada y la pared en este momento y que acabe siendo deportada. Dijo que debido al mucho ánimo que le inspiraba su familia, decidió asistir a la Universidad del Noreste de Illinois (Northeastern Illinois University), donde en la actualidad estudia Comunicaciones, Periodismo y el Teatro (Communications, Media, and Theater).

El Sr. Miguel Martínez es un guitarrista de 22 años de México quien anunció que no teme ser indocumentado, y cree que nadie debería tener miedo de ser indocumentado.

Al Sr. Jesús Morales, de 24 años y también de México, le inquieta el hecho de que su condición inmigratoria sea distinta de la de sus amigos y espera poder volver a la escuela para continuar sus estudios.

El Sr. José Martínez, de 21 años y también uno de los organizadores de la IYJL, quiere llegar a ser un investigador en un campo de la ciencia y empezar una pequeña empresa. Vino a EE.UU. de la Ciudad de México. "Cuando uno es indocumentado," observó, "muchas veces tiene miedo de algo que otros ven como normal o de poca importancia. Debemos poder vivir, trabajar y estudiar sin miedo de que nos deporten".

La Srta. Unzueta dijo que la protesta "les vino encima como sorpresa a los del Centro de Detención. No nos esperaban". Y esto, dijo ella, fue parte del plan. Señaló que hubo un esfuerzo concertado entre la IYJL y otras organizaciones de no darles aviso previo sobre el evento. "Quería que hiciera impacto", explicó. "Y ya es hora de atraer a más gente para que se agrupen en esta lucha".

Foto: Edy Dominguez, Liga Juvenil para la Justicia para Inmigrantes Página de Facebook