CLEVELAND — En un manifestació aquí este mes con la participación de cientos de dirigentes sindicales, oficiales públicos y activistas comunitarios, Dennis Kucinich inició su campaña por un séptimo mandato en el Congreso con un ataque desafiado a los intereses corporativos que buscan derrotarlo.
Kucinich declaró, después de la primera reunión mensual este año de la Federación del Trabajo de la AFL-CIO de la Costa Norteña, que iba a seguir su campaña por la presidencia y seguir levantando ante una audiencia nacional las cuestiones que enfrentan sus constituyentes.
“He retado a la guerra en Irak”, dijo él, “una guerra basada en las mentiras, que les ha costado la vida a 4.000 soldados norteamericanos y a un millón de civiles iraquíes”.
Ya para fines del 2008, dijo, la guerra les habrá costado a los habitantes de su 10mo Distrito unos 1,2 mil millones de dólares, dinero que mejor se debiera dedicar al cuidado de salud, a la vivienda y a la educación.
“¡Hay que poner fin a esta guerra!”, dijo él. “Haré todo lo que yo pueda para poner fin a esta guerra”, dijo mientras recibía un calurosos aplauso.
Tocante a otra de sus cuestiones principales, la del cuidado de salud, declaró, “Hay que cambiar al sistema corrupto de seguro médico que mina los derechos del pueblo. Ningún otro candidato ha llevado a nivel nacional la demanda de un sistema médico universal sin fines de lucro. Y eso es lo que sí les importa a la gente del 10mo Distrito”.
Kucinich dijo que iba seguir en la contienda presidencial hasta que no reciba esta medida el apoyo de por lo menos algún otro precandidato, o hasta que pida algún otro precandidato la cancelación del Tratado Norteamericano de Libre Comercio, que ha causado la pérdida de millones de trabajos de manufactura.
“Los intereses corporativos a los cuales yo desafío los 365 días al año tienen muchas ganas de sacar provecho del 10mo Distrito”, dijo. “Están decididos estos intereses corporativos de hacer todo lo que puedan, recaudar millones de dólares si es preciso, para ganar este escaño del Congreso que a ustedes les pertenece”.
“Estoy listo para enfrentar a este reto, a luchar por este escaño del Congreso que es la suya, a rechazar todas las mañas sucias de cualquier clase”, dijo. “Prevalecerán los trabajadores y las trabajadoras”.
El oponente principal a Kucinich en las elecciones primarias demócratas a celebrarse el 4 de marzo, Joseph Cimperman, ya recaudó $226.000. La campaña de Kucinich ha lanzado acusaciones de que este dinero viene de grupos empresariales y de un grupo ultraderechista pro Israel que está enfadado por el apoyo balanceado que Kucinich tiene hacia el conflicto entre Israel y los palestinos.
Jimmy Dimora, presidente del Partido Demócrata del Condado de Cuyahoga, emitió un llamado resonante por un esfuerzo total para que se reelija a Kucinich, calificándolo como el “combatiente por el pueblo”. Kucinich cuenta con el apoyo tanto del Partido Demócrata como él de la AFL-CIO.
“Tuviéramos que buscar de arriba a abajo para encontrar a un candidato que representaría mejor a los intereses de las familias trabajadoras”, dijo Harriet Applegate, secretaria ejecutiva de la federación sindical de Cleveland, “y aun así no encontraríamos a nadie que se aproxime a él. Kucinich representa al tipo de político que los sindicalistas, así como el público en general, anhelamos: alguien que se mantiene de pie y que lucha por las necesidades de sus constituyentes. Trabajar por su reelección es tanto un honor como un privilegio”.
Applegate dijo que los sindicatos van a lanzar una campaña telefónica, de cartas y de puerta a puerta junto con un programa integral de comunicación en los lugares de trabajo.
“En pocas palabras, no hay nada que no haríamos por Dennis. Es por eso que estamos desplegando un esfuerzo máximo entre hoy y el 4 de marzo”, dijo ella.
Sector laboral lucha por reelección de Kucinich